Bolsa, mercados y cotizaciones

La Fed anuncia que la liquidez ilimitada se acabará en el primer trimestre



    La Reserva Federal cumplió el guión establecido y mantuvo intacto su discurso sobre la mejoría de la situación económica y los obstáculos que todavía encuentra la recuperación. Pero incluyó en su comunicado una novedad muy importante: el anuncio del fin de la liquidez ilimitada en el primer trimestre de 2010, tal como se temía el mercado y siguiendo el camino marcado hace dos semanas por el BCE.

    Concretamente, el comunicado posterior a la reunión de la Fed anunció que la compra de titulizaciones hipotecarias por 1,25 billones de dólares, encaminada a favorecer la concesión de hipotecas y la recuperación del mercado inmobiliario, se ralentizará gradualmente hasta que concluya por completo al final del primer trimestre del próximo año.

    Igualmente, advirtió que las facilidades especiales de liquidez -incluyendo las subastas ilimitadas de financiación y la compra directa de papel comercial (pagarés de empresa)- se terminarán el 1 de febrero. En esa fecha también cerrará las facilidades de financiación concedidas intercambiadas con otros bancos centrales para que las entidades se financien en divisas distintas a la suya.

    La razón con la que Ben Bernanke justificó el fin de estas medidas excepcionales es la mejoría de los mercados financieros, que permite a los bancos encontrar financiación de los inversores a un coste razonable y hace innecesario que el banco central sea ya el principal prestamista del sistema bancario. Eso sí, admite que, si las condiciones vuelven a empeorar, tanto en la economía como en los mercados, ampliará el plazo de estas medidas.

    En todo caso, aunque el mercado sabía que esto tenía que llegar algún día -y no deja de ser positivo porque es un signo de normalización y de que las cosas han mejorado para el sector financiero- se lo tomó bastante mal y anuló las ganancias que acumulaba a media sesión.

    Por lo demás, Bernanke reiteró que mantendrá los tipos cero durante un largo período por el deterioro del mercado laboral: aunque las empresas han frenado los despidos, todavía tienen reticencias a la hora de contratar. Asimismo, la baja utilización de capacidad, la inflación controlada y las estables expectativas sobre los precios permiten no subir los tipos hasta bien entrado 2010.