Bolsa, mercados y cotizaciones
Los 700.000 partícipes del mayor plan de empleo solo aportan 300 euros de media
- El plan de pensiones de la construcción espera alcanzar 1.000 millones de patrimonio
- Sigue una estrategia conservadora para no asustar a los ahorradores con la volatilidad
Ángel Alonso
Madrid,
La reforma para fomentar los planes de pensiones de empleo, auspiciada por el anterior ministro de la Seguridad Social y actual presidente del Banco de España, José Luis Escrivá, ha permitido que aparezcan hasta 52 planes simplificados, entre los cuales el mayor por número de suscriptores es de la construcción, con 685.000 partícipes, según datos del sector. Una cifra que ha conseguido en año y medio y que representa a más del 90% de los trabajadores involucrados en el ramo, que cuenta ya con 70.356 empresas promotoras de este plan obligatorio por convenio.
Desde que se lanzó en febrero del año pasado, este vehículo, gestionado por VidaCaixa, del grupo CaixaBank, ha logrado alcanzar un volumen de cerca de 212 millones de euros, según cifras del sector, por lo que la media de dinero aportado por cada suscriptor se sitúa en torno a los 310 euros, una de las medias más bajas de todos los planes de empleo de los que ofrece datos Inverco.
Fuentes involucradas en la creación de este plan explican que la remuneración media de un trabajador de la construcción ronda entre los 23.000 y los 24.000 euros, fijados en las tablas salariales –aunque es habitual que la cantidad percibida sea mayor–, y la aportación media al plan de pensiones es de unos 25-30 euros mensuales, cifra que se sitúa cerca de lo que refleja la media alcanzada por cada partícipe.
Por convenio, la adscripción del trabajador al plan es obligatoria por parte de la empresa y equivale a una parte proporcional del salario correspondiente, donde se incluyen las mejoras de la remuneración aprobadas por convenio. Pero la atomización del sector, como se deduce del elevado número de promotores con que cuenta, ha provocado y provoca muchas disfunciones en su contratación, aunque en el sector se muestran sorprendidos del elevado grado de aceptación que ha tenido, por lo que no descartan alcanzar fácilmente los 1.000 millones de patrimonio en los próximos años. "Cuando cojamos velocidad de crucero, podemos captar 300 millones de euros cada año", aseguran.
El convenio alcanza a los trabajadores del sector afectados por el convenio y a los autónomos del ramo, aunque en este caso no se ha percibido mucho interés en el plan, por lo que la cifra final de partícipes podría llegar a las 800.000 personas.
Los partícipes, por su parte, pueden realizar aportaciones voluntarias, dentro de los límites legalmente establecidos y siempre que no determinen la obligación para su empresa o firma promotora de efectuar contribuciones adicionales a las previstas, dados los límites que se marcaron en la reforma de Escrivá.
Aunque este plan de pensiones es obligatorio desde el 1 de febrero de 2024, tiene efecto retroactivo, por lo que las empresas deben realizar las aportaciones correspondientes a los años 2022 y 2023 hasta un plazo determinado, establecido en el propio convenio. "El artículo 56 establece que las contribuciones correspondientes al año 2022 y a los meses del año 2023 anteriores a la integración del plan en el fondo de pensiones se ingresarán en la entidad depositaria dentro de los 90 días siguientes a la citada integración y a que se hayan cumplido los trámites y requisitos establecidos en la normativa de aplicación", explica Irene Fernández de Buján, asociada principal de finReg360.
En Inverco consideran que el escaso volumen que maneja el vehículo de pensiones de la construcción "demuestra que el desarrollo de este tipo de planes de pensiones va a ser lento, como ya anticipábamos. Desgraciadamente, los máximos impuestos a las aportaciones individuales a los planes de empleo en el sentido de que no puedan superar a las de la empresa (excepto para aportaciones inferiores a 1.500 euros) van a limitar su desarrollo", señala José Luis Manrique, responsable del departamento de estudios de la asociación de gestoras de fondos y planes de pensiones, quien pone el foco también en los planes de pensiones de empleo de los funcionarios. "La Administración central continúa sin hacer aportaciones, y los planes de pensiones de empleo simplificados de las administraciones públicas continúan sin desarrollarse", subraya.
De hecho, según las cifras de Inverco, el plan de los funcionarios de la Administración General del Estado cuenta con 471.558 partícipes, aunque solo maneja 578 millones de euros, gestionado por BBVA. Le sigue el plan de los funcionarios de la Generalitat de Cataluña, con 367.168 partícipes y un volumen de 407 millones de euros, gestionado también por VidaCaixa, del grupo CaixaBank.
La entidad catalana es, de hecho, la firma líder en el segmento de los planes de empleo, con la gestión de 337 planes y un volumen patrimonial de 13.568 millones de euros, lo que le otorga una cuota de mercado de casi el 35%, según los últimos datos de Inverco. Le sigue BBVA, con 338 vehículos en este segmento y un patrimonio de casi 8.000 millones, cifra que le deja una cuota del 20%. Por detrás ya se sitúa Ibercaja, aunque con datos más modestos: 17 planes de empleo y casi 4.700 millones de euros.