Bolsa, mercados y cotizaciones

Mientras la tecnología resista, la sangre no llegará al río


    Joan Cabrero
    Barcelona,

    La semana pasada, les alertaba sobre la aparición de patrones duales de velas en las bolsas europeas, que sugerían un posible techo temporal en los ascensos verticales de los últimos meses. Esta advertencia, gestada durante semanas, ha sido clara en mi recomendación: es momento de echar el freno de mano en la apertura de nuevas estrategias de compra.

    La cautela detrás de esta recomendación radica en esperar a que se forme una consolidación lo suficientemente amplia antes de volver a comprar con fuerza. Después de diez semanas de ascensos verticales, es improbable que una caída de una semana, que apenas ha desandado el 23,60% de Fibonacci del último tramo alcista que comenzó a mediados de enero en el EuroStoxx 50, permita que las alzas sigan imponiéndose con la necesaria solidez para que la ecuación rentabilidad-riesgo sea atractiva. A mi entender, es prematuro descartar la posibilidad de entrar en una fase correctiva más relevante. Por tanto, no tengo prisa en recomendar comprar de nuevo de forma contundente.

    Mi atención sigue centrada especialmente en el Nasdaq 100, el principal índice tecnológico. Durante semanas, he enfatizado la importancia de vigilar el soporte clave de los 17.800 puntos, cuya cesión es necesaria para considerar una posible corrección más significativa en las bolsas de ambos lados del Atlántico. Por el momento, este soporte sigue manteniéndose en pie, y mientras no caiga, la sangre no llegará al río y el riesgo de una caída más potente se mantendrá contenido. Sin embargo, sigo advirtiendo a los inversores que, según la regla de la alternancia, una corrección brusca y rápida no puede descartarse, lo que me lleva a mantenerme prudente ante posibles subidas adicionales en las bolsas, que podrían resultar vulnerables y atraer a los más atrevidos e inexpertos. Queda mucho año por delante y muchas curvas por trabajar.