Bolsa, mercados y cotizaciones
El gráfico que muestra cómo China mata en silencio su cartera de deuda americana
- Desde 2022 con las sanciones a Rusia, Pekín ha ido diversificando su inversión
- El 'asesino' no fue China: Pekín tiene buenos motivos para no volar por los aires los bonos
Víctor Blanco Moro
Mientras el bono americano se hundía y su rentabilidad se disparaba amenazando con acercarse al 5%, el mundo entero giraba la cabeza hacia Pekín. La gran sospecha es que China había comenzado a responder a las bravuconadas comercial de Trump con una liquidación masiva de su cartera de deuda americana. A los pocos días, los datos apuntaban que el gigante asiático no había sido responsable del castigo a los bonos estadounidenses, pero lo cierto es que, desde hace tiempo, y de manera silenciosa, sí está reduciendo su exposición financiera a EEUU, especialmente a los bonos de largo plazo.
El conflicto arancelario que ha iniciado Donald Trump, junto a los intentos de intervenir en la política monetaria de la Reserva Federal, están haciendo que los mercados empiecen a dudar de la condición de refugio del bono estadounidense, hasta ahora, el gran activo libre de riesgo de referencia en el mundo. Para muchos inversores y analistas, los bonos del Tesoro estadounidense ya no son lo que eran, y más si la política de la nueva administración continúa por esos derroteros. En un conflicto en el que Trump se ha centrado en China, muchos analistas temen que el país asiático utilice su cartera de deuda del Tesoro norteamericano como un arma, con ventas de los bonos para castigar a EEUU.
Sin embargo, este proceso empezó mucho antes, y a día de hoy no hay señales de que se haya acelerado en los últimos meses, algo que ha reconocido el propio Scott Bessent, secretario del Tesoro de EEUU. China está reduciendo su cartera de deuda americana, sí, pero lentamente, sin agresividad, y todo apunta a que es un proceso estructural más relacionado con el temor a sufrir sanciones en un futuro, como le ocurrió a Rusia por la Guerra de Ucrania, que a las políticas de Trump.
Las reservas de activos internacionales de China siguen dominadas por Estados Unidos: 784.000 millones en bonos de largo plazo del Tesoro; 380.000 millones en bolsa estadounidense; 230.000 millones en bonos de Agencias como Freddi Mac y Fannie Mae; 60.000 millones de bonos del Tesoro de corto plazo y, por último, 20.000 millones en deuda corporativa de corto plazo. En total, cerca de 1,5 billones de dólares en activos de su gran rival de Occidente, en torno al 45% de los 3,24 billones que acumula el país en total en activos extranjeros.
Siendo los bonos del Tesoro de largo plazo la base de su cartera de activos estadounidenses, la pérdida de atractivo que están sufriendo estos títulos en todo el mundo como activo refugio sin duda es algo que el Gobierno Chino mira con preocupación. Sin embargo, la exposición del gigante asiático a estos títulos lleva ya varios años cayendo y, más allá del impacto a corto y medio plazo de las políticas de Trump, China se está desacoplando poco a poco de los bonos norteamericanos, especialmente de los de largo plazo.
El miedo a las sanciones
¿Qué es lo ha convencido a China de ir alejándose del bono americano con vencimiento a 10 años? Todo apunta a que la gran preocupación de China tiene más que ver con sanciones, como las que se impusieron a Rusia por la guerra comercial, que por otro tipo de cuestiones. De hecho, si se analiza cómo ha ido reduciendo el peso de estos títulos en su cartera de activos internacionales, es evidente cómo el acelerón en las ventas ha coincidido con la imposición de sanciones a Rusia.
Lo que parece claro, y así lo ve Scott Bessent, es que por el momento no ha habido una reacción agresiva de China en ventas de bonos americanos como arma en la nueva guerra comercial. El Secretario del Tesoro estadounidense ha reconocido a mediados de abril que "si los bonos del Tesoro tocasen un nivel concreto o si la Fed creyese que hay un… no los llamaré adversarios, pero si, un rival extranjero, está usando el mercado de deuda estadounidense como arma, o intentando desestabilizarlo con objetivos políticos, estoy seguro de que trabajaríamos juntos y haríamos algo al respeto, pero, sencillamente, es que no hemos visto que esto esté pasando", destacó Bessent.
El miedo de Pekín es que los miles de millones invertidos en dólares desaparezcan por un enfrentamiento con EEUU. Hay expertos que destacan cómo la gran preocupación de China con su cartera de activos extranjeros son las sanciones, como las que ha sufrido Rusia en los últimos años por la guerra en Ucrania. Las sanciones impuestas al país desde el año 2014, y que se aumentaron en 2022 con la escalada el conflicto, "son un recordatorio caro de la hegemonía financiera de Estados Unidos a través de un sistema internacional basado en el dólar", señalaron en 2014 Pan Liu y Zhang Weiwan, de la Universidad de Tsingua, e insistían en su informe, como recoge Financial Times, que "la lección a aprender por parte de China es clara".
Si se analiza cómo ha evolucionado la cartera de deuda del Tesoro estadounidense de largo plazo que tiene China, las ventas que se han producido desde que empezó el conflicto en Ucrania y se impusieron las primeras sanciones a Rusia encajan con la teoría de que la gran preocupación del gigante asiático es que le pueda ocurrir algo similar, y más teniendo en cuenta el contexto de tensión geopolítica que hay en este momento entre China y Estados Unidos, con Taiwán como centro del conflicto.
El pico de tenencia de este tipo de bonos se produjo en 2014, cuando China acumulaba cerca de 1,3 billones de dólares en estos activos y comenzó la guerra de Ucrania, con las primeras sanciones a Rusia por parte de Occidente como consecuencia. Desde ese punto empezó a mermar el volumen de deuda americana que acumulaba China en su cartera de activos extranjeros, y esta se redujo cerca de un 22% en los 8 años que pasaron hasta 2022. Fue en aquel año, en febrero, cuando Rusia llevó a cabo la invasión a gran escala, y también cuando se activaron las sanciones más agresivas, algo que coincidió con un acelerón en las ventas de bonos estadounidenses por parte de China: en sólo 3 años han bajado un 23,7%, más que en los 8 años previos.
Yu Yongding, miembro de la Academia China de Ciencias Sociales, y exmiembro del Comité Asesor de Planificación Nacional de la Comisión Nacional de Reforma y Desarrollo del Gobierno chino, y ex miembro del Comité de Política Monetaria del Banco Popular de China, expuso en 2022 sus preocupaciones por el riesgo que supone estar atado a activos de un país que puede congelarlos en caso de conflicto. "Las sanciones a Rusia han deteriorado la credibilidad internacional de EEUU, y han hecho temblar los cimientos de la confianza en un sistema financiero internacional dominado por Occidente. ¿Qué país puede estar seguro de que EEUU no congelará sus activos en el futuro?", se preguntaba Yongding.
Diversificación: oro, deuda de corto plazo y de agencias
El porcentaje que suponen los bonos del Tesoro estadounidense de largo plazo en la cartera de activos extranjeros de China continúa cayendo lentamente, pero no se aprecia un rechazo a cualquier activo estadounidense. De hecho, la deuda del Tesoro que empaquetan agencias como Freddi Mac y Fannie Mae ha experimentado un fuerte crecimiento en la década en la cartera de China, y sólo entre 2018 y 2020 creció un 60%, hasta alcanzar los 261.000 millones de dólares (actualmente se mantiene en el entorno de los 230.000 millones de dólares).
Pero no es el único activo estadounidense que ha aumentado mientras cae el peso de los bonos de largo plazo: los títulos de deuda del gigante norteamericano, pero de plazos más cortos, también están aumentando en China. En febrero de 2022, cuando empezó la segunda etapa de la guerra de Ucrania y llegaron las sanciones más graves contra Rusia, China tenía cerca de 10.000 millones de dólares en bonos de corto plazo de EEUU, una cantidad que se ha disparado en apenas tres años hasta los 60.000 millones.
Y, fuera de EEUU, el oro también está aumentando de peso en la cartera de activos de reserva de China: a finales de 2022 el oro en manos del banco central de China alcanzaban las 1.950 toneladas, una cantidad que ha aumentado hasta rozar las 2.300 toneladas en el mes de marzo, según los datos que publica el Consejo Mundial del Oro.