Bolsa, mercados y cotizaciones
Los criterios ESG ya permeabilizan en todos los estratos de una compañía
- Toda estrategia sostenible incluye objetivos medibles, evaluación, financiación y transparencia
- Los criterios no financieros aportan valor a la cadena y ya generan rentabilidad
Sergio Fernández
La implantación de políticas y fijación de objetivos con criterios sostenibles están presentes en la práctica mayoría de compañías españolas. Y no solo porque la legislación europea apremie a cumplir con las metas fijadas para 2030 y años posteriores. El ESG (por Environmental, Social y Governance, en inglés) ha pasado de ser un elemento más de la estructura empresarial a estar presente en todos los aspectos de la vida de una compañía.
En el IV Foro ESG de elEconomista.es se abordó cómo los criterios sostenibles, sociales y de buena gobernanza han permeabilizado en las compañías hasta el punto de que componen un pilar básico de las empresas a la hora de tomar sus decisiones y fijar sus objetivos. De hecho, existe cierto quorum a la hora de establecer hasta qué punto la identidad de las compañías se ha teñido de verde.
En la cuarta mesa de ponentes de este foro sostenible se establecieron cuatro puntos en común como eje central de las políticas sostenibles. De esta forma, establecer unos objetivos medibles, una buena evaluación, destinar financiación específica para el ESG y la transparencia son los pilares básicos para el futuro de las compañías que se han comprometido en ser parte del cambio en la transición ecológica, gestión responsable de los recursos y buenas prácticas de gobernanza.
"El mayor desafío es conseguir que la sostenibilidad arraigue en todo. Es un reto pero nosotros trabajamos para que el ESG esté en todos los procesos. Y es una satisfacción cuando se consigue", comentó la directora de Sostenibilidad y Transición Energética de Moeve, antigua Cepsa, Olalla del Río. En esta línea, puso énfasis el director ESG y Nuevos Negocios ENGIE España, Alfonso Pascual. "Estamos en toda la cadena de valor y en todos los proyectos. Se nos ve como parte del negocio y no solo como un área corporativa más porque aportamos al conjunto de la compañía", comentó el responsable de la compañía energética.
Aunque se tenga en consideración el cumplimiento de objetivos, las estrategias de las compañías van ahora más allá de la simple sostenibilidad. De hecho, es común que las inversiones en ESG se realicen pensando en el corto, medio y largo plazo. "La gobernanza no solo es jerárquica, sino también transversal. Es importante que se vea transparencia en lo que hacemos. Por eso es clave identificar y evaluar el impacto de cada riesgo y oportunidad. En la 'E' puede ser fácil pero hay que identificar bien el impacto en la 'S' y en la 'G'", comentó la directora de Sostenibilidad de Urbaser, Fátima Araluce.
De hecho, la directora del Departamento Jurídico y responsable de ESG de Farmaindustria, Ana Bosch, puso el foco en todo lo vinculado al aspecto social y en cómo sectores como el farmacéutico llevan aplicando estos criterios antes incluso de que Unión Europea comenzara a legislar al respecto. "El ESG ha impregnado en todos los estratos de una compañía. Desde el punto de vista de una farmacéutica tenemos el objetivo mejorar la vida de las personas. El medicamento tiene un valor social por salvar vidas pero también supone un ahorro por reducir gastos hospitalarios y reducir la pérdida de oportunidades laborales. Se pone de manifiesto que en países desarrollados el 70% de la mejora de la calidad de vida viene por el uso de medicamentos", explicó Bosch.
Para conseguir que toda la compañía tenga presente los retos y objetivos sostenibles, el director de Estrategia y Desarrollo de Grupo Lobe, Eduardo Bandrés, pone de ejemplo su constructora. "Desde el diseño, digitalización, procesos de eficiencia o producción... Todos los equipos se involucran antes de cualquier inversión para tener coherencia en el desarrollo del futuro", comentó Bandrés.
"No hay 'fórmula mágica', pero el ESG es posible con una inversión asociada y objetivos medibles"
En Moeve, antes Cepsa, ponen en valor que el trabajo de la compañía en materia ESG es un hecho cuando terceros reconocen el esfuerzo que se está haciendo en materia de sostenibilidad. Es el caso de las agencias de rating que sitúan a Moeve en posiciones de liderazgo, según recogen desde la propia compañía. La directora de Sostenibilidad y Transición Energética, Olalla del Río, considera que el giro estratégico de la compañía hacia energías sostenibles, como puede ser el hidrógeno verde, obliga a la compañía a implantar nuevas tecnologías en tiempo récord.
Pero eso no impide perder de vista los criterios ESG. "Tenemos integrados los aspectos de sostenibilidad en los órganos de gobierno como estrategia y también para su supervisión, pero los objetivos también vienen de los grupos de trabajo. Además, hasta un 15-25% de la remuneración está ligada a criterios de sostenibilidad como pueden ser los ligados a la diversidad o la reducción de emisiones de dióxido de carbono", comentó Olalla del Río. Aunque reconoce que no existe una fórmula mágica que valga para todas las empresas, la responsable de Moeve sí reconoce que una inversión asociada a unos objetivos medibles y realizables es una de las claves del éxito de cualquier estrategia ESG. Del mismo modo, considera que una gobernanza robusta y la transparencia serán algunas de las principales medidas que permitirán a la compañía ligar para 2030 que más del 50% del beneficio bruto de explotación de la compañía (ebitda) vengan de energías limpias. Un objetivo que se conseguirá también con la inversión del grupo de hasta 8.000 millones de euros.
El impacto de nuestra actividad no es solo ambiental, también lo son los planes sociales
Engie, energética de origen francés, ha acelerado su actividad en España hasta pasar de los 100 MW a los casi 800 en ocho años. Y desde el grupo destacan cómo trabajar en el ESG en el país supone un referente a nivel global dentro de la compañía. "Nuestra labor es garantizar el suministro a los consumidores y, además, el suministro verde. Pero el impacto de nuestra actividad no es solo ambiental, también lo son los planes sociales", comentó el director de ESG, Alfonso Pascual, quien también destacó la labor de la compañía en acompañar a sus más de 250 proveedores para que sigan la línea de trabajo de Engie en materia sostenible.
La compañía trabaja también para que otras empresas, y no solo los particulares, sean partícipes de la descarbonización y el autoconsumo. "A veces es difícil explicar a un cliente en un entorno de precios volátiles las ventajas de invertir a medio largo plazo. Pero esa es también nuestra tarea", explicó Pascual.
Tenemos que poner a los objetivos nombres y apellidos para ver los logros de nuestras metas
Urbaser tiene por objetivo la gestión y revalorización de residuos para conseguir una economía circular. La directora de Sostenibilidad del grupo, Fátima Araluce, considera que el ESG comienza con los 48.000 trabajadores de la compañía presentes en las estrategias y objetivos de la compañía fijados hasta 2030 y 2050. "Lo que hacemos tiene sentido dentro de una cadena más grande. La gestión de residuos trae 'viento de cola', pero también es una gran responsabilidad", consideró Araluce.
Del mismo modo, desde la compañía consideran que otra de las claves es monitorizar y medir cómo se va cumpliendo la ruta hasta el residuo cero. "Lo que hacemos realmente tiene la sostenibilidad como parte de nuestro ADN. Pero tenemos que poner nombres y apellidos a los objetivos a más largo plazo y tener un marco de actuación para ver la consecución de todas nuestras metas", explicó la responsable de Urbaser.
Ante todo, el ESG es una oportunidad de crecimiento y para la transparencia de las empresas
La responsable jurídica y de ESG en Farmaindustria, Ana Bosch, comentó en el foro cómo los criterios y objetivos en sostenibilidad han pasado de ser algo casi voluntario a una exigencia que puede revertir en sanciones. "Pero, ante todo, sigue siendo una oportunidad para el crecimiento y para la transparencia de las empresas", opinó la representante de Farmaindustria.
Pero más allá de la carga burocrática que supone para las empresas adaptarse a la nueva normativa, Bosch enfatizó en cómo el sector farmacéutico tiene un compromiso y un código ético que se lleva aplicando desde hace más de 20 años también desde un punto de vista del gobierno corporativo. Desde Farmaindustria destacaron, a su vez, que elaboran un informe con 130 empresas asociadas para ver el impacto de sus metas en ESG. "Queremos hacerlo todos los años para ver la evolución de nuestras eficientes políticas en sostenibilidad", explicó Bosch.
Tenemos la mejor certificación de casa pasiva mientras hemos reducido los costes en un 15%
El Grupo Lobe se enfoca en la construcción y promoción de viviendas con certificado passivhaus, (término de origen alemán para referirse a viviendas pasivas o de máxima eficiencia energética). El director de Estrategia y desarrollo del grupo, Eduardo Bandrés, considera que construir una vivienda pasiva suele implicar un incremento de costes de entre un 10% o un 15%. "Nosotros hemos conseguido reducir estos costes en un 15% sin dejar de ser competitivos en el medio plazo y con el mejor de los certificados posibles", comentó Bandrés.
Del mismo modo, desde la compañía persiguen el objetivo de acompañar a sus socios para que avancen en la misma dirección que Lobe, en materia de sostenibilidad. Todo un reto teniendo en cuenta que muchas de estas compañías son pequeñas empresas con muchos procesos artesanales. "Muchos operadores nos visitan para ver cómo trabajamos en nuestros procesos, para ver cuál es la pócima mágica que nos permite ser sostenibles con casas pasivas sin incrementar el precio", explicó Bandrés.