Bolsa, mercados y cotizaciones
La caza de osos en Wall Street evoca la burbuja de las puntocom y pone en riesgo la luna de miel de la IA
- Su desaparición en un contexto alcista anuncia que el mercado está llegando a su punto más álgido
Javier Fernández Sánchez
La historia suele rimar y, en estos momentos, numerosos expertos en Wall Street están analizando las señales que podrían hacer coincidir el fonema de este año con el del estallido de la burbuja de las puntocom. Dos históricos e importantes analistas de JP Morgan y Morgan Stanley han abandonado sus trincheras, tras mantener contra viento y manera una visión bajista del mercado. Marko Kolanovic y Mike Wilson eran dos grandes osos y su caza recuerda a la que vivieron algunos estrategas, que vieron antes que nadie en la burbuja tecnológica que se estaba gestando en el año 2000.
Los analistas estrellas de Wall Street llegan a alcanzar estatus de semidioses si los planes salen bien. Marko Kolanovic, estratega jefe de JP Morgan y tras 16 años en el banco, salió la semana pasada por la puerta de atrás, casi sin hacer ruido. Desde 2015 es conocido como Gandalf fue de los poco inversores que vieron venir la debacle bursátil de agosto de ese año. Tuvo mérito: las bolsas mundiales cayeron a plomo por culpa de China. Y a Pekín no se le ocurrió otra cosa que, de manera inesperada, dejar caer al yuan.
La magia de Kolanovic se terminó hace dos años. Sus pronósticos bajistas iban fallando semana tras semana. La gota que colmó el vaso fue su apuesta según la cual el S&P 500 acabaría este año en 4.200 puntos, cuando actualmente cotiza en los 5.600 enteros. El ex JP Morgan había olido burbuja en el mercado. Su partida ha hecho recordar a la salida del estratega jefe de inversiones de Merrill Lynch, Charles Clough, en 1999, después de sostener estimaciones bajistas cuando el mercado subía como la espuma al calor de una cosa llamada Internet.
Comienza la caza del oso
Hoy Merrill Lynch ha desaparecido en las entrañas de Bank of America, pero la entidad era uno de los grandes bancos de inversión de Wall Street y los informes del equipo de Clough movían mercado, pero en 1999 parecía que había desaparecido su olfato. Poco después, la burbuja de las puntocom estalló, revelando que la línea de Clough era la correcta. Los mismo ocurrió con otros analistas mediáticos. Gail Dudack era uno de los rostros más conocidos del programa televisivo Wall Street Week, en la tele pública americana. Con más de diez años de carrera en Warburg Dillon Read, un broker bastante conocido que fue adquirido por UBS, fue despedida por el director del programa por su visión pesimista sobre las puntocom.
La clave está en que la extinción de los osos en Wall Street, en un contexto de alzas bursátiles continuadas, es el anuncio de que el mercado está llegando a su punto más álgido, tras lo cual solo queda la caída. La desaparición de los expertos bearish se debe a que las posiciones pesimistas no son bienvenidas entre los clientes de las firmas de análisis en pleno rally bursátil. La caza de los osos es una clásica señal bajista.
David Rosenberg es fundador de Rosenberg Research y fue en la primera década de este siglo uno de esos analistas con hechizo. Tenía el puesto de economista jefe en Merril Lynch y fue de los pocos que anticipó la crisis de 2008. "Los osos van contra la manada de un mercado alcista y eso provocará que clientes y jefes estarán cada vez más insatisfechos contigo", comenta el veterano analista.
La sospechosa reconversión en toro
Kolanovic no es el único oso que ha caído en las últimas semanas. Tal es el caso de Mike Wilson, conocido por sus estimaciones bajistas, quien dejó su puesto en el Comité de Inversión Global de Morgan Stanley en febrero. Como consecuencia, Wilson viró de tercio y en primavera incrementó sus estimaciones para el S&P 500, finalizando su conversión bullish. La extinción y conversión en toros de los osos bursátiles en un contexto de subidas en el mercado es una alerta clara de que el mercado puede cambiar en cualquier momento.
No obstante, la mayoría de analistas en los parqués estadounidenses consideran que los resultados de las firmas tecnológicas justifican las alzas de, por ejemplo, Nvidia, que desde el comienzo del año ha subido un 164% en bolsa. Tanto es así que, recientemente, Goldman Sachs y UBS han renovado al alza sus previsiones para 2024 en tres ocasiones desde finales de 2023. Otras firmas que han incrementado sus estimaciones han sido Bank of America y Citigroup, cuyo estratega jefe Michael Aron indicó recientemente que "una Fed restrictiva no apagará la música esta vez porque la economía está moviéndose a un nuevo ritmo". Según Aron, "la IA y sus utilizaciones están iniciando un prolongado milagro productivo sin precedentes".
Agotados de esperar el fin
Cabe destacar que Aron hizo referencia a la famosa frase de Chunck Prince, otrora director ejecutivo que indicó en julio de 2007 que su banco "seguía bailando", justo un año antes de que estallara la crisis financiera. Este hecho revela cuán difícil es para el mercado identificar con precisión la existencia de una burbuja y predecir el estallido de la misma. En este sentido, Scott Rubner, analista de Goldman Sachs, ha decidido portar el cartel de The end is near enarbolado por Rorschach en Watchmen, señalando que "los mejores días para el trading están ya detrás de nosotros". Rueber indica que agosto, mes que suele ser negativo para el mercado, marcará el fin de las alzas en bolsa sostenidas por las grandes tecnológicas.
Así las cosas, la presente temporada de resultados arrojará más luz sobre el potencial de la IA, elemento sobre el que pivotan las alzas de las grandes tecnológicas. En este sentido, los resultados de Nvidia, a finales del mes de agosto, ofrecerán más datos sobre el músculo de la inteligencia artificial en los parqués estadounidenses.