¿Quién tomará las riendas de la Fed en 2014? Los siete candidatos para suceder a Ben Bernanke
La Casa Blanca y el Departamento del Tesoro ya tienen una lista de aspirantes
En la imagen, Ben Bernanke.
Ben Bernanke, el guardián que vela por la estabilidad monetaria en Estados Unidos, abandonará su cargo el año que viene. Bien sea una salida voluntaria o más bien forzada. Desde que en 2008 el banco central comenzase a bombear liquidez al mercado como bálsamo para enfrentar la contracción económica, su balance ha engordado hasta sobrepasar ya los 3,4 billones de dólares. Bernanke, ¿banquero central del mundo?
Más de cuatro años más tarde, el PIB crecía un tímido 1,8% durante el primer trimestre del año mientras la tasa de paro se mantiene en el 7,6%. Un diagnóstico que a ojos de la Fed podría sentar las bases para una posible retirada a finales de este mismo año. Pase lo que pase, el legado de Bernanke sentará un precedente para su posible sucesor, cuya tarea tendrá como objetivo cerrar el grifo monetario sin provocar estragos en la renta variable ni destartalar la frágil osamenta sobre la que se sustenta la economía estadounidense.
Donald Kohn, con ganas de elevar los tipos
Después de cuarenta años en la Reserva Federal, la mayor parte de ellos en Washington, Donald Kohn, de 70 años, presentaba su dimisión en 2010. Sin embargo sus ex compañeros le tienen gran estima y además siempre ha sido considerado como un hombre de confianza de Alan Greenspan. De hecho, Greenspan reconoce que Kohn fue su "mentor" y le enseñó cómo dirigir su primera reunión del Comité Federal de Mercados Abiertos (FOMC), el foro donde los miembros con derecho a voto de la Fed fijan las tasas de interés. Desde entonces, Kohn se convirtió en uno los principales aliados de las políticas de Greenspan. Es decir, si por cualquier motivo llegase a suceder a Bernanke, seguramente Kohn no tardaría en apretar las tuercas monetarias del país y comenzar a elevar los tipos de interés. De hecho, las últimas declaraciones de Greenspan iban por ese camino después de que el histórico de la Fed considere que ya es hora de frenar la compra de bonos y activos y comenzar a endurecer la política monetaria de la primera economía del mundo.
Roger Ferguson, un predilecto de Greenspan
El que a día de hoy es consejero delegado de la Teachers Insurance and Annuity Association también cuenta con una amplia experiencia a bordo de la Reserva Federal, pero también dentro del sector privado. Entre 1999 y 2006 fue el vicepresidente del Consejo de Gobernadores del banco central de Estados Unidos, el mismo puesto que en estos momentos ocupa Janet Yellen. Ferguson, doctorado en económicas por la Universidad de Harvard, consiguió afianzarse ante la opinión pública tras su concienzuda serenidad en uno de los momentos más críticos para el país: los terribles atentados de septiembre de 2001. Durante aquella crítica situación, Alan Greenspan se encontraba fuera del país y fue Ferguson quien tuvo que enfrentar los primeros compases tras el shock social y económico sufrido por el país. Durante su periplo en la Fed, Ferguson lideró dos grupos de trabajo para mejorar la transparencia sobre las decisiones y comunicación del Comité Federal de Mercados Abiertos (FOMC). Como resultado, el banco central de EEUU optó por emitir un comunicado oficial y público al término de cada reunión del FOMC, explicando los motivos de sus decisiones sobre los tipos de interés además de incluir una evaluación sobre los riesgos que enfrenta la economía. Cuenta la leyenda que Greenspan tuvo predilección por Ferguson a la hora de sugerir nombres para sucederle. Sin embargo, las tendencias keynesianas de éste chocaban bastante con la política económica del por entonces presidente, George W. Bush, de ahí que se optase por retirar a Ferguson de las quinielas. También ha trabajado codo con codo con la administración Obama, comenzando como asesor económico y formando parte de distintos comités.
Christina Romer, cercana a la Casa Blanca
Parte del círculo más cercano a Obama durante sus primeros compases en la Casa Blanca, Christina Romer, de 54 años, fue una de las pocas mujeres cercanas al mandatario que ocupó el cargo de presidenta del Consejo de Asesores Económicos. Junto con Larry Summers, ambos jugaron un papel crucial a la hora de gestar el programa de estímulo valorado en 800.000 millones de dólares para combatir la resaca dejada por la crisis financiera, según apunta MarketWatch. Dicho esto, y volviendo a las polémicas de Summers, la relación profesional entre ambos fue mucho más que tensa, de ahí que esta experta en política monetaria, abandonase la Casa Blanca y optase por volver a su labor didáctica en la Universidad de California en Berkeley en 2010. Romer ha realizado una amplia labor de análisis en materia de política fiscal y monetaria desde los años de la Gran Depresión hasta la actualidad, mediante el uso de las notas de las distintas reuniones del Comité Federal de Mercados Abiertos (FOMC) y otros informes preparados por el personal del Reserva Federal para determinar cómo la institución estadounidense toma sus decisiones. Las conclusiones de sus estudios determinaron que parte del crecimiento económico relativamente estable durante la década de los 50 estuvo motivado por la política monetaria liderada por la Reserva Federal. Además considera que los miembros del FOMC podrían en ocasiones haber tomado mejores decisiones basándose en mayor medida en las previsiones realizadas por el propio personal de la Reserva Federal.
Lawrence Summers, una mente brillante y polémica
Larry Summers es una vaca sagrada entre los economistas de Estados Unidos. Doctorado en la Universidad de Harvard, se convirtió en uno de los profesores más jóvenes de la historia de la prestigiosa universidad con tan solo 28 años. Además de su periplo académico, Summers asumió el cargo de economista jefe del Banco Mundial entre 1991 y 1993. Posteriormente se sumó a la administración Clinton y en 1995 fue nombrado subsecretario del Tesoro y cuatro años más tarde sustituyó a Rubin al frente del Departamento. Un año después, Summers asumió el papel de presidente de Harvard y en 2009 se convirtió en el director del Consejo Nacional de Economía de Obama, cargo que desempeñó hasta que en 2010. Aunque su destreza económica es obvia, muchos consideran que la elección de Summers para sustituir a Bernanke al frente de la Fed podría contar con serios escollos a la hora de pasar el escrutinio de los legisladores. La figura de Summers ha estado relacionada en muchas ocasiones con diversas polémicas que han manchado su imagen pública. Desde discursos sexistas hasta aceptar incentivos por parte de Citigroup, mientras trabajaba para la administración pública. Aún así, muchos consideran que si Summers asumiera las riendas de la Reserva Federal, el banco central estadounidense contaría con un capitán del nivel de Alan Greenspan desde el primer día. Ahora está en manos del presidente Obama si opta por nominar a una persona de su círculo más íntimo o si, por el contrario, elige a otro candidato con más facilidades para convencer no sólo a los legisladores sino también a la clase económica del país.
Timothy Geithner, discípulo de Robert Rubin
El que fuera secretario del Tesoro durante uno de los momentos más críticos del panorama económico convierte a Timothy Geithner en otra de las claras figuras a tener en cuenta a la hora de recoger el testigo de la era Bernanke el próximo año. En primer lugar, hay que recordar que Geithner ya presidió en su día la Reserva Federal de Nueva York, el embrión del sistema de doce reservas federales, encargada no sólo de acoger en su seno parte de las reservas de oro del país sino también de lidiar directamente con el sector financiero. De hecho, Geithner fue el encargado de mover los hilos a la hora de casar a la banca comercial con la de inversión en aquel fatídico fin de semana de septiembre previo a la muerte súbita de Lehman Brothers. Durante su periplo en el Tesoro, donde sucedió a Henry Paulson, ex CEO de Goldman Sachs, Geithner tuvo que digerir y gestionar los distintos rescates a cargo del contribuyente no sólo a la gran banca del país (véanse Citigroup, Bank of America, Goldman Sachs o Morgan Stanley) sino también los flotadores públicos para la aseguradora American International Group y la industria automovilística del país. Al mismo tiempo, Geithner, que se retiró a comienzos de este mismo año para comenzar a escribir un libro sobre su experiencia, también es discípulo del secretario del Tesoro, Robert Rubin, y se convirtió a su vez en el protegido de Larry Summers, otro de los candidatos que suena para ocupar el puesto de Bernanke, aunque la fricción entre ambos se dejó notar cuando Summers asumió la dirección del Consejo Económico Nacional y Geithner dirigía el Departamento del Tesoro.
Alan S. Blinder, defensor del libre comercio
Amigo cercano de Bernanke, Blinder, de 67 años, cuenta a sus espaldas un periplo bastante traumático en la Reserva Federal desde 1993 hasta 1996 bajo la presidencia de Alan Greenspan. Precisamente, fueron los propios medios de comunicación los responsables de crear una tensión innecesaria entre Blinder y el por entonces presidente de la Fed al considerar que Blinder se postulaba como el gran oponente a las decisiones de monetarias de Greenspan. Desde que abandonase la Fed, Blinder se convirtió en uno de los principales asesores económicos del partido demócrata. Hay que tener en cuenta que Blinder, es uno de los economistas más influyentes del mundo según IDEAS/RePEc y es "considerado como una de las grandes mentes económicas de su generación". Blinder ha sido un fiel defensor de las políticas implantadas por Bernanke desde que éste asumiera su cargo como capitán de la Reserva Federal. De hecho, Blinder escribió un editorial en 2010 en el Wall Street Journal donde pedía "una tregua" para dar un respiro a su compañero en Princeton. Este economista es un firme defensor del libre comercio y ha sido muy crítico con las discusiones públicas sobre la deuda nacional estadounidense que ha llegado a calificar de "ridículo espantoso".
Janet Yellen, la 'paloma' favorita
Se postula como la paloma favorita para tomar las riendas del banco central estadounidense. La esposa del premio Nobel, George Akerlof, conoce la trastienda de la Fed como la palma de su mano. Antes de asumir su papel como vicepresidenta de la entidad, capitaneó la Reserva Federal de San Francisco y presidió el Consejo Económico de la Casa Blanca durante la era Clinton. Previamente ocupó un puesto en el Consejo de Gobernadores de la Fed, supervisado por aquel entonces por el mítico Alan Greenspan.
Para aquellos que sueñan con una apuesta segura, Yellen es la candidata ideal. Su agenda monetaria es básicamente la misma que la de Bernanke por lo que la transición se prometería sencilla. Al fin y al cabo es una de las palomas por excelencia dentro del comité de política monetaria y ha ofrecido hasta ahora un apoyo incondicional a las estrategias no convencionales de la Fed de comprar grandes cantidades de bonos y activos hipotecarios para alicatar el crecimiento de la economía mientras otros halcones, como es el caso de la presidenta de la Fed de Kansas City, Esther George, exigen el fin inmediato del conocido como Quantitative Easing (QE). No debemos olvidar que Yellen, de 66 años, ha sido la pionera de los principales instrumentos implementados en los últimos años por la Reserva Federal, especialmente en lo que a comunicación y transparencia se refiere. De hecho fue la artífice de las recientes ruedas de prensa posteriores a las reuniones del Comité de Mercados Abiertos de la Fed. Esta es una de las principales razones por las que se coloca a Yellen como una de las máximas favoritas para suceder a Bernanke como presidente cuando su segundo mandato expire a finales de enero.