Bolsa, mercados y cotizaciones

La economía y el endeudamiento se hacen un hueco en el último cara a cara entre Clinton y Trump


    José Luis de Haro

    El veredicto de los mercados no se hizo esperar. El tercer y último debate presidencial entre la demócrata Hillary Clinton y el republicano Donald Trump hace pensar que la exsecretaria de Estado será la próxima inquilina de la Casa Blanca. Al menos eso puede deducirse de la reacción del peso mexicano, una de las divisas más sensibles a los pulsos entre ambos candidatos a la presidencia de Estados Unidos.

    La divisa mexicana comenzó el debate con caídas de aproximadamente el 0,05% y en algunos momentos del encuentro, sobre todo cuando se abordaron temas como la inmigración o la economía, llegó a caer hasta un 0,17%. Sin embargo, al término del debate, el peso cogió impulso y subía más de un 0,15%. Valores refugio, como el yen nipón caían un 0,14% en su cruce con el dólar, algo que hace indicar que los inversores no atisbaron demasiadas tensiones que generen incertidumbre sobre quién ganará el próximo 8 de noviembre. Las principales bolsas asiáticas operaban mixtas.

    Precisamente, hablando de la reacción inicial de los mercados, es importante tener en cuenta que el vis a vis celebrado en la Universidad de Nevada en Las Vegas (UNLV) tuvo un marcado acento económico. Gracias a su moderador, Chris Wallace, presentador de Fox News, ambos aspirantes al Despacho Oval hablaron largo y tendido sobre sus propuestas económicas.

    Clinton apostó por una "economía creciente que dará a las familias de clase media más oportunidades" a través de impulsos como las energías renovables. La demócrata se comprometió a incrementar el salario mínimo, una paga equitativa para las mujeres y garantizar que las universidades públicas son gratuitas, un plan que abandera junto al senador de Vermont, Bernie Sanders. La ex senadora de Nueva York avisó que los planes económicos de Trump "pueden provocar una nueva Gran Recesión".

    Por su parte, el multimillonario empresario atacó los acuerdos comerciales vigentes, especialmente el "desastre" del NAFTA. El republicano apuesta por "un recorte masivo de impuestos" para volver a poner en marcha la economía. Una expansión que según su parecer puede hacer que el PIB de EEUU vuelva a crecer un 4% o incluso entre un 5% y un 6%.

    Sin embargo, Wallace sacó los colores a ambos candidatos al estimar que la deuda nacional, que en estos momentos alcanza el 77% del PIB, seguirá creciendo hasta un 86% del PIB bajo el mandato de Clinton y sobrepasará el 100% del PIB en una administración capitaneada por Trump. La demócrata se defendió afirmando que sus planes económico "no añadirán ni un centavo" a la deuda mientras que reiteró su idea de "reforzar a la clase media".

    Clinton apoya la necesidad de incrementar las inversiones en seguridad social, a través de incremento de impuestos a las clases más acomodadas, pero incidió en que no recortará beneficios. Eso sí aprovechó de nuevo para señalar que los planes de su contrincante "añadirán hasta 20 billones de dólares a la deuda del país".

    Trump volvió a echar mano de su discurso, con la promesa de crear miles de empleos, evitar que estos vayan a otros países y estimular el crecimiento económico. "Veremos una maquinaria económica que no hemos visto en muchas décadas", dijo. El candidato republicano también aclaró que eliminará y reemplazará el "desastroso" Obamacare.