Bolsa, mercados y cotizaciones

El mercado del cobre enloquece: los precios se disparan en Nueva York y abre una brecha nunca vista con Londres y Shanghái 

Bloomberg.

Francisco S. Jiménez

El cobre está poniendo a prueba la eficiencia de los mercados. La cotización del metal lleva subiendo todo el año por la fuerte demanda y las limitaciones de producciones a nivel global, pero en estos últimos días la situación se ha agravado con una gran distorsión en el Comex de Nueva York. El precio del cobre se ha disparado muy por encima del resto de plazas mundiales de materias primas. La tonelada de cobre que se comercia en EEUU se ha llegado a pagar con una diferencia superior a 1.200 dólares a los precios marcados en la Bolsa de Londres de Materias Primas, conocida por sus siglas en inglés LME.

El cobre cotiza en varios mercados por todo el mundo, pero sus principales plazas son las de Londres, Shanghái y en tercer lugar Nueva York. Es habitual que los precios no coincidan, pero las diferencias no suelen ir más allá de 100 dólares por la tonelada de cobre, según los datos históricos de Bloomberg. Cuando el precio del cobre en algún mercado traspasa esa línea roja de 100 dólares para los traders se abre una oportunidad de ganancias fáciles apostando por la reducción de la brecha de precios. Pero esta vez ha sido diferente.

Muchos operadores se han visto obligados a liquidar sus posiciones cortas en el cobre del Comex ante el empuje de los precios, provocando un gran short squeeze, una retirada masiva de bajistas, que dispara el precio del activo. El diferencial de más de 1.000 dólares la tonelada entre Comex y LME es "algo que nunca habíamos visto", ha declarado Colin Hamilton, consejero delegado de BMO Capital Markets, a Bloomberg. "Ha habido una reducción de las posiciones cortas al vencimiento del contrato, lo que ha exacerbado el movimiento".

La brecha de precio récord entre los mercados del precio está generando que muchos inversores desplacen su dinero hacia Nueva York. La idea es comprar a precios bajos en Europa o China y venderlo en EEUU. "La historia de fondo es que hay nuevos fondos de inversión que están aumentando su exposición al cobre por una multitud de razones, y aunque esa es una tendencia global, una gran cantidad de esa inversión se ha dirigido a Comex", indica Matthew Heap, gestor de Orion Resource Partners, una de las mayores firmas de fondos de inversión especializado en metales.

El precio del metal lleva subiendo desde hace meses por la voraz demanda industrial de EEUU y China. En los últimos seis meses el que está generando la transición verde de la economía, con una mayor expectativa de demanda para el coche eléctrico o centros. Pero esta semana, el rally ha sido específico del Comex, llegando a apreciarse los contratos de julio más de un 10%.

Un problema por los inventarios

Esta situación de mercados calientes se complica cuando se trata de materias primas. Las grandes operaciones se realizan sobre contratos de futuros, lo que facilita la vida a gestores de mercados, operadores e inversores. Nadie tiene que comprar toneladas de un activo físico, pero cuando llega el vencimiento la mercancía tiene que estar garantizada y eso provoca grandes movimientos físicos de materias primas.

Los operadores en China están detectando envíos masivos de cobre a EEUU para cubrir las posiciones abiertas de los contratos de julio. "La presión probablemente continuará, ya que los operadores podrían no enviar suficiente metal desde China o Europa antes de la fecha de entrega", señala Jia Zheng, jefe de operaciones de Shanghai Dongwu Jiuying IM.

Los operadores chinos han pasado las últimas 24 horas llamando a las compañías navieras para tratar de asegurar el envío a EEUU. La agencia Reuters apunta a que los gigantes del comercio de metales, como Trafigura e IXM, están dando orden para redirigir sus envíos de cobre a EEUU. Los comerciantes y mineros de América del Sur también se han apresurado para acelerar el transporte de cobre. El gigante chileno de la minería Codelco está dirigiendo todos sus volúmenes disponibles al mercado y también está negociando con los clientes para posponer algunas ventas para poder maximizar las entregas, recoge Bloomberg.

El mercado de materias primas corre el riesgo de salirse de control cuando las grandes posiciones cortas son derrotadas y los inversores ya no pueden seguir financiando la posición ante el avance precios. El peligro aumenta cuando bajan las reservas o los inventarios y ocurre problemas con el transporte, como sucede con las rutas que atraviesan el Canal de Suez. Sobre el cobre, hay una severa escasez de oferta.

Mercancías recorriendo los mares

Los cortacircuitos en los mercados de materias primas comienzan a ser habitual. En 2020, cuando el Covid bloqueó gran parte del mundo, los comerciantes de oro se apresuraron a enviar metal para hacer frente a una dislocación similar entre los precios de los lingotes de Nueva York y Londres. En 1988, una escasez de aluminio llevó a algunos operadores a cargar el metal en aviones jumbo, un modo de transporte inusual y costoso para las materias primas industriales, para llevarlo a Londres antes de vencer los contratos.

Los vencimientos de cobre en EEUU son una ganga para los comerciantes acostumbrados a transportar mercancías. Para algunos operadores no está claro si los esfuerzos serán suficiente para antes de la expiración del contrato de futuro de julio, las entregas se formalizan a principio del mismo mes. "No hay suficiente material y no hay suficiente tiempo", alerta Anant Jatia, director de inversiones de Greenland Investment Management, un hedge fund especializado en el comercio de arbitraje de materias primas.

Los inventarios de cobre registrado por el Comex actualmente suman un total de 21.066 toneladas y LME en EEUU cuenta con 9.250 toneladas. Poco margen para el mercado que estima que volumen para entregar julio se situará entre 15.000 y 20.000 toneladas. Uno de los grandes problemas del mercado EEUU es que gran parte de los inventarios mundiales están vetados en el país por su origen. Por ejemplo, más del 80% de las 94.700 toneladas de cobre en la LME a fines de abril se produjeron en Rusia, China, Bulgaria o India, países cuyo cobre no se puede entregar en Comex.

La situación de estos días ha sido tan complicada que CME la gestora del Comex ha tenido que elevar las comisiones que aplica a los operadores para intentar frenar la escalada de precio. El diferencial del cobre en EEUU se ha reducido a 400 dólares respecto al precio de Londres y Shanghai.