Bolsa, mercados y cotizaciones
American Tower descarta entrar en China y Rusia
Víctor Blanco Moro
La compañía de telecomunicaciones está incrementando su presencia en mercados al margen de Estados Unidos. Sin embargo, sigue unas reglas estrictas, y James Taiclet, CEO de la compañía, declaró recientemente en una entrevista a 'Bloomberg' que no le interesan, ni China, ni Rusia, debido a la ausencia de un sistema legal sólido.
American Tower (AMT.NY)lo tiene claro. Quiere continuar expandiéndose fuera de Estados Unidos, tras comprar recientemente torres de comunicación a Verizon en el país, por 5.000 millones de dólares. Sin embargo, James Taiclet, CEO de la empresa, destacó la semana pasada en una entrevista a Bloomberg, que no pondrá el pie en China, ya que considera que la ley no impera en el país, algo que también le preocupa en Rusia, otro mercado en el que descarta entrar.
Y es que, el ejecutivo sigue unas reglas estrictas a la hora de elegir dónde invierte. Para reducir riesgos, exige que se trate de un mercado en el que haya al menos tres empresas compitiendo en el sector, y una de ellas debe estar entre las 12 más grandes del planeta. Además de esto, considera imprescindible que el país se rija por un sistema democrático, respetuoso con la ley y con sistemas legales sólidos.
Taiclet explicó que quiere continuar expandiéndose en regiones como Gran Bretaña y Portugal, además de reforzarse en mercados como India, Ghana, Nigeria y Sudáfrica, países que sí cumplen con sus criterios de inversión. En concreto, le interesa mucho India, donde las condiciones son más que adecuadas para entrar. Así, quiere reforzar su estrategia de tratar de aprovechar el boom de demanda de capacidad de comunicación inalámbrica en el mundo.
A la compañía le atrae de India que tiene un Gobierno elegido democráticamente, un mercado libre, sin restricciones para los derechos de las torres, además de una industria de telecomunicación sin una regulación excesiva, junto con un sistema judicial que respeta la ley. Taiclet destacó además que China y Japón están demasiado densamente pobladas para sus proyectos.