Bolsa, mercados y cotizaciones
La Historia augura un 2023 de subidas para el S&P 500... o un terrible 2024
Javier Collado Sánchez
El pasado año, los inversores se enfrentaron a unas bolsas en rojo permanente. Crisis de diverso cuño, inflación en niveles no vistos en décadas y crecimiento económico inferior a lo previsto lastraron a todos los grandes índices mundiales. En la mayoría de los casos, 2022 fue el peor año bursátil desde la crisis financiera de 2008. Así ocurrió en el caso del S&P 500, que se dejó un 19,44% el pasado ejercicio. Para los que miran a la Historia en busca de signos de qué nos puede deparar el futuro hay una buena noticia y una mala: o 2023 acaba en positivo o 2024 será pésimo.
Desde 1928, el selectivo estadounidense sólo ha retrocedido dos años consecutivos en cuatro ocasiones. Por tanto, los años en rojo son excepcionales y suelen ir seguidos de años de recuperación. Pero las pocas veces que se ha dado la situación, el segundo año fue peor que el primero... y el tercero acabó siendo desastroso.
La única vez que la racha negativa ha sido solo de dos años fue durante la crisis del petróleo de los años 70. Así, en 1973 el selectivo perdió un 17,37% y al año siguiente se desplomó otro 29,72%, dilapidando casi la mitad de su valor en dos años. No sería hasta 1980 cuando el índice recuperó los niveles en los que se movía al arranque de 1973.
Las tres ocasiones restantes de rachas negativas son aún más preocupantes. La más reciente es la que siguió a la explosión de la burbuja de las puntocom, entre los años 2000 y 2002. El cambio de milenio trajo un retroceso del 10,14%, que vino seguido por el año de los atentados contra las Torres Gemelas y el Pentágono, cuando el selectivo se dejó un 13,04%. Cerró la racha el año 2002 con una caída del 23.37%. De mal en peor. De nuevo, el S&P 500 tardó más de siete años en volver a los niveles en los que cotizaba a finales de 1999.
La previa a esta nos traslada hasta el inicio de la Segunda Guerra Mundial, en el periodo entre 1939 y 1941. La progresión entonces fue pasar de un -5,45% en 1939 a un -15,29% en 1940 y -17,86% en 1941. El tercer año volvió a ser el peor del ciclo.
Obviamente, la más antigua de las malas rachas es también la peor, porque es la perteneciente a la Gran Depresión. Los cuatro ejercicios transcurridos entre 1929 y 1932 transcurrieron por territorio negativo, y el tercero volvió a ser el más bajista del ciclo. Del -11,91% de 1929 se empeoró al -28,48% de 1930 para seguir bajando otro -47,07% en 1931. También el año 1932 sufrió un retroceso importante, del 15,15%, si bien el año siguiente gozó de un exuberante crecimiento del 46,59%. Aún así, entre los máximos y los mínimos de este cuatrienio se asistió a una escalofriante caída del 86%.
Si bien la Historia difícilmente puede ser una guía fiable de inversión, sí parece dar pistas de que hay que ser optimistas en este 2023. Pero también nos advierte: como el año vuelva a acabar en rojo, abróchense los cinturones para el 2024.