Bolsa, mercados y cotizaciones

Los extranjeros suman casi 100.000 millones en bolsa española en 2 años

  • Los grandes fondos incrementan sus posiciones y entran en las OPV
  • El peso de inversores foráneos en las cotizadas crece hasta el 43%

Isabel Blanco

Salvo en firmas muy pequeñas, es difícil que en la lista de accionistas de una cotizada española no figure este miércoles un inversor extranjero. Los grandes fondos internacionales son los principales tenedores de acciones de las compañías españolas desde hace décadas, aunque su peso nunca había sido tan importante. La participación foránea ha crecido en los últimos años, sobre todo desde que España dejó de estar en el foco de la crisis de deuda periférica y pasó a ser el objetivo de grandes figuras de la inversión como George Soros o Bill Gates.

Solo desde el año 2012, la participación de los inversores extranjeros ha crecido en torno a 95.000 millones de euros. Y no solo porque la bolsa haya dejado atrás los mínimos que tocó ese año, sino porque el porcentaje que controlan del capital de las cotizadas españolas ha aumentado desde el 39,2 hasta el 43%, según los datos provisionales de BME referentes a 2014. Esta cifra supone un récord histórico.

Cambio de preferencias

Si este porcentaje se traduce a euros, a cierre del año pasado el capital extranjero acumulado era de 275.800 millones de euros, frente a los 181.000 millones de 2012, y si la participación se mantiene estable en esos niveles, hoy su cartera valdría en mercado 320.000 millones, su nivel más alto de la historia.

El cambio de preferencias se aprecia claramente a partir de 2012. Ese fue el punto de inflexión después de dos años en los que los inversores retiraron más capital del que introdujeron en la bolsa española. En el primer año de la crisis de deuda periférica, en 2010, cuando Grecia solicitó oficialmente el primero de sus rescates, los inversores extranjeros llegaron a vender 13.000 millones de euros más en bolsa española de los que compraron, según datos de BME. 

"Se produjo una fuerte huida de inversores, al calor de rumores sobre el posible rescate de España. Pero la situación fue cambiando radicalmente, pasando nuestro país a ser uno de los líderes del crecimiento de la eurozona y a ser beneficiario de las mejores perspectivas para los meses venideros", explica Victoria Torre, de Self Bank.

Este giro se aprecia en las cifras. Lejos de retirar dinero, en el último año, la inversión neta -la diferencia entre compras y ventas, es decir, lo que se queda en España- fue positiva, alcanzando los 7.700 millones. En ningún año de la crisis se había producido una apuesta tan elevada por parte de estos inversores. "España, muy castigada por la crisis financiera, principalmente de la periferia, y con un Quantitative Easing (QE) en marcha, se ha convertido en un mercado atractivo para los extranjeros y es muy probable que continúe atrayéndolos", señala Cristina Llau, analista de Morabanc.

Grandes gestoras

La mayor presencia internacional se debe a que tanto grandes fondos como inversores multimillonarios han tomado participaciones significativas en firmas españolas a lo largo de los últimos años. "Creemos que va a continuar esta tendencia. Por ejemplo, el sector inmobiliario ha sido uno de los más beneficiados en este sentido", apunta Cristina Llau. "El interés comenzó a verse en el sector inmobiliario y se hizo más evidente con la entrada en algunas compañías por parte de inversores ilustres", comparte Victoria Torre. 

Y es que algunas socimis e inmobiliarias desembarcaron en la bolsa con el apoyo degrandes gurús como Soros, presente en Hispania. También Lar España, por ejemplo, cuenta con fondos de la altura de Pimco; y Merlin, con UBS y Goldman. Otras figuras conocidas como Carlos Slim han cobrado peso en la bolsa española hasta el punto de que el magnate mexicano se ha convertido en el mayor accionista de FCC. Otros ejemplos son el de Banco Sabadell, donde el mexicano David Martínez y el colombiano Jaime Gilinski tomaron en 2013 participaciones significativas, o el de Popular, en el que entró el también mexicano Del Valle.

Pero el interés por empresas españolas también se ha palpado en las últimas salidas a bolsa. Cellnex Telecom, uno de los estrenos más recientes, colocó solo un 10% de las acciones ofertadas en la OPV entre inversores españoles, frente a un 50% que vendió en EEUU y un 25%, en Reino Unido. La compañía explicó que BlackRock se ha convertido en el segundo accionista de referencia, con un 6,2%, tras la propia Abertis, y este martes Credit Suisse confirmó una participación en la firma superior al 3%.  

BlackRock es precisamente la gestora con más poder en las cotizadas españolas, al controlar más de 17.000 millones de euros, según datos recogidos en Bloomberg. Este es el valor de mercado de las participaciones que tiene en más de 70 compañías españolas. La sigue Vanguard, otro de los grandes de la industria, que dispone de en torno a 8.600 millones en la bolsa española, con posiciones en cerca de 80 empresas. 

El papel de otros 'dueños'

Tras los inversores extranjeros, las familias se mantienen como los segundos dueños de la bolsa española (ver gráfico), en el entorno de un 25% de participación. Las siguen las empresas no financieras y, en un papel menos importante, bancos y cajas y entidades de inversión colectiva. En el último lugar se sitúan las compañías de seguros y las administraciones públicas. 

Al echar la vista atrás, tanto el Estado como los bancos y cajas se disputaban el tercer puesto hace dos décadas, con porcentajes cercanos al 15%. Ahora, por el contrario, la participación del Estado ha quedado reducida principalmente a la presencia de BFA en Bankia y a alguna otra posición residual y la desaparición de las cajas ha dejado al sector con un peso muy inferior al de antaño.