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Edward O'Loghlen (CaixaBank): "Nuestras 5.000 oficinas son un centro de atención al accionista"

    Edward 0'Loghlen, Director Corporativo de Relación con Inversores de CaixaBank.

    Cristina Triana

    Los dos últimos meses han sido intensos para CaixaBank. Después de presentar resultados el 28 de octubre y de que Gonzalo Gortázar, su consejero delegado, explicara que el Banco Central Europeo (BCE) ya había aprobado la oferta de compra de CaixaBank sobre el luso BPI, el equipo de relación con inversores del banco, que lidera Edward O'Loghlen, director corporativo de Relación con Inversores de CaixaBank y CFA, comenzó su road show con analistas e inversores institucionales para explicarles las magnitudes y los proyectos de la entidad. Unos encuentros que también celebra durante todo el año con los accionistas no profesionales.

    "Los bancos tenemos la ventaja frente a otras empresas cotizadas de que conocemos el nombre y los apellidos de todos nuestros accionistas", señala O'Loghlen. "Esta particularidad nos permite poner en marcha acciones muy concretas", explica. Unas iniciativas que para CaixaBank son habituales desde hace muchos años, ya que su embrión se gestó en el salto al parqué de Criteria, en 2007. "A su salida a bolsa acudieron muchos pequeños inversores que hoy son accionistas de CaixaBank. Además, el número aumentó con la adquisición de otras entidades financieras, que provocó procesos de canje de preferentes", añade O'Loghlen.

    Los pequeños inversores controlan alrededor de un 20% del capital de CaixaBank, que cuenta con 700.000 accionistas.

    Un crecimiento del 15%

    En 2016, el banco que preside Jordi Gual celebrará quince encuentros específicos entre el equipo de relaciones con inversores y accionistas particulares -estas reuniones son el equivalente al road show con fondos y analistas-, además de todas las entrevistas one to one que celebran regularmente en la oficina del accionista en Barcelona o en la "itinerante", que se mueve por la geografía española.

    La última parada del road show para minoristas se produjo el pasado 26 de septiembre en Bilbao, donde se trataron aspectos como la evolución de los resultados o los dividendos. Edward O'Longhlen y Ana Guzmán, directora comercial de Banca Premier y Banca Privada de CaixaBank en País Vasco y Cantabria, copresidieron el encuentro, al que también asistió Meritxell Soler Farrés, directora de Relación con Accionistas del banco.

    CaixaBank prevé que en 2016 alrededor de 1.250 accionistas particulares acudan a alguno de estos encuentros, un 14,8% más que en 2015, cuando se celebraron doce reuniones de este tipo.

    La cercanía se valora

    Edward O'Loghlen señala que uno de los ejes diferenciales de la política de relaciones con inversores de CaixaBank es el valor añadido de la red de oficinas, que se convierte muchas veces en el primer lugar al que acuden los inversores particulares cuando están preocupados. "Nuestros accionistas minoristas aprecian la cercanía, por lo que nuestra red de 5.000 oficinas es también un centro de consulta y atención para ellos", señala.

    "Son un punto de contacto muy importante y en momentos complicados, nuestras oficinas son un canal para responder a las preguntas de los accionistas, como sucedió, por ejemplo, el día después del Brexit, cuando las bolsas cayeron con mucha fuerza", explica el Director Corporativo de Relación con Inversores de CaixaBank. "Desde el departamento enviamos a las oficinas una guía para responder a las cuestiones que plantearan los accionistas y clientes que se acercaran pidiendo respuestas", recuerda O'Loghlen. En su opinión, que indistintamente trata con inversores profesionales y particulares, los gestores de fondos y los pequeños ahorradores cuenta con preocupaciones muy similares.

    "Ambos quieren contar con un instrumento financiero que les ofrezca el mayor retorno posible, por lo que les preocupa especialmente la evolución de la acción y los dividendos", insiste. "Al fin y al cabo, detrás de un inversor profesional, que gestiona fondos o planes de pensiones, siempre existe un ahorrador particular", reflexiona.

    En el plano emocional, sin embargo, sí existen algunas diferencias. "Un profesional toma normalmente sus decisiones de inversión o de desinversión de forma fría, en base a la adaptación, o no, a unos parámetros. El particular, sin embargo, es más emotivo y tiene una relación diferente con la marca. Esto provoca, por ejemplo, que a veces los inversores particulares pregunten por la implementación del banco en una determinada comunidad autónoma", afirma.

    Otra diferencia es el nivel de conocimiento financiero, que en el caso de los minoristas es muy diverso. "Necesitamos explicarles bien cómo nos afectan los tipos de interés al negocio o la regulación... por eso apostamos por impulsar su formación", insiste Edward O'Loghlen.