Bolsa, mercados y cotizaciones
El rublo se hunde a mínimos de 2022 y desata la intervención del banco central de Rusia
- Las últimas sanciones a la banca rusa hunden a la divisa hasta 113 rublos por dólar
- El banco central de Rusia anuncia que dejará de comprar divisas extranjeras
- Las sanciones paralizarán la compra de gas ruso en Europa y forzarán la de gas americano
Víctor Blanco Moro
Madrid,
Casi tres años después de que comenzase la guerra de Ucrania, el conflicto ha entrado en una nueva fase, con una nueva batería de sanciones por parte de Estados Unidos a 50 bancos rusos. Si este movimiento cumple su propósito, forzará a la Unión Europea a dejar de comprar gas ruso en el mercado, y esta era una de las principales fuentes que tenía Rusia para poder mantener a flote a su divisa, el rublo. Por eso, una vez se han anunciado las sanciones, la divisa rusa se ha hundido en el mercado hasta alcanzar niveles que no se veían desde el inicio de la guerra: la moneda se ha hundido hasta los 113 rublos por dólar, y ha desatado una intervención del banco central de Rusia para intentar sostener su cotización.
El pasado 21 de noviembre, Estados Unidos anunció una nueva ola de sanciones, que incluyeron a 50 bancos rusos, entre los que se encuentra Gazprombank. Este último ha sido una pieza clave desde que empezó la guerra de Ucrania para que Rusia consiguiese divisas extranjeras, ya que era la institución clave para canalizar los euros con los que la Unión Europea pagaba el gas ruso.
La sanción supone un nuevo obstáculo para que Rusia pueda recibir euros, y los mercados se han dado cuenta. La cotización del rublo se ha hundido este miércoles, una vez se ha empezado a descontar que Rusia no tendrá divisas extranjeras para poder sostener a la suya propia. El movimiento ha sido uno de los más agresivos que se recuerdan en una sola jornada de mercado, con un descenso de más del 15% en el día, que ha llevado a la divisa rusa a tocar los 113 rublos por dólar, el precio más bajo que se ha visto desde marzo de 2022, poco después del inicio de la guerra.
Los motivos de las sanciones de EEUU
Lo que está ocurriendo en las últimas semanas en la relación de Occidente con Rusia parece estar relacionado con la posibilidad de que las negociaciones para el final de la guerra estén a la vuelta de la esquina. La victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales estadounidenses a principios de este mes son un factor clave en la ecuación, ya que el nuevo presidente norteamericano ha hecho públicas sus intenciones de finalizar el conflicto lo antes posible.
Las dos partes, el bloque occidental y Rusia, parecen abocadas a sentarse a la mesa de negociaciones en los próximos meses, y esto está aumentando las prisas por ganar una posición de peso de cara a las conversaciones de paz. Si Rusia, por ejemplo, está ahogada por su incapacidad de tomar Kursk, o está sufriendo económicamente las nuevas sanciones, es posible que acepte unas condiciones más favorables, y viceversa por la parte de Ucrania.
Esto puede tener que ver con la decisión de Estados Unidos de sancionar a Gazprombank, y dejar a la Unión Europea en una situación de vulnerabilidad energética, sin poder recibir ya el gas ruso, aunque lleve ya casi 3 años de guerra importándolo a través del banco ruso. Gazprombank era clave para recibir los euros, y cambiarlos por rublos, lo cual era una fuente de estabilidad para la moneda rusa. Ahora que ya no tendrá acceso a la divisa europea, el mercado ha entrado en pánico con el rublo, y su cotización lo está sufriendo.
Estados Unidos también tiene un interés adicional con sus sanciones: el gas ruso podría ser sustituido por el gas natural licuado estadounidense, después de que el país americano haya aumentado su producción de la materia prima energética en los últimos años, y haya incrementado sus exportaciones del mismo al continente europeo. De hecho, Ursula Von Der Leyen, la comisaria europea, ya ha declarado que el gas estadounidense puede sustituir al ruso, después de tener una conversación telefónica con Donald Trump.
El banco central ruso toma medidas por la decisión
A mediados de octubre, cuando el rublo se estaba hundiendo y se aproximaba a los 100 rublos por dólar, el banco central de Rusia aseguró que no estaba preocupado por las caídas de la divisa, aunque pudiesen terminar impulsando la inflación. En este momento el banco central está tratando de reducir una tasa inflacionista de más del 8%, pero parece que tendrá que aparcar este intento, al menos hasta que la moneda se estabilice.
El banco central, según fuentes de Bloomberg conocedoras de sus intenciones, no tenía ningún problema en ver al rublo por encima de los 100 rublos por dólar, pero el movimiento de este miércoles, que lo ha llevado hasta los 113 rublos por dólar, ya sí parece excesivo a ojos de los señores del dinero: el banco central acaba de anunciar que dejará de comprar divisas extranjeras en el mercado doméstico, al menos, hasta el final de año, con el objetivo de reducir la volatilidad en los mercados.
Es probable que esta decisión tenga como objetivo sostener al rublo o, al menos, no contribuir más a sus caídas, ya que las compras de monedas extranjeras por parte del banco central son una presión adicional bajista para la divisa local.