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La fiebre por el dólar salva los bonos estadounidenses

  • Los ETF de bonos de EEUU captaron en octubre 9.500 millones de dólares
  • Esta cantidad supone el 53% de todo lo acumulado en 2014


Los inversores no aprovecharon el fin del QE en EEUU para vender bonos sino para comprarlos ante la expectativa de un dólar aún más al alza. Los ETF de bonos americanos captaron en octubre el 53% de todo lo acumulado en 2014. La retirada de la Fed enmascara señales de una Gran Depresión al estilo de 1930.

Octubre de 2014. El mercado esperaba que el décimo mes del año se convirtiera en el último en el que la Reserva Federal actuara de sostén de la deuda pública americana, el último en el que este mercado contará con el soporte del QE. Así fue, en su última reunión de ese mes la Fed anunciaba que ponía fin al tercer programa de estímulos tras haber adquirido 1,62 billones de dólares desde que se pusiera en marcha en septiembre de 2012.

Lo normal habría sido pensar que con la Fed en fuera de juego la reacción del mercado hubiera sido la de anticiparse a esta decisión y vender estos activos ante la más que previsible caída de precio de estos activos. Pero en octubre la rentabilidad del bono americano cayó del 2,48% al 2,33% y los inversores compraron como nunca antes lo habían hecho.

Así se desprende de los datos del informe sobre ETF que BlackRock elabora cada mes. Según este documento, al cierre del mes de octubre los ETF, que replican el comportamiento de la deuda pública americana a corto plazo acumularon suscripciones netas por valor de 9.500 millones de dólares, el 53% de todo el dinero que había entrado en este tipo de fondos en el conjunto del año. Así, los inversores institucionales se erigían como los sustitutos de la Fed en la compra deuda pública pero, ¿por qué?

Apreciación clave

"La entrada de flujos debe responder más a la apuesta del dólar, a gente que busca beneficiarse de la apreciación del dólar. Además, aunque Yellen haya cambiado el discurso no parece que los tipos se vayan a ir muy arriba y aún queda algo que rascar por el cupón", afirma Juan Ramón Caridad, director del Master de Finanzas FIA. Esa captura de cupón explicaría también por qué la rentabilidad del bono americano a diez años ha caído del 2,33% al 2,26% desde el fin del QE. Daniel Suárez, de Gesiuris, coincide con Caridad a la hora de señalar el apetito por el dólar para justificar la entrada de dinero en ETF de deuda pública americana. Además, señala que detrás de estas compras también puede estar la corrección que sufrieron los activos de riesgo durante el mes de octubre, lo que aumentó la demanda de activos seguros.

Esa fiebre por sumar activos refugio a la cartera que se vio en el mes de octubre no se ha repetido en noviembre, ya que, según los datos de BlackRock, las entradas globales de dinero en ETF de deuda americana se frenaron, puesto que salieron 2.700 millones de dólares, lo que no impide, sin embargo, que las suscripciones en ETF de deuda pública americana acumulen en 2014 casi el triple de entradas que las vistas en ETF de deuda pública de fuera de EEUU.

Una diferencia en la que tiene mucho que ver el hecho de que, sobre todo si se sigue alargando el plazo en el que la Fed opte por subir los tipos en EEUU, el cupón superior al 2% que ofrece el bono americano es mucho más alto que el que se ve no solo en su equivalente alemán sino incluso en el bono español, pese a la enorme diferencia de rating y perspectivas económicas que hay entre ambos países.

Además, cada vez son más los inversores que recomiendan mantener bonos gubernamentales en cartera como "protección ante una amenaza de baja inflación o deflación", afirmaba recientemente Eric Tazé, de la gestora Amundi.