Bolsa, mercados y cotizaciones

El mercado espera que Powell se ponga de perfil y que la Fed no recorte los tipos hasta que Trump mueva ficha

  • Los inversores descartan movimientos de tipos en la reunión de este miércoles
  • Hasta julio, cuando ya se habrá resuelto el conflicto, no se esperan recortes de tipos
  • Los mercados descuentan 3 recortes de 25 puntos básicos de la Fed antes de 2026
Donald Trump y Jerome Powell. Foto: Reuters

Víctor Blanco Moro
Madrid,

Este miércoles la Reserva Federal se reúne por tercera vez en lo que va de año, un encuentro que llega, de nuevo, enmarcado por el ataque a la independencia del banco central por parte del presidente Donald Trump, y que, para los inversores, no dejará grandes titulares en esta ocasión. Los mercados tienen claro que no se van a recortar los tipos de interés en este encuentro, y esperan que la siguiente bajada en el precio del dinero se produzca en la reunión de julio, cuando ya habrá nuevas noticias sobre la política arancelaria de la Casa Blanca, al haber terminado la prórroga de 90 días de los aranceles que Trump anunció el 9 de abril. Las presiones de Trump continúan, pero todo apunta a que Powell se mantendrá impasible, una vez más, y que esperará a que se disipe la incertidumbre comercial, para bien o para mal, antes de tomar una decisión sobre los tipos.

El calendario que descuentan en este momento los mercados ha cambiado desde el que mantenían la semana pasada. Si el jueves pasado se descontaban 4 recortes de tipos en Estados Unidos antes de 2026, con el primer recorte esperado para el mes de junio, ahora los inversores creen que no habrá bajadas en el precio del dinero hasta julio, y que, en total, desde ahora hasta el año que viene, sólo habrá tres recortes de tipos de 25 puntos básicos.

Si esta hoja de ruta se cumple, significará que Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, no habrá movido los tipos de interés hasta que se haya resuelto el dilema de los aranceles. Powell se encuentra ahora en el foco de las críticas de Trump por no bajar los tipos de forma más agresiva, mientras que el primero ha defendido siempre, desde su nombramiento como presidente de la Fed, la independencia del banco central frente al poder político.

La realidad es que para la Fed tiene mucho más sentido no aventurarse a bajar tipos sin saber cómo acabarán las negociaciones comerciales entre EEUU y el resto del mundo. Hay economistas que advierten del peligro inflacionista que existe si finalmente se entra en una guerra arancelaria como la que Trump ha planteado, y este es uno de los motivos que lleva a Powell a ser prudente y no lanzarse a bajar tipos, algo que podría desatar una nueva ola de presiones inflacionistas.

Además, en la reunión de este miércoles la Fed no tiene programado actualizar su cuadro de previsiones macroeconómicas, algo que también apoya la necesidad de ser paciente con los recortes de tipos. Si la situación sigue su cauce, en junio la Fed tendrá más información sobre el desarrollo de la guerra arancelaria, y también tendrá disponibles las nuevas estimaciones de PIB e inflación de sus expertos, lo que les permitirá poder decidir sobre los tipos con más fundamento.

Michael Krautzberger, CIO global de renta fija de Allianz GI, explica el dilema al que se enfrenta ahora Powell. "La política comercial de Trump ha puesto a la Fed en una situación muy complicada, generando una gran incertidumbre en los mercados financieros, empresas y hogares. La economía estadounidense se enfrenta ahora a un reto doble: por un lado, se espera un menor crecimiento económico, y por otro, un repunte de la inflación, lo que complica el doble objetivo de la Fed: mantener el empleo en niveles altos y la inflación controlada", explica.

Krautzberger hace hincapié en cómo puede cambiar el plan de Powell, siempre en función de lo que ocurra en el frente comercial. "Powell ha dejado claro que, de momento, mantendrán una actitud prudente. Quieren observar cómo afectan los aranceles a la economía antes de tomar nuevas medidas, aunque el presidente Trump insiste en que se bajen los tipos en el corto plazo", señala. "Si la actual política arancelaria no cambia en los próximos meses, podría forzar a la Fed a intervenir si la economía se deteriora con rapidez", señala el experto.

Perspectivas para el Banco Central Europeo

El Banco Central Europeo tiene programada su próxima reunión de política monetaria el próximo 5 de junio y, a diferencia de la Reserva Federal, para el BCE sí que se espera que haya un recorte de 25 puntos básicos en ese encuentro. Además, los inversores están descontando que el siguiente movimiento a la baja será en septiembre, pero hasta ahí llegará el recorte del BCE si se cumplen las expectativas de los mercados, ya que, más adelante, no esperan que vaya a haber más recortes de tipos por parte del banco central en este ciclo.

La situación económica parece más sencilla para el BCE que para la Fed, ya que, aunque la incertidumbre por los aranceles también está en el aire, los analistas, en general, tienen más dudas de que esta disputa termine disparando la inflación en la zona euro. "Los bancos centrales y las autoridades fiscales tienen espacio amplio para apoyar al crecimiento, frente a sus homólogos estadounidenses", explica Citi. "El impacto esperado de los aranceles de EEUU a Europa presentan un problema más simple para el BCE, que los que suponen para la Fed", explica el banco estadounidense.