Bolsa, mercados y cotizaciones
El retraso del invierno pone naftalina al beneficio de las empresas textiles
- Las ventas de las textiles solo subirán un 1,2% en la época navideña
José Luis de Haro
Bóreas, como se conocía en la mitología helena al devorador viento del norte, ha decidido trastear de nuevo este año con el consumidor estadounidense, en un momento crítico en el que la Reserva Federal parece estar a un hervor de iniciar su primera subida de tipos en casi una década. Si en los primeros compases del año, como ocurrió al inicio de 2014, fueron precisamente las gélidas temperaturas las que sumieron a la economía más grande del mundo en un letargo limitado, parece que la calentura invernal, poco convencional para estas fechas, está dispuesta a entorpecer la temporada más importante del año para las minoristas americanas.
"Estamos sufriendo un inicio tardío del invierno, con las temperaturas más altas desde 1963", señala la economista de Bank of America Merrill Lynch, Michelle Meyer. "Intuitivamente, esto debería reducir las ventas de ropa para esta temporada, como abrigos, sombreros, botas, etc?", señala. No es para menos, durante el pasado octubre, la venta de ropa y accesorios de vestir se mantuvieron planas mientras que las minoristas de consumo vieron como sus ventas cayeron un 0,4% con respecto al mes anterior. En el caso de gadgets electrónicos y electrodomésticos, también se experimentaron datos comatosos.
"Las presiones deflacionistas, el clima inusualmente cálido y un cambio de tendencia en el gasto hacia los servicios son sólo algunas de las razones para justificar la debilidad en las ventas", explica Jack Kleinhenz, economista jefe de la Federación Nacional de Minoristas (NFR, por sus siglas en inglés), quien mantiene un optimismo moderado de cara a la próxima temporada de compras navideñas. En estos momentos, la NFR considera que los consumidores gastarán pero el incremento en las ventas será el más débil de 2013, con una subida aproximada del 3,7%, por debajo del 4,1% experimentado el año pasado.
Una dinámica que según Morgan Stanley no será tan benevolente para las minoristas orientadas a las prendas de vestir. Desde el banco estadounidense se proyecta que esta clase de compañías podrían ver cómo sus ventas crecen sólo un tímido 1,2% estas navidades. Sólo marcas puntuales, como Nike o Lululemon Athletica, más orientadas a la ropa deportiva, se posicionan como excepciones dentro de esta dinámica invernal.
"Creemos que la continuación de un clima cálido, combinado con los decepcionantes resultados acumulados hasta la fecha y los niveles de inventario acumulados de cara al cuarto trimestre, podrían forzar a algunos minoristas a tener que rebajar sus precios más de lo previsto", respaldaron los expertos de Wells Fargo en otro análisis. Al fin y al cabo, muchos grandes almacenes acumulan inventario invernal desde septiembre y las actuales temperaturas forzarán a reducir aún más los precios de estas prendas, erosionando así los ingresos, o trasladar parte de ese inventario a los oulets que muchas de estas compañías tienen en distintos centros comerciales el país.
En estos momentos, a diez días de dar por finiquitado el mes de noviembre, las temperaturas no terminan de dar paso al soplo invernal, un hecho que pone contra las cuerdas a compañías como Macy's o Nordstrom que la semana pasada ya generaron cierto pánico con la presentación de sus últimas cuentas trimestrales. Un estornudo que no tendría que afectar a otras competidoras. "La sólida composición de Home Depot, Lowes, Walmart o Target indican que el consumidor estadounidense se mantiene en forma y la debilidad vista dentro de las minoristas de ropa responden a presiones seculares y un invierno cálido", matiza Christopher Horvers, analista del sector minorista de J.P. Morgan.