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Las compañías más internacionales baten al mercado en bolsa: 85 puntos en 10 años

Foto de archivo

Carlos Simón García
Madrid,

Es una constante cuando se habla de atributos positivos de una empresa la diversificación, no solo de negocio sino también geográfica, de forma que limite los riesgos de un descenso de ventas en una zona concreta. Sin embargo, hay quien defiende que las compañías con un sesgo más local gozan de una ventaja competitiva sobre estas compañías más internacionales por su cercanía al mercado.

Pues bien, FTSE diseñó un índice en 2006 que se compone por compañías de las que se reconoce un especial sesgo internacional bajo el criterio de tener más de un 30% de sus ingresos procedentes de fuera de su región de origen. Es decir, son empresas que tienen una parte importante de su negocio lejos de su mercado natural.

Este índice no solo acumula importantes alzas desde su nacimiento sino que bate a las principales referencias, como es el MSCI World. En los últimos 10 años, el FTSE Global 100, que se compone de las 100 firmas más grandes del FTSE Multinationals, alcanza una rentabilidad acumulada del 200%, 85 puntos por encima del selectivo referencia a nivel mundial que elabora Morgan Stanley. A otros plazos de tiempo también se imponen las firmas multinacionales. Este año sobrepasan el 24%, 7 puntos por encima del MSCI, mientras que a 5 años logra doblar su valor frente al 58% que se eleva la bolsa mundial.

¿Qué compañías aparecen en este índice? Pues su composición refleja claramente que las empresas más internacionalizadas del mundo son las de Estados Unidos. El 74% de la cartera está formada por firmas cuya sede está en Estados Unidos, pero venden un 70% o menos a clientes de todo el continente americano y un 30% o más al resto del mundo. La brecha con respecto a compañías de otras latitudes es abismal, pues el siguiente país más representado es Reino Unido, con un 4,85%, seguido de Japón, con un 4,3%.

En el caso de España, las 14 empresas que por su diversificación geográfica están listadas en esta selección, pesan tan solo un 0,7% del total. Aunque no se desglosa hasta este nivel la composición del selectivo de FTSE, entre las compañías más internacionalizadas de la bolsa española se encuentran algunas con un gran peso en el mercado del dólar como Grifols, ACS, Acerinox, Fluidra o Ferrovial, entre muchas otras.

También hay otras empresas que tienen un especial foco en Latinoamérica, como BBVA en México, Prosegur en Brasil y Argentina, Telefónica en Brasil o Santander, también en el país brasileño. Todas estas compañías son algunas de las más internacionalizadas dentro del mercado español sin contar aquellas que salen de las fronteras españolas, pero se quedan en Europa para hacer la mayor parte de sus ingresos.

"Antes de la fuerte caída que registraron los mercados a principios de agosto ya había indicios que apuntaban a una mayor participación en los mercados de compañías fuera de las Siete Magníficas y hemos visto una mejor evolución entre aquellas más internacionales y con reparto de dividendos", explican desde Capital Group. "Más allá de los gigantes tecnológicos, hay muchas compañías de distintos sectores en los mercados internacionales con buenos modelos de negocio, flujos de efectivo y potencial de crecimiento de beneficios", agregan.

¿Desglobalización?

Es cierto que a raíz de la crisis de las cadenas de suministro tras la pandemia, primer germen del repunte de la inflación que todavía permanece en la economía, se ha iniciado una tendencia antiglobalización de forma que cada vez más empresas buscan acercar toda la cadena de producción a sus clientes, evitando en la medida de lo posible depender de lo que suceda en la otra punta del mundo y de los costes del transporte, por momentos muy volátiles estos años.

Sin embargo, esto tiene una contrapartida en el coste de fabricación de algunos productos, mucho más costosos en zonas donde los costes laborales o las materias primas son más altos. "Las tensiones entre EEUU y China, así como la invasión de Ucrania, ponen también de relieve el riesgo de depender de un solo proveedor para suministros críticos como energía, alimentos y chips", apuntan en Capital Group.

"Ahora muchas empresas han aprendido de esta situación y ahora buscan diversificar en mayor medida sus cadenas de suministro", siguen. "Aunque es imposible desplazar a China como la mayor base de fabricación del mundo, muchas empresas buscan ahora ubicaciones adicionales, como India o México, además de impulsar procesos de automatización a través de la Inteligencia Artificial", concluyen desde Capital Group.