Los fondos españoles con un patrimonio 'milmillonario' se han duplicado en cinco años

Los fondos españoles que cuentan con más de mil millones de euros de patrimonio se han duplicado desde 2019 hasta alcanzar la cifra de 86 productos. Si hace cinco años había 47 fondos 'milmillonarios' que gestionaban un volumen de 109.672 millones, ahora se ha elevado hasta acercarse a los noventa vehículos, con un patrimonio de 194.568 millones, según datos de Vdos.

Este crecimiento se ha producido, sobre todo, en los últimos años, al calor de la subida de tipos de interés de los bancos centrales para frenar la inflación, que provocó el lanzamiento de fondos de rentabilidad objetivo que tenían en cartera deuda soberana o activos de renta fija beneficiados del nuevo entorno monetario. Y también por el desarrollo de la gestión discrecional por parte de las entidades financieras, que ha permitido que los fondos utilizados para construir las carteras hayan alcanzado un tamaño importante. BBVA Bonos 2024 II o CaixBank Deuda Pública 2025, por ejemplo, se encuentran entre los veinte fondos españoles más grandes, con casi 3.000 millones de patrimonio en el caso del primero o 2.760 millones en el caso del segundo.

Esta tendencia se comprueba al analizar los datos de hace tan solo tres años, cuando ya había 70 fondos con un volumen superior a los mil millones de euros. Y hay que tener en cuenta que, en la actualidad, la distribución de fondos a través de carteras de gestión discrecional ya acapara el 25% del total (que llega a casi el 73% si se incluye el asesoramiento), según datos de Inverco del segundo trimestre de este año.

Que el perfil mayoritario de los inversores españoles sea conservador explica que los fondos más grandes siempre hayan sido los dirigidos a este amplio grupo de partícipes. De hecho, históricamente, el Quality Inversión Conservadora de BBVA ha ostentado el título de fondo nacional más gigantesco, que llegó a superar los 10.000 millones en 2019. Ahora, maneja bastante menos (5.655 millones de euros), pero sigue estando entre los diez fondos españoles más grandes, y se mantiene como el segundo más grande de su categoría en Morningstar, los productos mixtos defensivos globales en euros, solo por detrás del M&G (Lux) Optimal Income, que tiene más de 9.700 millones.

Ahora que la inflación está remitiendo y los bancos centrales se están centrando más en evitar una desaceleración fuerte de la economía, las entidades están redirigiendo a sus clientes hacia otros fondos conservadores, según se acerca la fecha de vencimiento de sus productos con objetivo de rentabilidad o, como es el caso de CaixaBank, hacia su fondo monetario, hasta el punto de que ha alcanzado ya un tamaño superior a los 17.000 millones de euros, el más grande de toda la historia de la industria de inversión española, cuando hace tres años tan solo manejaba menos de 4.000 millones.

Donde se aprecia la mano de la gestión discrecional es en el volumen de fondos como el CaixaBank Master Renta Variable USA Advised By, que es el segundo vehículo español con mayor tamaño, con 8.560 millones de euros, o el CaixaBank Master RF Deuda Pública 3-10, que cuenta con 6.725 millones, lo que le coloca en cuarto lugar, por detrás del Quality Inversión Moderada, con 8.518 millones.

En la comparativa con los fondos de gestoras internacionales, los fondos españoles son los más pequeños, ya que de los cerca de 8.000 vehículos de gestoras extranjeras disponibles a la venta en España, el 13% superan los mil millones de volumen de activos, mientras que en los fondos nacionales se reduce a menos del 3%.

Gestoras independientes

Aunque estos casi noventa fondos españoles que ya son 'milmillonarios' puede parecer una cifra relevante, hay que recordar que las gestoras españolas cuentan con una oferta de 3.227 vehículos de inversión colectiva. Y estos grandes fondos suelen estar concentrados en las entidades financieras. El fondo de una gestora independiente con mayor volumen patrimonial es el Azvalor Internacional, con 1.958 millones, según Morningstar, seguido de Bestinfond, con 1.496 millones.

Una de las quejas recurrentes de las firmas independientes son las trabas con que se encuentran a la hora de poder distribuir sus fondos a través de las redes de las entidades financieras, lo que limita la capacidad de crecimiento de sus activos bajo gestión, que solo pueden paliar mediante la comercialización a través de Luxemburgo para los canales de banca privada. Y esto termina influyendo en el tamaño de los fondos españoles frente al de sus competidores.

Casos como el de Dunas Valor Prudente, que acaba de alcanzar los 1.000 millones de euros de patrimonio, son en este sentido una excepción, y solo se explica por el interés demostrado sobre todo por los clientes institucionales a los que se dirige, como firmas de seguros.