Bolsa, mercados y cotizaciones
Las firmas españolas tienen margen para emitir 80.000 millones más en convertibles
- Las compañías podrían aprovechar más este instrumento
Javier G. Jorrín
Las empresas españolas tienen todavía mucho potencial por explotar en lo que se refiere a los distintos instrumentos de deuda híbrida, según Moody's. En total, tienen capacidad para emitir 80.000 millones más, de acuerdo con la metodología de la agencia de calificación crediticia. Según sus cálculos, con todos los datos al cierre del ejercicio de 2014, el total de deuda híbrida que podrían emitir las compañías españolas superaba los 90.000 millones de euros.
Estos datos se corresponden a las nueve empresas españolas (no financieras) que sigue la agencia y que tienen grado de inversión (las high yield no suelen emitir este tipo de deuda por el tratamiento de capital que tienen). De estos 90.000 millones, sólo han utilizado un 11%, esto es, casi 10.000 millones de euros. Esto significa que las empresas todavía podrían levantar más de 80.000 millones de euros.
De todas las compañías españolas, la que más ha aprovechado este instrumento es Telefónica, que, según los datos de Moody's, tiene más de 5.500 millones de euros de deuda híbrida colocados en el mercado, que empleó principalmente para financiar sus operaciones corporativas de los últimos años. Pese a todo, la teleco presidida por César Alierta todavía podría emitir 12.500 millones de euros más.
La firma que tiene más colchón hasta agotar toda su capacidad para emitir deuda híbrida es Iberdrola. La eléctrica tiene bonos convertibles por un total de 550 millones de euros en el mercado de los 30.500 millones que podría llegar a colocar. Otras compañías, como Repsol, podrían levantar todavía 21.900 millones de euros; y Gas Natural, 10.000 millones.
¿Cómo se calcula?
Estos datos no son cifras aleatorias, sino que las agencias de rating calculan cuánto puede emitir cada compañía en función de su metodología. En total, cada empresa (no financiera) puede colocar cualquier tipo de deuda híbrida hasta cubrir un total del 30% del patrimonio total ajustado (a partir de ahí no computaría como capital).
De toda la deuda híbrida, la más utilizada son los bonos convertibles. Estos títulos son especiales porque tienen la capacidad de absorber pérdidas, ya que se pueden convertir en capital (acciones) en un momento determinado, ya sea al vencimiento o con fechas predeterminadas de conversión y puede ser de forma obligatoria o voluntaria o a decisión de la empresa. El abanico de posibilidades que tienen las compañías a la hora de emitir un bono convertible son muchas, pero, lo más importante, es la capacidad que tienen estos activos para asumir pérdidas, o lo que es lo mismo, para contabilizar como capital.
Es por esta cualidad que las agencias contabilizan estos bonos un 50 por ciento como deuda y el otro 50 por ciento como capital, lo que sirve para mejorar sus ratios de endeudamiento. Estos bonos le sirvieron a Telefónica en 2013 y 2014 para financiar sus operaciones corporativas sin elevar su apalancamiento. Al ser deuda más susceptible de sufrir pérdidas que la deuda sénior, su rating suele ser algo menor y los inversores exigen a las empresas un cupón mayor. De este modo, el inversor ve recompensado su riesgo con una rentabilidad mayor.
Las compañías que no son grado de inversión no están incluidas en este cálculo. ¿Por qué? La respuesta es que Moody's no contabiliza la deuda híbrida como parte del capital para las empresas que son bono basura. De este modo, si no sirve para mejorar sus niveles de apalancamiento y además están obligadas a pagar un cupón mayor, lo normal es que no emitan este tipo de deuda.