Bolsa, mercados y cotizaciones
El BCE mantiene los tipos en 0,25%: Draghi insiste en que seguirá vigilante
- Draghi descarta que se vaya a registrar deflación en la Eurozona
- El presidente piensa que hay que tener más información antes de actuar
Aunque un gran número de analistas anticipaba un recorte de tipos, tampoco ha llegado en la reunión de febrero. El Banco Central Europeo (BCE) ha decidido mantener el precio del dinero en el mínimo histórico del 0,25%, nivel en el que se encuentran desde noviembre, a pesar de que la inflación registrada en la Eurozona se sitúa muy por debajo del objetivo del organismo.
En rueda de prensa, el presidente Mario Draghi ha asegurado que las perspectivas de inflación a la largo plazo siguen firmemente ancladas en línea con el objetivo del BCE y descarta que se vaya a registrar deflación en la Eurozona. Eso sí, en su opinión, la región podría experimentar un periodo prolongado de inflación reducida, seguida de un aumento pero por debajo de los objetivos de la institución del 2%.
Así las cosas, Draghi advierte de los riesgos de una inflación baja durante un periodo prolongado, si bien apunta que se debe a los precios de los alimentos de la energía y destaca que aunque la recuperación es modesta, estamos ante signos positivos, como que la demanda se esta fortaleciendo y no debilitando.
Aún con todo, el presidente del BCE cree que todavía hay que tener más información para actuar. "La razón por la que no hemos actuado es la complejidad de la situación, que requiere que recopilemos más información", ha declarado Draghi.
La amenaza de una deflación en Europa había invitado a muchos a creer en la posibilidad de que el BCE anunciase hoy un recorte de tipos, teniendo en cuenta que el IPC de enero cayó hasta el 0,7% desde el 0,8% de diciembre, por debajo de las expectativas y muy lejos del 2% que tiene marcado como objetivo el organismo. Se trata del nivel más bajo desde la creación de la moneda única.
Sin dar más pistas sobre los próximos pasos de la institución, Draghi ha reiterado su mensaje de apoyo a la economía, recordando que está plenamente preparado para actuar en caso de considerarlo necesario, tal y como hizo en su última reunión.
En esa cita el presidente del organismo aseguró que el BCE podría adoptar nuevas medidas en dos casos: si se apreciase un deterioro de las perspectivas de inflación o restricciones en los mercados.
Así, el BCE señala que sigue vigilante, e insiste una vez más en que los tipos se mantendrán en los niveles actuales "o incluso por debajo" durante un periodo prolongado.
La autoridad monetaria de la Eurozona también ha mantenido sin cambios el tipo de facilidad de depósito en el 0,0% y su facilidad marginal de crédito en el 0,75%.
Aunque se ha hablado mucho de la posibilidad de rebajar a negativo las tasas de depósitos, el consenso del mercado no esperaba ningún cambio en este sentido. Rebajar a terreno negativo la tasa de depósito supondría cobrar a la banca por dejar aparcado el dinero en la institución, lo que en teoría debería animar a los bancos a dar más crédito. Cerca de 120.000 millones de euros se depositan cada día en el BCE.
Tensiones en los emergentes
Al inesperado descenso de la inflación, que contrasta con la idea del BCE de que ya había tocado suelo a finales de 2013, se suma la incertidumbre que existe por las tensiones en los mercados de divisas emergentes.
En su intervención, Draghi ha destacado el riesgo a la baja que supone para la economía de la zona euro la incertidumbre en las economías emergentes, si bien invita a observar hasta qué punto se puede extender en el tiempo dicha incertidumbre.
Con todo, el presidente del BCE ha añadido que la entidad observa la volatilidad actual en economías emergentes y que las consecuencias para el crecimiento global serán muy diferentes si se trata de un fenómeno pasajero o si va a mantenerse.
En la próxima reunión, que se celebrará en marzo, el organismo presentará una actualización de sus previsiones, que se extenderán hasta 2016.