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Minar ethereum para pagarse los estudios: la aventura empresarial de dos niños de 9 y 14 años
- Los dos hermanos aprendieron a minar ethereum gracias a vídeos de YouTube
- El objetivo de ambos es pagarse los estudios universitarios para ser médicos
elEconomista.es
El mundo de las criptomonedas está cambiando la mentalidad de los jóvenes, que cada vez ven en ellas una oportunidad de hacer negocio, ya sea para buscar la estafa, como ocurrió con dos adolescentes sudafricanos, o para formarse con el único objetivo de pagar sus estudios universitarios, como es el caso de dos hermanos en Dallas.
Ishaan Thakur y Aanya Thakur, de 14 y 9 años respectivamente, son dos hermanos de la localidad de Frisco, en Dallas, Estados Unidos, que llevan acumulados más de 30.000 dólares minando ethereum desde el garaje de su casa. Su aventura comenzó en marzo, mes en el que empezaron generando unos beneficio de unos 1.000 dólares.
Su padre, un exbanquero inversor de Wall Street y apasionado de las criptomonedas, fue el que les habló del bitcoin y ethereum y de que para obtenerlos solo necesitan un ordenador. Los muchachos, en vez de jugar como el resto de chicos de su edad, se dedicaron a investigar por su cuenta. "Pensé que no iba a poder, pero tras ver vídeos en YouTube, mi padre y mi hermana me ayudaron", cuenta Ishaan a Dallas Morning.
Su primera experiencia minando fue tan positiva que su padre terminó pidiendo un préstamo para ayudarles a comprar unos equipos mucho más profesionales. Hoy en día cuentan con 94 procesadores que usan principalmente tarjetas de vídeo Nvidia RTX 3090 con las que son capaces de registrar unos 90.000 millones de cálculos por segundo.
"La criptominería es como buscar oro o diamantes en una mina, solo que en vez de usar palas, se hace con ordenadores; y en vez de encontrar un pedazo de oro o de diamante en la mina, encuentras una pieza de criptomoneda", explica Ishaan, hermano mayor de 14 años. Visto el éxito obtenido, tanto él como su hermano fundaron el 30 de abril su propia empresa, Filfer Technologies.
En todo este tiempo han tenido que lidiar con las dificultades ya conocidas como la crisis mundial de microchips, necesarios para que los procesadores funcionen. Para salir del fango, ambos hermanos se las ingeniaron para registrarse en páginas webs especializadas encargadas de mandar avisos de las llegadas de estos componentes, además de encontrar gangas en eBay.
Toda esta formación, que no deja de ser un juego para dos niños de 9 y 14 años, tiene en estos momentos un único fin: vender todas las criptodivisas para poder ir a la universidad con el objetivo de ser médicos.