"Una de las rémoras de ahorrar para las pensiones son las altas comisiones"

Loreto Mutua, la mutualidad del sector aéreo, gestiona los planes asociados de más de 25.000 mutualistas y un total de 1.300 millones de euros. Jon Aramburu, su director general, se muestra satisfecho tras el renovado cambio de imagen de la firma, y valora la última reforma fiscal planteada por el Gobierno.

¿El cambio de imagen ha venido acompañado de mayor demanda?

Sensiblemente sí, aunque es un tema de medio-largo plazo. Teníamos la idea de que Montepío, el nombre que teníamos antes, sonaba un poco antiguo. Queríamos dar una sensación de apertura a los nuevos tiempos. Las mutualidades llevan más de 100 años funcionando en este país. Existimos y queríamos recordarlo. Todo lo que está pasando a la seguridad social ya lo han pasado antes las mutualidades: pasar de reparto a capitalización, a capitalización colectiva e individual. Los que estamos en el sector tenemos un bagaje y experiencia brutal.

Tienen el plan asociado más rentable a 15 años ¿Cuál es su objetivo de rentabilidad para 2014?

Estamos hablando de un tema tan serio como es el de las pensiones, buscamos que sean rendimientos estables en el tiempo. Nuestra rentabilidad objetivo es intentar no perder dinero nunca y lo que perseguimos a largo plazo es ganarle 2-3 puntos a la inflación. Este año, teniendo en cuenta el entorno, es razonable ganar un 4-5%.

Invierten el grueso de su cartera en renta fija y activos monetarios, ¿cómo van a arañar rentabilidad?

Hemos aumentado la exposición a la renta variable, aunque la idea de dólar a medio plazo puede ser interesante, y de otras divisas cercanas al euro, como la libra. Pero tampoco hay que obcecarse en que un año no tengas que sacar la rentabilidad absoluta. Son instrumentos a largo plazo, tenemos que sacar algo más que la inflación, ser consistentes en el tiempo y no hipotecarnos con inversiones de dudosa seguridad para luego tener que remontar un tema incierto.

En este sentido, muchas entidades están alertando a los partícipes de que sus rendimientos pueden verse mermados. ¿Es su caso?

Nosotros somos muy transparentes en la comunicación. En la mutualidad, que es el core del negocio, pasamos permanentemente un examen cada año y ofrecemos información constante.

¿Considera que la gestión activa sea ahora más importante que nunca?

Indudablemente, los gestores dan valor pero no todos, creo personalmente que se ha abusado mucho del tema. Siempre he sido muy defensor de la gestión pasiva, pero la activa te permite no quebrar. La pasiva está muy bien, todos los libros te dicen que es muy difícil batir a los índices en el largo plazo, pero te puede llevar a no cumplir parámetros en el corto y medio plazo. Ser activos te permite dar valor en el futuro.

¿Ha calado la idea de que es necesario ahorrar para la jubilación?

Va por tramos de edad, la gente empieza a interesarse por estos temas a partir de los 45 años. Pero les cuesta ahorrar, todos sabemos la precariedad de los salarios. La idea está calando en la sociedad pero no tanto como debería, porque con todas las reformas que ha habido y las que hay pendientes, creo que la gente debería estar concienciada de que para el futuro, el tema de la pensión es una cosa muy seria y hay que empezar desde ya. Cuando hay que capitalizar un tema, es fundamental poner capital, tiempo y rentabilidad. Cuanto antes se empiece es mucho mejor, es de lógica aplastante.

En su opinión, ¿cuánto sería necesario ahorrar de un salario para la jubilación?

Hay muchos estudios, pero entre un mínimo de un 4% y hasta un tope del 10% del salario mensual. De hecho, es más o menos lo que recomiendan los expertos para completar la pensión pública.

Entonces, ¿son suficientes las medidas planteadas en la reforma fiscal?

No ha sido suficientemente ambiciosa. Este tipo de productos con un ahorro de tipo finalista no están beneficiados. Con la última reforma fiscal, quien tiene más posibilidades de ahorro es quien más se beneficia. Han recortado hasta 8.000 euros la aportación máxima con derecho a deducción en el IRPF. Sin embargo, las rentas bajas que no llegan a ese importe ni siquiera tienen un beneficio fiscal por aportar aunque sea poco para impulsar la previsión social complementaria. Es una inquietud que a futuro debería de ser resuelta. Creo que en el mismo seno del Gobierno y el Partido Popular tachan esta reforma de poco ambiciosa, y estoy convencido de que habrá otras.

Se han recortado las comisiones máximas en planes de pensiones. ¿Creen que es suficiente?

Una de las rémoras que debemos quitarnos en pensiones es que las comisiones con aportaciones a muy largo plazo tienen que ser algo razonable, no tan altas. La media de planes de pensiones está cobrando en torno a 1,60% y los planes de empleo están entre el 0,1% y 0,3%. Eso es fundamental, porque en aportaciones que deberían ser de 30-35 años, lo que dura una vida laboral, drena muchísima rentabilidad.

¿Por qué tanta diferencia?

En las entidades bancarias, el gasto de comercialización, más el de gestión y todas los diferentes partes del negocio que cobran hinchan mucho las comisiones. A la gente se le cobra porque no conozca esto, porque si no lo haría él.