Bolsa, mercados y cotizaciones
El beneficio del Ibex caerá un 7,6% en 2023 al derrumbarse las firmas cíclicas
- Las previsiones de ganancias han crecido un 18% este año y un 5,6% el próximo
Carlos Simón García
Cuando se habla del aumento de la incertidumbre económica de cara a los próximos meses, se tiende a pensar en los riesgos inflacionistas y la desaceleración del crecimiento económico, incluyendo una cada vez más probable recesión en algún punto entre este final de año y el inicio del que viene. Sin embargo, este no es el único punto ciego para los inversores, ya que a nivel empresa, aunque se tiene cierta visibilidad sobre los márgenes y los beneficios que están por cerrarse este curso, el año que viene cada vez resulta más incierto a la hora de hacer estimaciones y, merced a ellas, saber cómo se está pagando de cara o barata la inversión en bolsa.
Esta dificultad para anticipar los números se está reflejando en las propias previsiones de beneficio, que no han dejado de ser uno de los principales termómetros económicos. En este sentido, cuando comenzó 2022, el consenso de analistas que recoge FactSet vaticinaba un BPA (beneficio por acción) de 690 euros para este curso y de casi 720 para el que viene. Sin embargo, desde ese momento los expertos han ido revisando al alza sus números pese al delicado contexto en el que se encuentran los mercados.
Esto se ha dado especialmente en las compañías más ligadas al ciclo y a la energía, que han visto cómo sus ingresos se hinchaban a medida que los precios de este recurso se han ido elevando. Tanto así que, actualmente, la previsión que maneja el mismo consenso de analistas sitúa el BPA de 2022 cerca de 820 euros por acción mientras que para el próximo ejercicio, pese a que también han elevado la estimación, esta se ha quedado por debajo de la de este año y se encuentra rondando los 760 euros. Por lo tanto, ahora mismo el mercado está descontando que el año que viene el beneficio del Ibex se reduzca un 7,6% con respecto al de este.
"Nosotros seguimos esperando nuevas correcciones negativas de los beneficios, provocadas por las políticas restrictivas de los bancos centrales y la falta de apoyo a las valoraciones", explican desde UBS AM. "Los beneficios se enfrentan a un riesgo a la baja incluso si la economía evita una recesión; se está produciendo un descenso en el sector de bienes de consumo a nivel mundial y la renta variable está mucho más conectada a éstos que a la actividad económica general, que está más orientada a los servicios", agregan desde la gestora.
"La crisis energética sigue empeorando en Europa después de los acontecimientos del pasado fin de semana y se está volviendo sistémica, tanto en oferta como en demanda", arguyen desde Generali Investments. "Las pérdidas en bolsa están reflejando una caída de los múltiplos por el aumento de los rendimientos, pero las primas de riesgo de la renta variable no han cambiado mucho, aunque la incertidumbre geopolítica favorezca el aumento de ellas", añaden. "La disociación entre el sentimiento económico y las expectativas de beneficios puede explicarse, pero no sostenerse; o bien las empresas siguen disfrutando de un fuerte poder de fijación de precios, en cuyo caso los bancos centrales irán mucho más allá de la neutralidad, o bien no lo hacen y la recesión afectará a los beneficios", concluyen.
Hay que recordar que el Ibex 35 consiguió su particular récord de beneficios en 2008, cuando logró un beneficio de 1.200 euros por acción. El año previo al inicio de la pandemia el registro fue de 662 euros por título, poco más de la mitad que hace 14 años. Estos niveles no tardaron en recuperarse ya que en 2021 (gracias, eso sí, a algunos beneficios extraordinarios como los de Telefónica) ya lo superaron al alcanzar los 700 euros. Los analistas esperan ya un nuevo incremento del 16% para 2022, logrando un nuevo máximo no visto desde 2010.
Pico del ciclo
Analizando una por una las estimaciones de las empresas de forma individual, queda claro que el hecho de que este curso se vaya a llegar a este pico de los beneficios tiene mucho que ver con el ciclo de las materias primas.
Donde más se puede percibir este hecho es en ArcelorMittal, una de las compañías que más beneficios aportará al Ibex este año, con más de 11.200 millones (de los 54.260 millones previstos), según las estimaciones del consenso que recoge FactSet. Sin embargo, para el año que viene se prevé una reducción de sus ganancias de casi el 60%. Al igual que ella, en Acerinox el recorte de previsiones ha sido cercano al 50%. Y es que ya hay perspectivas de que la demanda mundial de acero se deteriore a medio plazo, no solo por la inflación sino por la desaceleración de otros actores del mercado como es China.
Las ganancias de ArcelorMittal se reducirán un 60%, según las estimaciones
La tercera empresa donde más descenderán los beneficios en 2023 es Repsol, con un 26%. Al igual que las acereras, la empresa dirigida por Imaz se beneficiará especialmente este año de los precios tanto del petróleo como del gas (que ya supone el 70%) de su negocio. Por último, también Enagás ganará un 24% menos en 2023.
Por el lado contrario, Meliá, Ferrovial y Grifols son las compañías donde más aumentará el beneficio neto entre este año y el que viene. En el caso de la hotelera, se acercará a triplicar los 34 millones que se esperan este año.
El índice cotiza más barato de cara a este año
El efecto directo de que las estimaciones de beneficio de los expertos apunten a una reducción entre 2022 y 2023 es que lo que se paga por estas ganancias a nivel de PER -veces que el beneficio se recoge en el precio de la acción- sea menor este curso que el próximo, que alcanza las 10,5 veces frente a las 9,7 veces de 2022. Esto hace que su valoración pierda atractivo frente a sus homólogos europeos ya que pasa de cotizar con descuento a hacerlo con prima en 2023. Por el contrario, la rentabilidad por dividendo del selectivo nacional sí que sigue creciendo para el año que viene y pasa del 4,6% al 5,1%, solo por debajo del Ftse Mib italiano, cuyo rendimiento roza el 5,9% a precios actuales.