Bolsa, mercados y cotizaciones
Inglaterra cierra oficiosamente el grifo de las compras
El Banco de Inglaterra allanó el camino de la Reserva Federal al oficializar la escasa probabilidad de que Reino Unido retome los estímulos. Una recuperación más robusta de lo que había previsto hace pocas semanas ha generado un consenso durante meses añorado en la Comisión de Política Monetaria.
Por primera vez este año, sus nueve integrantes coinciden en que la saludable evolución económica hace innecesario tirar de alivio cuantitativo, según revelaron las actas de su última reunión. Y ya que sus estimaciones para los próximos trimestres mantienen la senda positiva, resulta complicado imaginar un escenario en el que Londres tenga que volver a recurrir a la inyección de dinero para animar a los mercados.
El inusitado acuerdo arroja dos conclusiones principales. Por una parte, y aunque el programa sigue en la recámara, las posibilidades de una potencial nueva compra de activos son prácticamente mínimas. Por otra, las esperadas pautas para la política monetaria impuestas por el nuevo gobernador parecen comenzar a dar resultado. Pese a que los analistas siguen dudando de que los tipos se mantengan en el 0,5% hasta final de 2016, como sugeriría el vínculo vigente que supedita cualquier cambio al descenso del paro al 7%, la hoja de ruta del gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, ha generado al fin la aquiescencia en la Comisión.
Donde hasta ahora había división entre los partidarios de la ortodoxia y quienes reclamaban más agresividad, desde septiembre reina la conformidad. Los dos miembros que, junto al hasta junio gobernador, demandaban estímulos y que sólo dieron tregua a su reivindicación como medida de gracia ante el aterrizaje de Carney se han sumado a la corriente general, confirmando así un giro estratégico de la Comisión hacia un nuevo escenario en el que la recuperación brilla más que la necesidad de alivio cuantitativo. El cambio desencadenó un impulso para la libra, que llegó a cambiarse durante la sesión a 1,1972 euros, así como para el coste del préstamo, como consecuencia de unos mercados que ahora prevén que la próxima noticia del Banco de Inglaterra proceda de una subida de intereses a final del próximo año, o principio de 2015.