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La AIE confirma el principio del fin del petróleo en China: "La demanda de combustibles ha tocado techo"
- En 2024, el 60% del crecimiento de la demanda vino por un mayor consumo de China...
- ... este año solo será el 19% y todo será por consumo del sector petroquímico
- "La demanda de combustibles en China ya ha alcanzado el punto de estancamiento"
Vicente Nieves
El consumo de petróleo en China para fines relacionados con el combustible de automóviles, aviones, buques o calefacción (es decir, la mayor parte) ha tocado techo. Así lo confirma la Agencia Internacional de la Energía (AIE) en su informe de febrero. La agencia explica que el consumo de crudo en China aumentará todavía este 2025, pero será todo gracias a la industria química y petroquímica, si no fuera por este sector, la demanda crudo en el 'gigante asiático' se estancaría este año marcando un prematuro principio del fin de la era del crudo en China. La rápida electrificación de la economía china, el descenso de su población y el fin de lo que se conoce como sweet spot para el consumo de crudo en el país marcan este punto de inflexión. El mercado de petróleo deberá acostumbrarse a sobrevivir sin los fascinantes aumentos de la demanda que se han producido en China en los últimos años, además, el organismo internacional ha admitido que no hay relevo para China (al mismo del mismo tamaño). Pese a todo, la AIE prevé un aumento de la demanda global este 2025 gracias a países como la India y otros emergentes, donde el uso de crudo para automóviles, aviones o generación de energía sigue siendo muy relevante.
Para 'desgracia' del mercado de petróleo y los grandes productores, China ha superado el 'sweet spot' o punto dulce de consumo de petróleo. El crude oil consumption sweet spot o punto dulce del consumo de petróleo de una economía se refiere al punto óptimo en el que el consumo de crudo es muy necesario e intensivo para impulsar el crecimiento económico sin generar ineficiencias, costes excesivos o vulnerabilidades estructurales. Este punto se alcanza cuando la economía ya tiene un nivel de desarrollo suficiente para que sus hogares se compren coches (por ejemplo) y la industria use el petróleo para funcionar. Una economía muy poco desarrollada apenas consume crudo por la carencia de maquinaria, coches, vuelos etc. Mientras que una economía muy desarrollada suele reducir su consumo de crudo por el elevado nivel de eficiencia de su tejido productivo, de los coches (empiezan a ser eléctricos), etc.
De modo que este sweet spot se alcanza cuando la demanda de petróleo está alineada con el nivel de industrialización, la eficiencia energética y la estructura productiva del país, permitiendo que el crudo sea un motor del desarrollo sin convertirse en un freno por altos costos o dependencia excesiva. En economías en crecimiento, este punto suele estar ligado a la expansión del transporte, la manufactura y la petroquímica, mientras que en economías avanzadas puede estar condicionado por mejoras en eficiencia, diversificación energética y la transición hacia fuentes más sostenibles.
La AIE señala que " aunque el crecimiento en la demanda de crudo en 2025 estará liderado por China, su participación en este incremento global caerá desde el 60% de la década anterior hasta solo el 19%, un aumento que vendrá impulsado por completo por el sector petroquímico", señala el informe. La AIE prevé que la oferta siga siendo más fuerte que la demanda durante todo 2025, aunque ha rebajado levemente esta brecha. Sin embargo, la demanda seguirá teniendo importantes obstáculos (menor crecimiento, aranceles...) que suponen un lastre para el precio del crudo.
"Estos vientos en contra son especialmente evidentes en China, donde el crecimiento de la demanda de petróleo en 2024 será de solo 150.000 barriles al día en términos interanuales, lo que palidece en comparación con el incremento anual promedio de 600.000 barriles diarios registrado en la década anterior. El declive relativo de China también es evidente, ya que el país solo representará aproximadamente el 19% del aumento global de este año, en comparación con más del 60% en los diez años previos. Incluso este ritmo de crecimiento reducido depende casi por completo del consumo de materias primas petroquímicas, mientras que la demanda de los principales combustibles ya ha alcanzado un punto de estancamiento".
Gran volatilidad en el petróleo
Los mercados globales de petróleo están experimentando una gran volatilidad en la primera parte de este año: primero se produjo un fuerte aumento de los precios a principios de año, que más tarde dio paso a múltiples factores de presión que han llevado al crudo a los 74 dólares actuales, presentando caídas intensas en las últimas jornadas por el posible acercamiento a un acuerdo 'forzado' entre Ucrania y Rusia.
Precisamente fueron las preocupaciones por el impacto de las nuevas sanciones impuestas a Rusia e Irán, junto con el temor a posibles interrupciones en el suministro, lo que impulsó inicialmente los precios al alza. Sin embargo, el sentimiento del mercado cambió rápidamente ante la renovada inquietud sobre la economía mundial en medio de crecientes tensiones comerciales y su impacto en el ritmo de crecimiento de la demanda de petróleo. Tras un repunte de 8 dólares por barril, que llevó los futuros del Brent a un máximo de cinco meses por encima de los 82 dólares por barril a principios de enero, los precios han retrocedido hasta aproximadamente los 74 dólares por barril a medida que las tensiones comerciales internacionales se intensificaban yel posible fin de la guerra en Ucrania empieza a ganar enteros (o eso parece).
La demanda global aún crece
La previsión de crecimiento de la demanda mundial de petróleo para este año ha sido revisada ligeramente al alza, situándose en 1,1 millones de barriles diarios (mb/d), un aumento superior al crecimiento de los 870.000 barriles diarios de 2024. La demanda en el cuarto trimestre de 2024 fue más débil de lo esperado, a pesar de la caída de temperaturas que afectó a todas las regiones de la OCDE, así como a China.
En 2025, el crecimiento estará liderado por China, aunque su participación en el incremento global descenderá al 19%, en comparación con el 60% de la década anterior, debido exclusivamente al sector petroquímico. India y otras regiones de Asia desempeñarán un papel creciente en la expansión de la demanda, aportando conjuntamente 500.000 barriles diarios (kb/d).
Las nuevas sanciones de EEUU a Rusia e Irán sacudieron los mercados a comienzos de año, aunque todavía no han afectado significativamente el suministro global de petróleo. Las exportaciones de crudo iraní han disminuido solo de forma marginal, mientras que los flujos rusos, por ahora, permanecen prácticamente sin cambios. Al mismo tiempo, la oferta de petróleo de países fuera de la OPEP+, encabezada por América, se expandirá en 1,4 mb/d este año, superando con creces el crecimiento proyectado de la demanda. Sin embargo, la mejora en el cumplimiento de los objetivos de producción de la OPEP+ está reduciendo gradualmente el superávit de oferta previsto para este año. La alianza de productores confirmó el 3 de febrero su plan de comenzar a revertir los recortes voluntarios a partir de abril, destacando que "estos ajustes voluntarios adicionales han garantizado la estabilidad del mercado petrolero".
De hecho, con los datos de 2024 prácticamente completos, "nuestros balances del mercado petrolero muestran que la oferta total de petróleo igualó la demanda global en 102,9 mb/d el año pasado. No obstante, un análisis más detallado del crudo, otros líquidos y productos refinados revela una imagen más matizada. El mercado de crudo estuvo en cierto déficit en 2024, ya que la producción de crudo y condensados cayó en 120 kb/d en términos interanuales, mientras que la producción de líquidos de gas natural y biocombustibles aumentó en 570 kb/d y 200 kb/d, respectivamente. Como resultado, las refinerías tuvieron que operar a un ritmo más elevado para reponer los inventarios de productos, que se encontraban agotados. En diciembre, las existencias globales observadas de crudo cayeron en 64 millones de barriles, mientras que los inventarios de productos refinados aumentaron en 46 millones de barriles", destaca el informe de la AIE.
Pese a todo, la AIE admite que es demasiado pronto para determinar cómo responderán los flujos comerciales a los nuevos aranceles de EEUU o a su posible aplicación, así como el impacto que tendrá la escalada de sanciones a Irán y Rusia a largo plazo. Sin embargo, una y otra vez, los mercados petroleros han demostrado una notable resiliencia y capacidad de adaptación ante desafíos importantes, y esta vez no parece ser la excepción.
Visión general de la demanda de petróleo
La demanda mundial de petróleo aumentará en 1,4 mb/d en términos interanuales en el cuarto trimestre de 2024, y se espera que este impulso de crecimiento se mantenga en 2025, con un incremento promedio anual de 1,1 mb/d este año. No obstante, el nivel registrado en el cuarto trimestre de 2024 fue 190 kb/d inferior a nuestra estimación del mes anterior, ya que las entregas reportadas en los países de la OCDE perdieron parte del dinamismo mostrado en meses previos. Aun así, este fue el trimestre más sólido del año, ya que el frío de diciembre impulsó el uso de petróleo para calefacción, mientras que las temperaturas excepcionalmente suaves en el cuarto trimestre de 2023 habían generado una base de comparación más baja. Además, los precios del petróleo, más bajos en términos interanuales, incentivaron el consumo.
El año pasado concluyó con un aumento anual promedio de la demanda de 870 kb/d, confirmando su regreso a la normalidad tras las fluctuaciones extremas provocadas por la pandemia entre 2020 y 2023. La economía global mostró resiliencia en 2024, con un crecimiento del PIB del 3,1%, más de medio punto por encima de las estimaciones de consenso al inicio del año, impulsado por la fortaleza de la economía estadounidense y el estímulo chino. Sin embargo, las condiciones se mantuvieron por debajo de la tendencia de la década de 2010, con el sector manufacturero aún como un lastre. Esto hizo que el gasóleo fuera, con diferencia, el principal factor negativo para la demanda global, con un consumo que cayó en 120 kb/d el año pasado, siendo el único producto principal en contracción. Junto con las mejoras en la eficiencia de los vehículos y la expansión de la flota de vehículos eléctricos, este fenómeno podría frenar el crecimiento del consumo de petróleo en 2025.
India sustituye a China
Ante la debilidad de China serán otras economías emergentes las que ocupen una mayor proporción del crecimiento. En 2024, India (+200 kb/d) desplazó a China como el principal impulsor del aumento de la demanda, mientras que otros países y regiones emergentes también realizaron contribuciones significativas. Brasil (+90 kb/d) ocupó el tercer lugar en crecimiento del consumo de combustible, aunque Asia siguió siendo el foco principal del incremento de la demanda. Excluyendo a China e India, el consumo de petróleo en Asia no perteneciente a la OCDE aumentó en 300 kb/d, representando aproximadamente tres cuartas partes del crecimiento total. La demanda en Oriente Medio también tuvo un papel relevante, con un incremento combinado de 110 kb/d en 2024.
"No obstante, ninguna de estas fuentes alternativas de crecimiento puede igualar la escala y el ritmo de transformación material que China ha sostenido en lo que va del siglo, ni mantenerlo durante décadas. Además, las economías de todo el mundo ahora tienen acceso a alternativas de transporte menos intensivas en el uso de petróleo en una escala mucho mayor que en el pasado, en parte debido al éxito de China en desplegarlas en su propio territorio. Esto sugiere que 2024 marca el inicio de un período de crecimiento más lento y fragmentado de la demanda mundial de petróleo", asegura la AIE.