Bolsa, mercados y cotizaciones
¿Qué implicaciones tendría para el mercado si el FMI acepta al yuan en su cesta de divisas?
- La cesta de divisas está compuesta de dólar, euro, libra y yen
Javier G. Jorrín
Una vez cada lustro los directores del Fondo Monetario Internacional (FMI) se reúnen para discutir la composición de la cesta de divisas de la institución con la que se determina el valor de los Derechos Especiales de Giro (DEG) y la ponderación que se otorga a cada una de ellas.
A finales de año se produce la siguiente reunión y China ya ha puesto en marcha su maquinaria de presión para conseguir incluir al yuan dentro de las reservas de la organización internacional. Las autoridades del Partido Comunista quieren convertir a su divisa en una referencia mundial como reserva y para las operaciones comerciales, por lo que tiene que ganar este tipo de batallas para dar credibilidad y solidez a su moneda. La propia presidenta del FMI, Christine Lagarde, ha reconocido que el yuan acabará formando parte de la cesta de divisas de los DEG, pero tiene dudas de cuándo será.
China tiene muchos argumentos a su favor, casi todos derivados del tamaño de su economía y sus exportaciones, pero tiene el problema del alto control y regulación de los mercados financieros y de capitales. Las autoridades comunistas sienten que ha llegado su momento de dar un paso al frente en el escenario internacional, pero no lo quieren hacer derribando las viejas estructuras que siguen en pie desde la Guerra Fría, sino que pretenden escalar por ellas. Si consiguen meter al yuan en la cesta de divisas del FMI, conseguirán que todos los socios de la organización estén invertidos, de forma indirecta, en la divisa china.
¿Cómo se conforma la cesta de divisas del FMI?
La cesta de divisas que conforma el valor de los Derechos Especiales de Giro está compuesta por cuatro divisas desde el nacimiento de la moneda común: dólar, euro, libra y yen. Hasta la creación de la eurozona, el FMI empleaba marcos alemanes y francos franceses. El Directorio Ejecutivo de la institución se reúne cada lustro para determinar el peso que otorgan a cada moneda, en función de su importancia en el comercio mundial, en las reservas internacionales de los distintos países y la disponibilidad de divisas en los mercados internacionales.
La última revisión fue a finales de 2010 y decidieron dar un peso del 41,9% al dólar, un 37,4% al euro, un 11,3% a la libra y, finalmente, un 9,4% al yen. Además de las reuniones quinquenales, el FMI también se puede reunir en cualquier momento si considera necesario revisar el peso de las divisas. En 2011 se reunieron para valorar la necesidad de incluir al yuan en su cesta, pero determinaron que era demasiado pronto y no cumplía las condiciones necesarias. China se quedó a las puertas de meter al yuan en el FMI, pero entonces no era una prioridad. Esta semana recibió un espaldarazo a su propuesta con los comentarios del subdirector gerente del organismo, David Lipton, que explicó que el yuan ya no está infravalorado de forma artificial.
¿Por qué se ha convertido en una prioridad?
China ha cambiado mucho en los últimos años. Se ha convertido en una gran potencia mundial y económica con peso ya para asaltar los grandes organismos internacionales. Pero la candidatura del yuan al FMI no es sólo cuestión del peso de China, sino de su voluntad: ahora sí es una prioridad. ¿Por qué este cambio? Las autoridades del país quieren transformar el sistema mundial de divisas y eliminar el peso del dólar, ya que en los últimos años ha sido un activo de reserva demasiado volátil.
Los niveles tan elevados de deuda que ha alcanzado EEUU hacen de su divisa una veleta oscilando con los tipos de interés. China quiere una moneda que actúe como contrapeso para dar estabilidad a las reservas internacionales y asaltar el FMI es un paso clave para conseguirlo. El presidente del país, Li Keqiang, solicitó oficialmente en marzo a la organización que aceptase al yuan en su cesta de divisas, es la hora de ver si el FMI acepta.
Tareas pendientes de China
China tiene peso en la economía mundial y tiene aliados: Alemania y Gran Bretaña ya han dado su visto bueno a la incorporación del yuan a la cesta del FMI. Sin embargo, los directivos del FMI tienen dos requisitos para aceptar o no a una divisa. El primero es la importancia en el comercio mundial, ahí el yuan es una potencia, por lo que no tiene ningún problema. El segundo, es el libre flujo de capitales y la flotación limpia de la divisa, ya que el organismo no quiere incorporar divisas con un tipo de cambio manipulado que los países puedan emplearlos para conseguir un acceso más barato a los Derechos Especiales de Giro.
Este es el principal problema con el que se encuentra China, ya que todavía controla la cotización del yuan en el mercado de divisas. Si bien es cierto que el país ha dado pasos decisivos hacia la liberalización de su divisa, todavía queda mucho por avanzar. Actualmente, el Banco Popular de China establece un tipo de cambio central contra el dólar y permite al mercado fluctuaciones del 2%, pero necesita ampliarlo más.
Implicaciones para el mercado
La primera implicación que tiene el camino del yuan hacia el Fondo Monetario Internacional, al margen de que la divisa sea aceptada o no este año, es la mayor liberalización de la divisa, ya que cotizará con menos restricciones, o ninguna, lo que dejará que el mercado lleve al yuan a donde considere. Además, si incluye la divisa en los DEG, todos los miembros del FMI estarán invertidos en ella, por lo que aumentará su demanda y contribuirá a que suba en el mercado. Además, China podría deshacerse de una parte de sus reservas internacionales de otras divisas, lo que podría contribuir a debilitar a sus principales cruces.