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Hecatombe para los planes de empresa que garantizan un beneficio definido

  • S&P cuantifica el desfase de los menores intereses en 92.000 millones


A la espera de conocer la letra pequeña del programa de compra de bonos del Banco Central Europeo (BCE), las acciones de Mario Draghi y sus chicos ya han hecho mella a determinados tipos de pensiones: a las de beneficio definido, que se comprometen a un pago fijo con independencia de las condiciones de mercado. Y en el actual, en el que la renta fija carece apenas de recorrido y la flexibilización monetaria por valor de 1,1 billones tenderá a ajustar aún más su precio, Standard&Poor's asegura que esta situación podría generar necesidades a las comercializadoras de estos planes de 92.000 millones de euros para hacer frente al pago de este tipo de pensiones.

Esta clase de planes, que conviven con los de aportaciones definidas, no lideran la norma entre las principales compañías europeas. En España, por ejemplo, "existen 34.000 millones de euros en planes de empresas, de los que sólo unos 1.000 millones de euros son de beneficio definido y muchos se constituyeron hace tiempo, por lo que son una parte residual", explica Ángel Martínez Aldama, director general de Inverco. Sin embargo, sí que pueden llegar a suponer un quebradero de cabeza para algunas empresas en el Viejo Continente.

Según advirtió Paul Watter, analista de S&P durante una conferencia telefónica el lunes, "el reto para las compañías en los próximos años estará en cómo equilibrar los déficits en sus planes de pensiones en un entorno de baja rentabilidad".

La agencia de calificación ha diseccionado la posición de las 50 empresas europeas con mayor exposición a este problema, es decir, donde el déficit de este tipo de planes supera el 10% de la deuda ajustada y ésta sobrepasa los 1.000 millones de euros. "Nuestro análisis muestra que las necesidades en las pensiones de beneficio definido crecerán entre un 11 y un 18%, el equivalente a una cifra entre los 58.000 y los 92.000 millones de euros en 2014", explicaron desde S&P en un informe paralelo publicado el pasado 26 de febrero.

Se trata de una situación impulsada por la fuerte caída de los rendimientos de los bonos corporativos a largo plazo y está compensada sólo en parte a través de la caída de las expectativas de inflación a largo plazo. "Esperamos que los pasivos crezcan aún más en 2015 asumiendo la reciente reducción de los rendimientos de bonos corporativos a largo plazo a menos de un 1,5% se mantiene a lo largo del año", estimó el documento. Entre las medidas para paliar esta situación, Watter sugirió una congelación de salarios, aumentar la edad de jubilación o frenar la incorporación de nuevos trabajadores a este tipo de planes de pensiones.

En general, la llegada de la compra de bonos soberanos por parte del BCE se ha dejado notar ya en las pensiones de muchas compañías. En Reino Unido, el déficit combinado de las empresas que forman el Ftse 350 alcanzó en enero los 182.690 millones de euros, máximo histórico según Mercer.

Otras empresas como Daimler, BT o Lufthansa ya se han apresurado a inyectar miles de millones de euros en sus fondos de pensiones para intentar equilibrar el impacto de los bajos rendimientos de los bonos. El fabricante de coches Daimler destinó en diciembre 2.500 millones de euros a su fondo de pensiones mientras que British Telecom inyectó 2.747 millones de euros en enero después de registrar un déficit de más de 9.000 millones de euros en su fondo de pensiones.

¿Hay riesgo en España?

A pesar de que en España los planes de empresa de beneficio definido son solo un tercio del total, a lo que no son ajenos es a los bajos tipos de interés de la deuda. El 60% del patrimonio de los planes de empresa en España está invertido en renta fija, según los datos ofrecidos por Inverco a cierre de 2014. Sobre todo pública y española, donde se encuentra el grueso de sus carteras con un 35% del patrimonio. Su otra gran apuesta es la deuda corporativa, también española, donde tienen otro 18,61% de su patrimonio. El resto que dedican a la compra de renta fija, un 5,8%, corresponde a emisiones extranjeras.

Este escenario obligará a las comercializadoras de este tipo de productos a virar su cartera hacia otros activos menos conservadores si quieren seguir manteniendo su nivel de rentas actual, explican en Tressis, donde apuntan que a los planes de pensiones "no les quedará más remedio que asumir más riesgo".