Bolsa, mercados y cotizaciones
BlackRock ve más cercana la indexación al capital riesgo para democratizar la inversión
- Larry Fink, CEO de la gestora, apunta en su carta anual la necesidad de incrementar el peso en las carteras de la inversión alternativa
- Recuerda la necesidad de la colaboración público-privada para financiar numerosos proyectos de infraestructuras
Ángel Alonso
Madrid,
La carta anual de Larry Fink, el presidente y CEO de BlackRock, es uno de los documentos más esperados de cada ejercicio. A fin de cuentas, es una de las grandes firmas globales de inversión, con casi 12 billones de dólares en activos bajo gestión. De ahí que los inversores busquen en las líneas de su misiva las principales ideas que inspiran al máximo responsable de la gestora norteamericana.
Y entre esas ideas, Fink tiene claro que facilitar el acceso de los inversores minoristas a los mercados privados (fondos de capital riesgo, de deuda, de infraestructuras e inmobiliarios) es el siguiente paso en la democratización de la inversión que se inició hace 400 años con la creación del embrión de la bolsa de Amsterdam.
Los altos niveles de endeudamiento de los gobiernos y la necesidad de atraer capitales para la financiación de proyectos de infraestructuras, por un lado, y el estrechamiento del universo de compañías cotizadas, en un momento en que la indexación gana fuerza, por otro, propician la necesidad de romper la imagen de que los vehículos de capital riesgo son solo para inversores millonarios.
"La razón de la exclusividad siempre ha sido el riesgo. La iliquidez. La complejidad. Por eso solo ciertos inversores pueden acceder. Pero nada en finanzas es inmutable. Los mercados privados no tienen por qué ser tan arriesgados. Ni opacos. Ni inalcanzables. No, si la industria de la inversión está dispuesta a innovar, y eso es exactamente lo que hemos hecho en BlackRock el último año", asegura Fink, quien recuerda de esta manera la compra que realizó su firma de Global Infrastructure Partners (GIP) y de HPS, focalizada en deuda privada, con lo que quiere posicionarse como un actor relevante dentro del mundo de la inversión alternativa.
El CEO de BlackRock subraya que "nos encontramos ante una oportunidad tan grande que es casi difícil de comprender. Para el año 2040 la demanda mundial de inversión en nuevas infraestructuras alcanzará los 68 billones de dólares. Por ponerlo en perspectiva, equivale aproximadamente a construir todo el sistema de autopistas interestatales y el ferrocarril transcontinental de EEUU, de principio a fin, cada seis semanas, durante los próximos 15 años".
Pero incluso la expansión de las compañías tecnológicas requiere de una inversión abultada en infraestructuras, que las propias firmas no pueden afrontar por si mismas, teniendo en cuenta que un solo centro de datos de inteligencia artificial requiere de una inversión de entre 40.000 y 50.000 millones de dólares.
El máximo responsable, obviamente, no es objetivo en sus comentarios, puesto que la creciente apuesta por la inversión alternativa y su acercamiento al inversor minorista a través de los productos indexados es la prioridad de una firma que es líder en gestión pasiva a nivel global
"Vemos la oportunidad de hacer ahora por la brecha entre el mercado público y privado lo que hicimos con la gestión pasiva frente a la activa", apunta Fink en su carta.