Bolsa, mercados y cotizaciones

Por qué Argentina ha pasado de ser la mejor bolsa del mundo a una de las peores

  • El cepo cambiario y la política posterior han sacudido al Merval
  • La normalización económica y los aranceles han hecho el resto

Álvaro Moreno

Los mercados recibieron a Javier Milei con alborozo. Solo en 2024 el principal índice de Argentina se disparó hasta un 172%. Más allá de la confianza empresarial reforzada, la oleada inflacionaria que trajo su llegada con la devaluación del peso y la imposibilidad de sacar los activos del país por el cepo cambiario provocaron que la bolsa se convirtiese en un refugio desesperado para muchos inversores. Este ciclo triunfal del Merval ha dado un giro de 180 grados, pasando de ser el índice prácticamente líder del mundo a ser uno de los peores este 2025.

En lo que llevamos de año el principal índice de Argentina se hunde un 16,55%, siendo el peor de todo el mundo solo superado por la bolsa de Dinamarca y la de Líbano. ¿Qué ha pasado para que suceda este cambio de guión en tan poco tiempo? La realidad es que las últimas medidas de Milei, el proceso de normalización del país, los aranceles y el pánico internacional, especialmente en Wall Street, han actuado como una tormenta perfecta.

Empezando por el principio, el principal factor corresponde a la normalización de la economía argentina. La inflación intermensual en marzo de 2025 ya fue del 3,73% muy inferior a los dobles dígitos que eran la norma tanto en 2023 como en 2024. Estos años hubo una inflación interanual del 211% y del 117% respectivamente. Rodrigo Park, analista de Santander Argentina explica que este 2025 espera que sea el primer año de mayor normalización. La inflación nacional mensual ya se ubica hoy por en la zona del 3%. Eso, junto con el tipo oficial moviéndose a una tasa fija mensual controlada, apunta a que la inflación debería continuar descendiendo de manera rápida. La tasa anual era de 211% en 2023 pero debería estar en valores inferiores al 30% este 2025".

El tipo de cambio y el peso son un factor esencial para entender los mercados en Argentina pues, pese a la revalorización de los activos, muchas veces los inversores han acabado perdiendo frente a la 'carrera de los precios'. "En contextos de alta inflación, los inversores tienden a canalizar fondos hacia activos reales o financieros ajustables, como las acciones, lo que impulsa los precios nominales bursátiles", explica un reciente informe de la Bolsa de Comercio de Rosario.

Sin embargo, la inflación no está del todo contenida, con un IPC interanual del 55,9%, los precios de las acciones deberían seguir subiendo. Sin embargo, aquí es donde entra otro factor, el fin del cepo cambiario. Tras el acuerdo con el FMI, el 14 de abril, el Gobierno de Javier Milei retiró el cepo cambiario. El anuncio trajo subidas del 17% para el Merval las primeras horas. A pesar del impacto inicial, pronto han llegado importantes movimientos en el mercado cambiario que han tenido su impacto en la renta variable.

El analista Matias Battista, en declaraciones a Reuters, explica que la volatilidad cambiaria se ha instalado en una batalla del gobierno por mantener el peso elevado. ""El Gobierno está haciendo todo para que el mercado baje (suba el peso)". En resumen "no hay emisión monetaria y faltan pesos a medida que se reactiva la actividad económica. En este contexto hay fuertes operaciones y 'carry trade' y una gran intervención del banco central para corregir cualquier devaluación y evitar así una nueva escalada inflacionaria".

Resumiendo, la Casa Rosada ha dicho que no comprará dólares mientras el peso cotice entre 1.000 y 1.400. Los mercados esperaban un mayor apoyo a la estabilidad monetaria por parte del Banco Central de Argentina, algo que ha provocado una gran incertidumbre cambiaria y provocado que los inversores dolaricen sus carteras ante los riesgos.

La volatilidad post-cepo

Desde el fin del cepo cambiario el dólar ha vivido abruptas subidas frente al peso de hasta el 11% para hundirse un 5% en cuestión de días. Todavía un 5% por encima, las divisas están atrapadas en una espiral de gran volatilidad. Con ese margen de entre 1.000 y 1.400 hay margen de sobra para que las monedas se muevan con agresividad, dado que actualmente cotiza en los 1.127 pesos. En resumen, el mercado cambiario ha pasado de una subida sostenida del dólar a fuertes movimientos ya sin el cepo, algo que fomenta que los inversores busquen protegerse de esa volatilidad y reduzcan su exposición a activos locales o la moneda nacional.

Sin embargo, el principal problema está en que las empresas pueden esperar una mayor incertidumbre en sus cuentas, algo que también favorece ese éxodo de la renta variable. El motivo es claro las empresas exportadoras son el 50% del Merval y están reciben sus ingresos en dólares, por lo que los bandazos de divisas afectan directamente en sus resultados empresariales. En particular estas empresas están muy focalizadas en EEUU.

Además, si bien el cepo cambiario es una gran noticia a corto plazo ante la idea de una normalización, ahora los inversores no tienen que elegir entre Merval o una hiperinflación, pueden apostar por ahorrar en dólares, algo que a la larga está ejerciendo una presión a la baja. De hecho, en abril el índice ha experimentado la mayor caída un 10% a medida que los inversores iban tomando sus ganancias.

Dudas internas y externas

Todo esto se ha mezclado con serias dudas políticas tanto internas como externas. Empezando por el primer punto el gobierno de Javier Milei ha tenido una importante derrota política este mes en el congreso con el nombramiento de varios magistrados nombrados por el presidente argentino y bloqueados por la Corte Suprema del país. Este evento ha añadido dudas sobre los problemas que puede tener el Ejecutivo para desarrollar su agenda.

Por otro lado están los aranceles sobre EEUU. Las ventas a EEUU representan entre un 6% y 7% de las exportaciones del país pero, más allá del fuerte impacto que supondría para su balance destacan dos factores. La mayoría de las empresas del índice son exportadoras y su mercado principal es EEUU y, al mismo tiempo, este comercio con EEUU es una de sus principales fuentes de ingresos de dólares.

Actualmente el país sudamericano cuenta con un gravamen del 25% sobre el acero y aluminio, que ha destrozado a empresas como Tenaris y Luar, que se hunden este año un 15% y 30% respectivamente. También hay un gravamen general del 10% que lleva aplicándose desde el mes de abril. Según los cálculos de Capital Economics las exportaciones afectadas directamente pueden ascender a un rango de entre 1.500 millones y 2.500 millones. Es decir, Argentina está expuesta a un golpe en el PIB del 0,4%.