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El Tesoro espera colocar este jueves hasta 4.000 millones en bonos

    Foto: Archivo


    El Tesoro Público espera colocar entre 3.000 y 4.000 millones de euros en la subasta de bonos a tres y cinco años que celebra este jueves, después de una semana caracterizada por el último examen de la agencia de calificación crediticia Standard & Poor's y el pacto entre el Gobierno y los agentes sociales.

    De hecho, la emisión se celebrará dos días después de que Standard & Poor's confirmara la notas de solvencias a largo y corto plazo de España por las reformas estructurales y la consolidación presupuestaria que está llevando a cabo el Gobierno, aunque mantuviera la perspectiva 'negativa' del 'rating' español.

    De la misma forma, tendrá lugar justo un día después de que el Gobierno escenificara en el Palacio de la Moncloa el acuerdo económico y social que ha alcanzado con los agentes sociales para hacer frente a la crisis y que incluye la reforma del sistema público de pensiones, entre otros.

    Estas medidas, junto a la ya anunciada aceleración de la reestructuración del sector financiero, han calmado por el momento las dudas de los inversores y han dado un respiro a la deuda española, cuyo diferencial se ha situado en los 190 puntos básicos. 

    En diciembre, el Tesoro emitió bonos a tres años a un interés medio del 3,71 por ciento, mientras que los títulos a cinco años salieron en enero al 4,54 por ciento. Hoy, la ?factura? podría abaratarse en torno a un 10 por
    ciento.

    Cumple los objetivos

    Hasta ahora, el Tesoro español no ha dejado de cumplir sus objetivos. La última vez el 25 de enero, cuando colocó 2.245 millones de euros en letras a tres y seis meses, cerca del rango más bajo de las previsiones de emisión, que eran de entre 2.000 y 3.000 millones, pero con tipos marginales que se redujeron prácticamente a la mitad respecto a la anterior subasta.

    Con el comienzo del año y a pesar de las tensiones que se vivieron en los mercados durante las primeras semanas de enero, el organismo no está teniendo problemas para captar liquidez entre los inversores, pese a las dudas que aún se ciernen sobre la economía española y que han llevado al Fondo Monetario Internacional a rebajar las expectativas de crecimiento del PIB español.