Bolsa, mercados y cotizaciones

Los gestores 'value' esperan "una década histórica" de rentabilidad de doble dígito

  • Recalcan que la gestión pasiva genera mucha volatilidad pero también oportunidades

Ángel Alonso
Madrid,

Una década histórica de rentabilidad de doble dígito. Así de contundentes se mostraron los participantes en la cuarta mesa de debate del III Foro de la Gestión Activa, organizado por elEconomista.es esta semana, y no solo no temen la expansión de la gestión pasiva sino que la consideran una aliada, en cuanto que deja oportunidades en segmentos olvidados por los algoritmos.

"Estamos ante una década que va a ser histórica para la gestión de valor porque ahora estamos viendo cosas que no hemos visto nunca", señaló Carlos Val-Carreres, gestor del MyInvestor Value, quien explicó que en la crisis de las puntocom las compañías tenían valoraciones desorbitadas ante lo que solo eran expectativas de crecimiento, mientas que ahora se produce el mismo fenómeno pero con empresas que ya generan beneficios. Pero "estamos dando por bueno que sus márgenes van a ser sostenibles a largo plazo, mientras que en el universo de small caps estamos dando por válido que negocios que no van a desaparecer nunca van a ofrecer retornos por encima de su coste de capital. Y eso es complicado que ocurra. Las compañías pequeñas han podido sufrir más por los costes financieros pero, si se produce una normalización, será su catalizador", subrayó el gestor.

De la misma opinión se mostró Jaume Puig, CEO y director de inversiones de GVC Gaesco Gestión, quien recalcó que "la gestión activa va a dar retornos de doble dígito con inteligencia artificial o sin ella", y advirtió que el aumento de la productividad esperado por su aplicación en los procesos de producción se extenderá a todas las compañías, no solamente a los fabricantes de chips. "Las empresas medianas y pequeñas crecen más que las grandes pero cotizan a múltiplos inferiores. Pero cuidado con la IA, porque nosotros en la gestora aplicamos machine learning desde hace más de veinte años en algunos fondos y no es una solución universal para todos. La inteligencia artificial tiene sus límites", aseveró.

Para Víctor Álvarez, director de renta variable de Tressis Sociedad de Valores, la gestión pasiva está generando una "asimetría brutal" en el mercado que ofrece oportunidades de inversión. "En junio el S&P 500 subió un 3,5%, pero el conjunto de las compañías de media cayó un 0,5%. Es brutal la divergencia porque solo cien compañías tuvieron una rentabilidad por encima del índice. Una de las partes positivas es que se está revirtiendo algo pero, desde el dato de inflación de EEUU de julio, esa dinámica se ha dado la vuelta, y el conjunto de las compañías ha subido casi el doble que el S&P. Así que si nos alejamos de las Siete Magníficas, tenemos un montón de oportunidades", recalcó Álvarez.

Tomás Pintó, responsable de la cartera internacional de Bestinver, apuntó que entre las 493 compañías restantes del principal índice norteamericano de bolsa "hay muchas que no están nada caras y son muy buenas". y explicó que entre las últimas compras realizadas en la gestora han incluido alguna, pese al sesgo a firmas europeas. "Los ETF no se reúnen con compañías, lo que genera muchas oportunidades en el nicho de gestión en valor, pero hace falta un equipo de gestión, un procedimiento de inversión y temperamento", concluyó.

Tomás Pintó (Bestinver)

El crecimiento de la gestión pasiva ha favorecido que los inversores se fijen más en el corto plazo, por lo que cualquier mala noticia de una compañía pesan más que nunca en el ánimo inversor. Tomás Pintó, responsable de la cartera internacional de Bestinver, lo define con una frase: "El mercado está obsesionado con el momentum".

Un ejemplo claro de esto se comprueba en las compañías automovilísticas, en las que los inversores dudan sobre cuándo terminarán las revisiones negativas. "Es curioso lo que ocurre con los fabricantes de coches, en un momento en que tienen más caja neta y los balances más sólidos. En el caso de Stellantis, si consigue estabilizar el negocio en EEUU, creemos que a partir del segundo semestre de 2025 puede ser muy positivo. Probablemente el mercado no va a pagar 10 veces beneficios pero tampoco las 2 o 3 veces que está pagando ahora, será algo intermedio", aclara Pintó.

En este caso, como en otros, cobra especial importancia el equipo directivo. "Nosotros nos fijamos mucho en el equipo gestor, como ocurrió con Pandora en 2019 o luego con el nuevo CEO de Rolls Royce. Tenemos muy en cuenta cómo se paga a los responsables directivos: si vemos que es por beneficio por acción, salimos huyendo. Si vemos que es por ratios de generación de caja o retorno del capital, nos empieza a atraer, al igual que sean accionistas, como nosotros, por supuesto.", explica Pintó, y pone de ejemplo al CEO de Vallourec, Philippe Guillemot.

Víctor Álvarez (Tressis SV)

Para Víctor Álvarez, responsable de renta variable de Tressis SV, obtener una rentabilidad de doble dígito "no es fácil, pero sí posible", aunque ahora exista un enemigo muy poderoso que juega en contra de los intereses del propio inversor y es él mismo, sobre todo en un contexto en que la gestión pasiva ha permitido obtener retornos altos, de doble dígito en algunos casos, en determinados índices como el tecnológico de EEUU o el de bolsa norteamericana.

Y este impacto de la gestión pasiva se traduce en que sea complicado tener paciencia con la gestión activa, por el horizonte a largo plazo que requiere para que fructifique. "Uno de los inconvenientes que tenemos hoy en día es el tiempo, por la era de la inmediatez en que vivimos, acostumbrados a utilizar Amazon y tener al día siguiente en casa cualquier cosa que compremos. Y esto significa que inculcarle a cualquier nuevo inversor que es necesario tener paciencia es complicado y puede exacerbar el comportamiento cortoplacista de los mercados", señaló.

Y entre los valores que Álvarez destaca como de los que requiere ser paciente menciona a Airbus, porque "no sé en qué compañía aérea volaré mañana a Londres o Amsterdam, pero sé que será un avión de Boeing o Airbus", y Deutsche Telekom, donde comenzaron a invertir hace seis años, en un momento en que el mercado solo recogía la valoración de su negocio en Estados Unidos a través de T-Mobile pero "nos estaba regalando la parte de negocio en Alemania y Europa del Este, que genera mucho flujo de caja y con el que hoy en día puede pagar el dividendo y la recompra de acciones", comenta el responsable de Tressis SV.

Jaume Puig (GVC Gaesco Gestión)

Jaume Puig, CEO y director de inversiones de GVC Gaesco, no tiene claro que los inversores sean plenamente conscientes de que la gestión pasiva implica "estar dispuestos a coger todas las burbujas que vengan, todas", remacha, en un momento en que "la actual concentración del mercado no se veía desde 1929, con tan pocas empresas que capitalicen tanto". Pero si hay un tema del que está seguro es de que el mantra del bajo coste de los ETF tiene truco.

"En algún momento se tendrá que hablar seriamente del tema de la estructura de costes de estos productos, porque el debate se centra mucho en el coste del vehículo pero los ETF, frente a los fondos, asumen otros costes fuera del vehículo que, normalmente, el inversor no computa como tales, entre ellos el spread [diferencia entre la compra y la venta de los subyacentes]. Imaginemos que alguien cobrara cada vez que se compra y se vende y se quedara ese spread... Pues en el mundo de la inversión pasiva ocurre, aunque luego se retrocedan. Una diferencia que, curiosamente, el inversor paga pero no lo computa como coste. Así que queda mucho para esclarecer bien cuáles son los costes reales de cada tipo de vehículo. En el mundo de los fondos la transparencia es total, y ahora les tocaría también a los ETF tener el mismo nivel de transparencia", explicó.

Y dado que la gestora de fondos cotizados obtiene ingresos por el coste explícito del vehículo, pero también por ese spread en las operaciones, Puig cree necesaria una mayor transparencia. "Pienso que no ponen un cero en la parte de coste explícito porque, si no, alguien podría pensar de dónde proceden entonces los ingresos...", señala.

Carlos Va-Carreres (MyInvestor)

Carlos Val-Carreres, gestor de MyInvestor Value, que ha cumplido tres años de vida en el neobanco de Andbank, considera que en algún momento el mercado pondrá en valor a las medianas y pequeñas compañías, que muestran una brecha de valoración respecto a las grandes capitalizadas como pocas veces se ha visto. Y aunque la narrativa de la inteligencia artificial (IA) sigue siendo un poderoso imán para los inversores, cree que su impacto real en determinados sectores o compañías será limitado, lo que deja una oportunidad de inversión en compañías que difícilmente van a desaparecer de la noche a la mañana.

"La IA debe tener un impacto muy fuerte para que negocios como el del acero inoxidable tenga un sustituto. Yo no lo veo, y lo mismo ocurre con muchas cosas sencillas que están, en muchos casos, cotizando por debajo de su valor en libros", destacó el gestor. De ahí que él prefiera invertir según la teoría de las derivadas, por la que prefiere las compañías beneficiadas de una temática o innovación determinada de manera indirecta. Así, en lugar de los fabricantes de chips, prefiere las empresas relacionadas con la transición energética, por el consumo que suponen los centros de datos, por ejemplo.

"No hay industrias buenas o malas sino que en cada sector hay compañías buenas capaces de extraer un retorno por encima de su coste de capital, y son las que intentamos seleccionar los gestores activos. No somos especialistas en un sector, somos buenos en diferenciar una compañía buena en ese sector. Y a los precios que compran muchas compañías, con nada que haya crecimientos de PIB y retornos un poco por encima de su coste de capital se va a poder ganar mucho dinero", señaló.