Bolsa, mercados y cotizaciones

Cinco lecciones que deja la salida a bolsa de Alibaba

  • Su capitalización rozó los 300.000 millones hasta reducirse a la mitad
  • El 82% de sus ingresos proceden de China y el 'frenazo' del país le perjudica
  • El inversor es la última de las prioridades de la empresa fundada por Jack Ma
El fundador de Alibaba, Jack Ma, tras el tradicional toque de campana en Nueva York. | <i>Bloomberg</i>

elEconomista.es

Hace unos días, Alibaba cumplió un año de cotización en Wall Street. Tiempo suficiente para que el mercado haga balance de la andadura de la compañía en bolsa. En definitiva, ¿qué se han llevado los inversores? Por el momento, más disgustos que alegrías. Bloomberg selecciona las cinco lecciones que ha dejado la OPV de la empresa.

1. Sus acciones no son capaces de remontar

La euforia inicial que rodeó la salida a bolsa de Alibaba fue tan intensa que en sólo dos meses la capitalización de la compañía alcanzó los 294.000 millones de dólares. No obstante, a partir del segundo mes de su estancia en el parqué sus acciones empezaron un descenso imparable. A finales de septiembre de este año, el valor de mercado de la compañía se situó por debajo de los 150.000 millones de dólares. 

El valor se convertía así en el mayor destructor de riqueza para los accionistas de Wall Street en los primeros nueve meses del año. Así las cosas, hoy por hoy parece que sus acciones no ofrecen mucha seguridad. 

2. La empresa sufre el frenazo de la economía china

Con más de 82% de sus ingresos procedentes de China, Alibaba es muy sensible a la economía del país, que en la actualidad crece a su ritmo más lento en un cuarto de siglo. Para hacer frente al frenazo del mercado interno, la compañía ha tratando de diversificar sus negocios en otros países como Rusia y Brasil, pero tampoco con mucho éxito. 

3. Jack Ma continúa al frente de la compañía

En 2013, el multimillonario Jack Ma renunció como CEO de Alibaba y por aquel entonces dijo que quería centrarse más en el medio ambiente y la filantropía. Es posible que haya renunciado al título, pero no hay duda de que es el que manda en la compañía. Jack Ma sigue siendo la cara visible de Alibaba e, incluso, es él quien escribe las cartas dirigidas a los accionistas.

4. Otros negocios que no terminan de florecer

La compañía ha tratado de ir más allá de su negocio de comercio electrónico. Entre sus pretensiones figuran compras de equipos de fútbol, ​​estudios de cine o empresas de salud. Según cálculos de Bloomberg, Alibaba ha gastado 14.800 millones de dólares en adquisiciones en lo que va de año. 

La idea es que la empresa evolucione más allá del comercio electrónico hacia otras áreas como películas, deportes, sistemas de pago, sistemas operativos o servicios en la nube. La pregunta es si los inversores disfrutarán de esta expansión. 

5. Los inversores son los últimos

Hablando de los inversores, Jack Ma no estaba bromeando cuando dijo a los accionistas en 2014 que los empleados y los clientes eran más importantes que Wall Street. Alibaba ha tenido buen cuidado de su personal, repartiendo casi 4.000 millones de yuanes (630 millones de dólares) en el trimestre finalizado en junio. De momento, a los accionistas ni un centavo.