Bolsa, mercados y cotizaciones

El Ibex salva la semana por la mínima y el euro se desploma hasta los 1,34



    Más que en la bolsa, el movimiento más relevante de la semana se produjo en el mercado de deuda y en el de divisas. No sin que la agencia de calificación de riesgos Fitch pusiese la guinda el viernes -ya con el mercado español cerrado-, al quitar la perspectiva negativa que se cernía sobre la calificación crediticia que le otorga a España.

    Una tregua, la de la agencia de rating, que viene acompañada de la tranquilidad que se respira en las últimas semanas en el mercado de deuda, donde la rentabilidad que exigen los inversores al bono español cayó por debajo del 4% por primera vez desde 2010, situando la prima de riesgo en los 228 puntos. La confianza de los inversores en torno a España es mayor, no sólo como reflejan las compras de bonos españoles a largo plazo, sino como también refrendaron los últimos datos publicados por el Banco de España: los inversores extranjeros inyectaron más de 36.000 millones de euros en el país en los 8 primeros meses del año, frente a la fuga de capitales que se produjo en el mismo periodo del año anterior.

    Con todo ese cóctel, el Ibex, que tan sólo logró subir en dos de las cinco últimas sesiones, logró salvar la semana por la mínima. Terminó con un ascenso semanal del 0,2% -pese a ceder un 0,7% el viernes-. Una pequeña subida similar a la que se vivió en el resto de Europa, donde salvando el caso de la bolsa italiana, que se anotó un 1,5%, el resto de índices no superó el 0,5% de avance semanal. En Wall Street, los repuntes semanales tampoco superaron el medio punto porcentual.

    La temporada de resultados, que en España ya ha alcanzado su ecuador, ha contribuido en ocasiones a ese alza del Ibex 35 -como en el caso de Banco Popular, que se disparó más de un 7% tras anunciar sus cuentas-, pero también ha servido de lastre en otras ocasiones. Sin ir más lejos, valores hasta ahora defensivos, por estar ligados al sector alimenticio, como Viscofan o Ebro Foods, decepcionaron con sus números y sufrieron una de las mayores caídas semanales dentro del selectivo, del 9,6 y el 5,6%, respectivamente.

    Pero más que la temporada de resultados, la política de los bancos centrales ha sido la que ha marcado la semana. Por un lado, porque la Reserva Federal de EEUU decidió mantener intactos los estímulos a la economía (el consenso de analistas no espera, por ahora, que los rebaje hasta el mes de marzo). Por otro, el euro sufrió esta semana la mayor caída en 8 meses contra el dólar, anticipando que el BCE, que se reúne el próximo jueves, podría bajar los tipos de interés, actualmente, en el 0,5%. Algunas firmas de inversión ya lo prevén. La divisa europea retrocedió más de un 2% contra el billete verde, hasta los 1,348 dólares.