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Shell, Glencore o BAE: británicas que no debe evitar pese al 'Brexit'

  • "Si saca a Reino Unido de su cartera renunciará a gigantes diversificados"

Daniel Yebra

El Brexit está llevando a muchos inversores de la Europa continental a evitar a Reino Unido en sus carteras de renta variable por miedo a las consecuencias de la ruptura del país con la Unión Europea.

Para Capital Group, esta estrategia es un error porque existen varios líderes sectoriales con sede británica cuyos ingresos están ampliamente diversificados geográficamente. La petrolera Shell, la minera Glencore o el grupo de defensa BAE Systems son buenos ejemplos.

La primera ministra de Reino Unido anunció el martes que antes de que acabe marzo activará el artículo 50 del Tratado de Lisboa de la Unión Europea para iniciar el proceso de negociación que acabará con la salida del país del bloque comunitario. Desde este jueves, ya tiene la firma de la reina Isabel II que la autoriza a hacerlo.

Las incertidumbres que conllevan las condiciones definitivas en las que se ejecute el Brexit hacen "comprensible que a algunos inversores les preocupe adoptar un enfoque inclusivo a la hora de invertir en renta variable europea", observan el equipo de analistas de Capital Group, que añade que, con independencia de las consecuencias de la ruptura, integrar a Reino Unido sigue teniendo ventajas para lograr la mayor rentabilidad".

La firma de inversión plantea que, tradicionalmente, excluir al Reino Unido de una cartera de renta variable europea se ha hecho evitando acciones de empresas con domicilio británico. No obstante, "dado que el país de domicilio de una compañía indica cada vez menos dónde se genera su negocio, excluir a un país de una cartera de inversión según el criterio del domicilio podría no conducir al resultado deseado", enfatiza.

Lo cierto es que si se estudia el MSCI Europe, la exposición del índice a Reino Unido por domicilio corporativo es del 29%, pero si se mide según dónde generan los ingresos la compañías que lo componen, la exposición al país se reduce al 11%.

Estos datos reflejan la elevada diversificación geográfica de las grandes compañías británicas y advierten del reducido impacto de la debilidad de la libra por el Brexit. "Si, por ejemplo, una compañía británica solamente genera una cuarta parte de su facturación en libras esterlinas y el resto está repartido en dólares, euros y divisas de mercados emergentes y de otras regiones, sus beneficios están protegidos del pleno impacto de las fluctuaciones de los tipos de cambio", explica Capital Group.

Un ejemplo es la petrolera, sobre la que existe una estrategia en elMonitor, Royal Dutch Shell, con sede en Reino Unido pero que genera menos del 6% de sus ingresos en libras esterlinas. El resto provienen de Europa (24,5%), Norteamérica (21%), mercados emergentes (36%) y otros mercados. "Debido a esto, cuando la libra esterlina se depreció el año pasado, el impacto negativo sobre su beneficio no solo fue moderado, sino que se vio compensado por la apreciación del dólar", incide la casa de análisis.

De hecho, Shell también cotiza, en euros, en Ámsterdam, lo que aprovechó la herramienta de inversión de elEconomista para evitar el efecto de la debilidad de la libra frente a la divisa común. "Al excluir a Reino Unido, los inversores corren el riesgo de eliminar a los mejores actores de industrias enteras", concluye Capital Group.

La estrategia de elMonitor es la petrolera europea más recomendada por el consenso de mercado y tiene por delante un potencial alcista del 20%, hasta los 29,55 euros, en los que los analistas sitúan su precio objetivo.