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Trump salva su gran reforma fiscal en el Congreso tras una votación agónica
elEconomista.es
Drama hasta el final para que Donald Trump consiga aprobar sus presupuestos. El megaproyecto de ley conocido como Big Beautifull Bill casi descarrila a última hora y ha sido salvado con una votación agónica. Si bien el martes ya recibió luz verde del Senado, ahora tocaba el Congreso. Para sorpresa de Trump allí se ha encontrado con una dura oposición en su propio partido ante el mayor déficit. Tras horas y horas de acuerdos bajo la mesa y todo tipo de maniobras políticas la Casa Blanca ha armado una mayoría suficiente.
Con 219 votos a favor contra 213 en contra el Congreso ha aceptado debatir el Big Beautifull Bill. Esto no implica su aprobación, sino simplemente que este proyecto pase a debatirse. Ahora faltaría reeditar esa mayoría que ya parece atada para lograr acabar con el tortuoso proceso legislativo y que ya solo queda la firma de Trump desde el Despacho Oval.
La 'Big Beautifull Bill', tal y como la ha bautizado el mismo Donald Trump, es una gran reforma fiscal, una ley presupuestaria, que se espera que sea la gasolina de las políticas del republicano. Su contenido concreto ha cambiado de forma sensible durante las diferentes negociaciones pero manteniendo siempre los mismos pilares.
Para empezar la ley implica la extensión permanente de los recortes fiscales que aprobó en 2017. Más allá de esto impulsa también nuevos recortes de impuesto muy diversos. Desde aumentar el límite para la deducción a los impuestos estatales para los contribuyentes hasta una rebaja de las tasas por propinas, el pago de horas extra, pasando por reducciones en los tributos por comprar automóviles, a las personas mayores, aumenta el crédito tributario por hijo... etc.
Eso desde el punto de vista de los impuestos pero desde el punto de vista del gasto la ley incluye un aumento significativo, particularmente de la inversión militar (en unos 150.000 millones de dólares) pero también en vigilancia de la frontera, deportaciones. Incluye algunos recortes concretos en Medicaid y las subvenciones a energía limpia.
En cualquier caso el balance según la mayoría de instituciones es un impulso importante de la deuda, que financiará toda esta remodelación absoluta de los gastos e ingresos del estado. Según la cámara bipartidista de estudios presupuestarios (CBO, por su siglas en inglés) la nueva ley ya aprobada en el senado aumentará en un mínimo de 3,94 billones de dólares la deuda de EEUU la próxima década o incluso 5,5 billones si las exenciones temporales se convierten en permanentes.
Desde la Casa Blanca argumentan, por el contrario, que el impulso en la economía que reducirá el déficit y el peso general de la deuda. Según el Ejecutivo en un comunicado esta misma semana "el déficit total para 2024 se reducirá a la mitad (3,2%) frente al 6,2% que hay con la normativa actual". Según el mismo el impacto económico será suficiente para justificar este avance. Desde Tax Fundation hablan de un estímulo del 0,4% para el PIB hasta 2024, mientras que en Oxford Economics ven un 0,1% más en 2025, un 0,5% más en 2026 y "efectos limitados posteriormente". En Yale son más pesimistas hablando de un impulso de la actividad de solo dos décimas.