Bolsa, mercados y cotizaciones

Las grandes gestoras nacionales, obligadas a mover ficha

  • La mayoría de gestoras cotizadas tienen caja

Cristina García

Su estrategia hasta ahora ha sido la de ser fuertes en renta fija, cuando en realidad el activo que generará valor en el futuro será la renta variable. Una situación que forzará a las grandes gestoras nacionales a replantearse su estrategia para poder ser competitivos. La cuestión es... ¿Cómo?

Las piezas están sobre el tablero, unas con más peso que otras. Hasta ahora, las que controlan la partida son las grandes gestoras extranjeras especializadas sobre todo en renta variable, que gestionan grandes volúmenes tanto en Europa como en el mundo. Al otro lado, luchando por ganarse un hueco en la partida, se encuentran las españolas, de menor tamaño y con su estrategia centrada en la renta fija.Una táctica válida hasta hace un mes, que se apoyaba en los rendimientos que durante los últimos treinta años ha cosechado este activo -se sostenía en eso y en que la mayoría del ahorro en España es conservador-.

Ahora, sin embargo, las reglas del juego están cambiando y el inversor que busque rendimientos tendrá que asumir más riesgo en renta variable, lo que obligará a las gestoras españolas -con una clara preferencia hacia la renta fija- a replantearse su maniobra si quieren competir con las grandes fábricas de la gestión en Europa. Para ello tienen dos caminos: o comprar talento para reforzar sus equipos de renta variable, o buscar aliados fuertes en este campo -como ya hizo Santander AM con Pioneer-.

El objetivo de ambas estrategias es concentrar mayor volumen de activos para reducir costes. Lo que cobra mayor sentido, si cabe, en un entorno como el actual en el que las expectativas de rentabilidad de la renta fija son cada vez más bajas y en el que el grueso del patrimonio de las gestoras españolas se encuentra en mixtos, garantizados y fondos de rentabilidad objetivo. "El problema no lo tienen las boutiques, ni las grandes gestoras extranjeras", explica Víctor Alvargonzález, director de inversiones de Tressis. "El problema lo tienen las grandes gestoras españolas porque su producto no es competitivo. Se vende porque tienen un puesto de distribución en cada esquina. Sin embargo, si las extranjeras tuvieran su canal de distribución, las españolas habrían desaparecido hace tiempo", continúa.

A pesar del auge de la industria de inversión colectiva en España, el papel que ocupan las gestoras nacionales fuera de nuestras fronteras es secundario. Con la excepción de Santander AM, que tras su unión con Pioneer figura como la segunda gestora más grande en Europa -sólo superada por BlackRock-, con datos de diciembre, España sólo coloca otras dos firmas entre las cien más grandes de Europa. Se trata de BBVA, que se sitúa en el puesto 53 e InverCaixa, que cae al 70.

"La concentración del sector tiene sentido en un momento como el actual siempre que se generen sinergias y que los equipos sean complementarios entre sí", aseguran desde Fidelity. Es más, el ruido corporativo se alimenta en un sector en el que se espera que la mayoría de las gestoras cotizadas termine el año con caja. Entre las europeas, Schroders, la décima gestora más grande por activos en Europa con datos de diciembre, posee más de 3.000 millones de euros y Aberdeen, otros 1.000 millones. Entre las americanas, Franklin Resources, el grupo al que pertenece Franklin Templeton -la séptima firma con mayor patrimonio en Europa-, acumula más de 6.000 millones de tesorería.

Los primeros movimientos ya se han visto. El último, el de la entidad belga Bank Degroof con Petercam, que se unen a la fusión de Threadneedle Investments y Columbia Management, de Oddo AM y Meriten Investment Management o de la suiza Vontobel que se hizo con una participación del 60% en en TwentyFour AM, una firma especializada en renta fija en Londres.

Otro camino a seguir

Además de tomar una participación, las grandes gestoras españolas pueden optar por reforzar sus equipos de renta variable para ganar fortaleza en este ámbito. De esa forma también lograrían generar más alfa -mayor valor- en la parte de bolsa de sus fondos mixtos, ahora que la expectativa de rentabilidad para la renta fija ha caído de forma drástica. "Un maridaje de volumen y talento tiene todo el sentido ahora", señala Alvargonzález, de Tressis. "El problema es que su filosofía es seguir a un índice y cobrar un 2%", añade.