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Under Armour amenaza la hegemonía de Nike en la NBA

    En la imagen, el jugador de la NBA Stephen Curry, patrocinado por Under Armour desde su debut.

    Daniel Yebra

    LeBron James recibe el apodo de el rey en la NBA. Nadie discute ya que se ha convertido en uno de los grandes de la historia del baloncesto y, por supuesto, en uno de los mejores reclamos publicitarios para las compañías de ropa deportiva. Nike lo sabe bien. La firma paga 44 millones de dólares al año por tenerle en plantilla.

    A otras estrellas del baloncesto, como al eterno Michael Jordan o a Kevin Durant, les paga cantidades similares. Los analistas calculan que estas inversiones generan un retorno de 8 a 1, lo que convierte a estos patrocinios en pilares sobre los que Nike edifica su liderazgo en el sector.

    Un trono que, de momento, parece indiscutible. Nike capitaliza casi 100.000 millones de dólares y su cifra de negocio anual ascenderá a 32.500 millones al cierre del presente ejercicio si se cumplen las previsiones del consenso de mercado. Su principal competidor, Adidas, capitaliza 15.500 millones de dólares, mientras que se estima que ingrese 18.200 millones de dólares este 2015.

    Nike domina... por ahora

    Como LeBron en la NBA, Nike es el dominador absoluto del sector; aunque, ni la mega estrella del baloncesto ni la compañía norteamericana pueden evitar el empuje de las nuevas promesas. Primero fue Kevin Durant. Tras ser elegido mejor jugador de la liga en 2014, Under Armour, la revelación entre las firmas deportivas, movió ficha para conseguir que la nueva estrella (que había osado discutir el reinado de LeBron James) calzara sus zapatillas y vistiera sus equipaciones. El 2 de septiembre el acuerdo entre Durant y Under Armour se dio por cerrado. La firma había puesto sobre la mesa 285 millones de dólares por 10 años y sus acciones repuntaron más de un 4%.

    A última hora del día, con el parqué ya cerrado, Nike anunció que Kevin Durant había aceptado una oferta de 300 millones de dólares por 10 años. Under Armour se había quedado con la miel en los labios. Fue un traspiés para el que la firma pronto encontró solución. Con buen ojo, tenían firmado, desde su debut en la NBA en 2007, a Stephen Curry, que este año fue nombrado mejor jugador de la temporada. Cuando el pasado 16 de septiembre Under Armour anunció que había conseguido blindar el contrato de la nueva sensación, sus títulos escalaron un 5%.

    De la mano de Curry, la compañía muestra un ritmo de crecimiento al que ni Nike ni Adidas se acercan. Lejos todavía por tamaño de la primera, sin embargo, ha conseguido superar a la segunda. Actualmente, capitaliza 22.000 millones de dólares, después de sumar una revalorización del 50% en lo que va de año, frente al 20% que lo hace Nike o el 10% que lo hace Adidas.

    El consenso de mercado espera, además, que los ingresos de Under Armour crezcan un 56% en los dos próximos años, hasta alcanzar los 4.800 millones de dólares; y su beneficio neto otro 50%, hasta los 313 millones, mientras que sus dos competidoras apenas alcanzan incrementos del 15% según las mismas previsiones. Eso sí, la recomendación de compra más sólida del sector recae sobre los títulos de Nike.