Bolsa, mercados y cotizaciones

El servicio de música de NetEase retrasa su salida a bolsa

  • Cloud Village aplaza su debut en Hong Hong ante las caídas en el mercado chino

Irene Ortuno

La filial de streaming musical de NetEase sorprendía esta última sesión al confirmar el retraso de su salida a la bolsa en Hong Kong. Cloud Village tenía previsto debutar en el parqué para captar unos 1.000 millones de dólares. Según recalcan desde Bloomberg, esta OPV iba a ser una de las mayores en Hong Kong por parte de una empresa de tecnología este año y el retraso se debe claramente a la espera de un mejor momento para el mercado chino, después de las caídas vistas.

Desde la agencia, señalan que este repentino retroceso podría estar influenciado por una campaña cada vez más amplia por parte de Beijing para frenar al sector de tecnología e Internet, que durante estas últimas sesiones experimentaba ventas masivas en los gigantes tecnológicos chinos. La presión regulatoria de China llegó a acabar con más de un billón de dólares del valor de mercado de las acciones chinas. Y es que desde principios de julio, el índice Hang Seng Tech de Hong Kong ha perdido un 18%, mientras que el índice Nasdaq Golden Dragon, que rastrea a las empresas chinas que cotizan en Estados Unidos, la mayoría tecnológicas, ha caído un 24% en el mismo período.

NetEase no se ha librado de las ventas, sobre todo después de que los medios estatales chinos comenzaran a criticar la industria de los videojuegos. Después de las caídas, sin embargo, ayer las acciones de Hong Kong de la compañía de juegos recortaron las pérdidas recientes, avanzando hasta un 4,7% en la sesión del lunes. Algo que también ocurría con el ADR de NetEase cotizado en Estados Unidos, que conseguía subir más de un 6% a media sesión.

Más allá de estas salidas canceladas en Hong Kong por el clima regulatorio, los esfuerzos del Gobierno chino han dado como resultado que la mayoría, si no todas, las OPV planificadas de Estados Unidos por parte de empresas continentales queden en suspenso. El mes pasado Pekín proponía nuevas normas que aumentan su supervisión de las OPV en el extranjero, en un movimiento destinado a salvaguardar la seguridad de los datos.