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Efecto Draghi: en solo 10 días entran 21.000 millones de euros en fondos de deuda corporativa


    Arantxa Rubio

    Desde que Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo (BCE), anunció en su última reunión que comprará deuda corporativa, no son pocos los inversores que han corrido a refugiarse en este activo a la espera de obtener suculentas rentabilidades. El efecto Draghi ya se ha empezado a sentir en el mercado y, según los datos que ofrece Morningstar, desde entonces han entrado unos 21.000 millones de euros en suscripciones netas a fondos de inversión de renta fija corporativa en euros, lo que supone un 3,74% de todos los bonos que son susceptibles de ser comprados por el organismo.

    Se trata de un fuerte cambio de tendencia con respecto a los meses anteriores ya que, según estos datos, en enero salieron casi 38.000 millones de euros de los fondos con exposición a deuda de empresas y en febrero, otros 17.000 millones -no obstante, en el conjunto de 2015 entraron 94.743 millones de euros, según Morningstar-.

    Claro que no extraña si se tiene en cuenta que, ante la entrada de dinero, los expertos esperan que la cotización de la deuda de las empresas genere ganancias gracias al anuncio del BCE. Chris Iggo, responsable de renta fija de AXA IM, argumenta que "el programa de compra de bonos corporativos debería provocar rentabilidades más bajas en el crédito corporativo con la avalancha del mercado, a pesar de que ya estaban increíblemente bajos".

    En esta línea, Tanguy Le Saout, responsable de renta fija de Pioneer Investments, explica que "las perspectivas para el crédito europeo son, sin lugar a dudas, más positivas ahora que antes de la rueda de prensa. Esperamos ver un incremento en la emisión, pero la demanda creciente puede superar a la oferta".

    Otro ejemplo del efecto Draghi es que el índice Bloomberg Euro Corporate Bond rebota un 1% desde el día 10 de marzo, cuando se reunió el BCE, lo que supone mucho tratándose de un mercado que juega con rentabilidades muy inferiores a las de la bolsa. Y en el año, las ganancias se amplían ya por encima del 2%.

    Sectores foco del BCE

    La dimensión de la deuda europea que estaría en el radar para posibles compras por parte del BCE se sitúa en torno a 563.000 millones de euros en Europa, según los datos de Bloomberg. Y es que, aunque no se conoce qué parte de los 80.000 millones de euros mensuales a los que se ha elevado el QE se dirigirá al corporativo, sí se sabe cuáles serán los criterios de selección: bonos de la eurozona de grado de inversión, es decir, que se excluyen los bonos basura, y que además no pertenezcan al sector financiero, que representa la gran parte de deuda corporativa. Para que se haga una idea, si se incluyera la de los bancos, los bonos corporativos de la zona euro a los que tendría acceso el BCE se elevarían por encima del billón.

    El caladero donde más podrá pescar Mario Draghi será en el sector utilities ya que, según estos datos, en las empresas eléctricas hay bonos de estas características por valor de 94.094 millones de euros. No obstante, la industria del automóvil también tiene 88.510 millones de euros; las empresas de telecomunicaciones, 56.663 millones; las de energías renovables, 49.860 millones; y las del sector petrolero, 44.560 millones -ver gráfico-.

    También varía por países. Stephanie Flanders, estratega de mercados de JPMorgan, explica que "el índice de bonos corporativos en euros representa aproximadamente el 20 % del índice de bonos gubernamentales en euros, por lo que esta medida amplía potencialmente el alcance de las compras oficiales de bonos en casi un billón de euros, aunque el tamaño relativo de los mercados de deuda pública y privada varía significativamente entre los diferentes países".

    Lo que es evidente es el buen comportamiento de los mercados de crédito tras incluir Draghi bonos corporativos dentro del programa del QE. Un movimiento con el que, según Bank of America, Mario Draghi "ha reconocido la disfuncionalidad que existía hasta ahora con la que los bajos tipos de interés estaba empujando el aumento de los diferenciales" y con el que "impulsará las futuras compras".

    Qué esperan los expertos

    Parece que hay unanimidad en el mercado al esperar que la deuda empresarial se comporte mejor que la gubernamental los próximos meses, pese a que la institución monetaria estará adquiriendo ambas. Además, en los últimos meses, los diferenciales de crédito en Europa, es decir, la prima que se paga por tener un bono corporativo y no uno de gobierno, habían subido hasta niveles no vistos desde 2011, por lo que la renta fija privada ya resultaba más atractiva que la pública.

    Pero ojo, el mercado de bonos corporativos con grado de inversión es mucho más pequeño comparado con el mercado de renta fija soberano, "así que las compras deberían ayudar a reducir los costes de financiación de las empresas de la Eurozona y servir de apoyo al crédito europeo", advierten desde JPMorgan.