Bolsa, mercados y cotizaciones
El BCE, preocupado por Trump y una posible corrección en los mercados
- El BCE pide libre comercio y señala al proteccionismo como un riesgo
- Tampoco descartan una corrección en los mercados financieros
- La entidad ganó 1.193 millones en 2016, un 10% más que en 2015
Víctor Blanco Moro
Las actas de la última reunión de la entidad muestran un "amplio" acuerdo entre los miembros del consejo, quienes señalan a la política estadounidense, el proteccionismo, el 'Brexit' y una posible corrección en los mercados financieros como los riesgos más importantes para la economía global.
La reunión del Banco Central Europeo -BCE- que tuvo lugar el 18 y 19 de enero no tuvo grandes desacuerdos entre los miembros del Consejo de la entidad. La lectura que dejan las actas deja una sensación de unidad entre los miembros, y es destacable la preocupación y que tienen por las posibles medidas que pueda tomar Donald Trump en Estados Unidos. Los miembros del consejo creen que es importante "comprometerse con los mercados abiertos y el libre comercio".
Los principales riesgos a los que se enfrenta la economía global son "el desarrollo geopolítico, la incertidumbre de qué políticas va a tomar la nueva administración estadounidense, las preguntas que están en el aire sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea, el aumento de las políticas proteccionistas, y la posibilidad de ver una nueva ola de volatilidad y caídas en los mercados financieros globales", explican las actas.
El BCE sigue siendo optimista y no hubo debate sobre los efectos positivos de su política monetaria. La eurozona está creciendo a un ritmo destacable, según ellos, ya que consideran que "el crecimiento entre el 0,3% y el 0,6% que ha presentado la región desde el año 2014, más que ser una señal de fragilidad, lo es de robustez en un contexto de shocks externos". Si bien la entidad parece satisfecha con este ritmo de crecimiento, hubo debate sobre la posibilidad de que la eurozona esté acercándose al "límite de velocidad" en su crecimiento; responsable de esto sería, en opinión de los reguladores, "la falta de reformas estructurales" por parte de los gobiernos durante los últimos años.
La entidad, como ya viene siendo habitual, considera que los políticos están fallando en aprovechar el contexto favorable que ha creado el BCE con sus medidas monetarias, para poder llevar a cabo reestructuraciones y políticas que apoyen el crecimiento y reduzcan el desempleo.
En cuanto al repunte de la inflación, hubo un "amplio acuerdo" con que es derivado de la subida de precios de la energía, destacando cómo no ha habido un repunte significativo en la cesta de precios que deja fuera este factor. Sin embargo, algunos miembros del consejo debatieron que, "teniendo en cuenta las evidencias del pasado, estos efectos de la energía en la inflación general pueden materializarse con algo más de retraso".
Los miembros del BCE, además, están "satisfechos" con la reacción que tuvieron los mercados financieros cuando se cambió el rumbo del QE en diciembre, momento en el que la entidad anunció un recorte en las compras a partir de abril, acompañado de un retraso en la fecha límite para el programa, hasta diciembre de 2017.
Gana 1.193 millones en 2016, un 10% más que en 2015
La entidad presidida por Mario Draghi incrementó sus beneficios un 10,2% frente a 2015, ganando 1.193 millones de euros el año pasado. El regulador repartió el 31 de enero 996 millones a los bancos centrales nacionales y mañana les entregará los 227 millones restantes.
Los ingresos que recibió la entidad por los intereses que cobra de activos derivados de su política monetaria -el programa de compra de activos QE, principalmente- alcanzaron los 1.040 millones de euros, un 63% de los 1.648 millones que ingresó en total el banco central el año pasado. En 2015 el banco ingresó 890 millones de euros por esta vía, un 60% de los 1.475 millones que ingresó en total durante ese ejercicio.
La entidad ingresó 370 millones de euros por intereses recibidos por sus activos de reserva extranjera, un aumento del 30% desde los 227 millones del año 2015. Por otro lado, el BCE ha publicado que ganó 225 millones de euros por sus operaciones financieras, frente a los 214 millones del año pasado.
Las entidades que fueron supervisadas por el regulador durante el año pasado tuvieron que pagar 382 millones de euros en total, frente a los 277 millones de año anterior. Eso sí, el regulador destaca cómo sus gastos personales y de administración aumentaron hasta 467 millones y 487 millones de euros, respectivamente, frente a los 441 y 423 millones del año anterior, un incremento derivado de mayores gastos por las funciones de supervisión.