Bolsa, mercados y cotizaciones
Las cigarras cantan y bailan, mientras las hormigas preparan el invierno
Joaquín Gómez
Hay un factor poderoso en la industria de la inversión que es la envidia. Son muchos los que acaban invirtiendo en un determinado producto, porque algún conocido, amigo o familiar lo ha hecho con anterioridad con gran éxito. No lo hacen porque tengan un convencimiento claro de lo que están decidiendo. Aristóteles consideraba la envidia como una emoción de almas pequeñas.
Sin embargo, Nietzsche pensaba en la envidia como motor de superación si se utilizaba correctamente. En lo que se refiere a la inversión creo que es un factor positivo para el inversor y determinante para aumentar el patrimonio y el número de partícipes de productos que cumplen el objetivo comprometido.
Al llegar el periodo vacacional y acumular en 2025 una rentabilidad superior al 10% en el fondo que asesoramos, Tressis Cartera Eco30 (8,8% anualizado desde septiembre de 2018), algunos conocidos que se han quedado al margen del plan de ruta que hemos ido cumpliendo con los años me preguntan si es el momento de entrar por el simple hecho de haberse quedado fuera.
He abandonado por completo la sugerencia de cuál es mejor o peor momento para realizar una aportación a un fondo de inversión, porque considero que cuando se invierte a largo plazo, el único consejo acertado es el de realizar aportaciones periódicas para entrar tanto en los buenos como en los malos momentos de mercado. Sobre todo, porque son en estos últimos en los que resulta más complicado tener el acierto de hacer incursiones agresivas. Aparece la serotonina, esa sustancia química que hace tanto daño a la inversión, y que nos inmovilizará para comprar porque está estudiado que el riesgo de pérdida multiplica la insatisfacción que la felicidad por ganancia.
Este mismo año -cuando se produjo en abril la tensión de los aranceles por Trump-, un buen amigo al que construyo una cartera de cinco fondos equilibrada para el ahorro de largo plazo con aportaciones periodificadas mensualmente, me preguntaba si era conveniente dejar de hacer contribuciones cuando se desplomaban los mercados.
Lo que es indiscutible es que en este momento de bolsa estamos pagando un exceso por entrar en los índices, lo cual no tiene nada que ver con que hayan desaparecido las oportunidades y la infravaloración de muchas compañías. Objetivo fundamental de todos aquellos que de alguna forma tratamos de buscar valor en mercado. En AZ Valor hablan de que mientras las cigarras cantan y bailan, las hormigas se preparan para el invierno. Y el territorio burbuja en el que nos movemos en el mercado lo explican con contundencia: "El valor de todas las bolsas está en el 117% del PIB. Otros picos anteriores (100% en 2007, 110% en 2000, y 65% en 1929) fueron seguidos de caídas del 50%. El valor de la bolsa americana, 210% del PIB, es récord histórico desde 1970".