Bolsa, mercados y cotizaciones

Rusia, muchos recursos en manos de un descontrolado Putin



    Tiene petróleo, gas, carbón, hierro, plata e incluso diamantes. La riqueza del subsuelo de Rusia es una garantía de futuro que está a merced de las decisiones de su presidente Vladímir Putin, que 'ha elegido' pasar unos meses complicados. Es un 'viaje' apto sólo para inversores atrevidos

    El 20 de febrero, la agencia de calificación Moody's rebajaba el rating de Rusia a bono basura y advertía que será complicado que vuelva a subírselo en el corto plazo. De este modo seguía los pasos de otra de las tres grandes, Standard & Poor's, que también degradó su calificación a grado especulativo a finales de enero, después de una década siendo grado de inversión. Las sanciones internacionales del bloque occidental y la caída del precio del petróleo y otras materias primas han golpeado al país, que tendrá que enfrentarse a una profunda recesión en 2015.

    En la segunda mitad de 2014 se combinaron estos dos factores que son los que más pueden afectar a la economía rusa. Los inversores internacionales empezaron a retirar sus ahorros del país, lo que provocó una fuerte depreciación de su divisa y obligó al Banco de Rusia a intervenir en el mercado gastando una parte de sus reservas y a subir los tipos de interés para frenar esta sangría.

    La riqueza de Rusia está en el infierno, esto es, bajo de la superficie. Es uno de los países con un subsuelo más rico, con bolsas de petróleo, gas, carbón y otros minerales no energéticos, que han sido la base de su economía durante los últimos años. De hecho, las grandes empresas del país, desde Gazprom, Lukoil y Rosneft, hasta NorNickel o SeverStal y los grandes bancos, como Sberbank o VTB, están muy vinculados al negocio de la extracción y exportación de materias primas.

    Rentabilidad y riesgo

    En definitiva, Rusia es un gigante con un gran potencial que será, principalmente, lo que el presidente Vladímir Putin quiera. Es el mandatario ruso que más ha permanecido al frente del Gobierno desde la caída de la URSS (esta es su tercera legislatura) y ha movido los hilos de la política del país en el último quindenio.

    Para contrarrestar la caída de los ingresos, el Ejecutivo ha decidido elevar la presión fiscal, lo que contribuirá a frenar más la economía. Sin embargo, es la única salida que tienen las autoridades a la caída en picado de la recaudación provocada por el desplome del petróleo. El país necesita que el precio del barril de crudo esté en 90 dólares para equilibrar los ingresos públicos a su volumen de gasto. "La política fiscal contractiva y la baja confianza de consumidores y empresarios contribuirá a debilitar el crecimiento económico", explica Cathy Elmore, gestora de BNY Mellon. El FMI estima que el PIB del país caerá un 3 por ciento en 2015 y un 1 por ciento en 2016. Los analistas advierten de los riesgos de invertir en el país. "El balance de los riesgos está a la baja", advierte Ivan Tchakarov, analista de Citi. "Mientras se mantengan las presiones económicas actuales y las sanciones, no volveremos a recomendar Rusia", explica Elmore.