Bolsa, mercados y cotizaciones
El rey japonés del crowdfunding busca una salida a bolsa multimillonaria para su startup
- Con Campfire ya ha financiado más de 50.000 proyectos desde 2011
- Logró una recaudación de 66.000 dólares en su candidatura a gobernador de Tokio
Alejandro Serrano Martínez
Si se agita la coctelera con una víctima de bullying, un monje budista, un excandidato a gobernador de Tokio y un rey del crowdfunding sale un cóctel llamado Kazuma Ieiri, un emprendedor japonés de 42 años que quiere cotizar su startup, Campfire Inc., con una valoración en bolsa de 1.800 millones de dólares.
La historia de Kazuma Ieiri podría dar para escribir un libro. Polifacético donde los haya, este japonés se pasó varios años de su vida encerrado en su habitación de forma voluntaria, convirtiéndose en lo que comúnmente se denomina en su país como un Hikikomori. Y es que mucho tuvo que ver el bullying sufrido durante su infancia.
Este retiro voluntario le permitió aprender a programar y 'socializarse' gracias a los BBS (Bulletin Board System, Sistema de Tablón de Anuncios), un software popular en las décadas de 1980 y 1990 que posibilitaba a los usuarios conectarse a través de una línea telefónica a una red donde podían ver y consultar distintas informaciones publicadas. "Internet me salvó", confiesa Ieiri a Bloomberg.
"Se me ocurrió que podía hacer algo importante usando Internet, y ahí es donde empezó todo", asegura
Después de trabajar en varias empresas como empleado, Ieiri se dio cuenta que este tipo de vida no estaba hecha para él. "Se me ocurrió que podía hacer algo importante usando Internet, y ahí es donde empezó todo", asegura. Dicho y hecho. A los 22 años fundó su primera empresa, Paperboy, con unos ingresos anuales de casi 8 millones de dólares, y en 2004 la vendió a GMO Internet Inc. En ese momento, Ieiri se convirtió en el consejero delegado más joven en tener una compañía listada en JASDAQ (una de las secciones de la bolsa de Tokio).
Con las ganancias obtenidas, Kazuma Ieiri invirtió en otras startups, pero enseguida se lanzó a por su próximo objetivo: el crowdfunding. Un negocio que se está expandiendo cada vez más en Japón, tal y como cuenta el analista de Matsui Securities en Tokio, Tomoichiro Kubota. "Hay mucha gente que está interesada en poner un poco en algo en lo que creen", confiesa Tim Morse, de Asymmetric Advisors.
De su sueño frustrado al éxito
Campfire, tercera empresa fundada por Ieiri, es su obra maestra. Con ella, ya ha financiado más de 50.000 proyectos desde que empezó su andadura en 2011. Debido a la pandemia, sectores como la hostelería o pymes utilizaron este tipo de recaudación online como una forma de complementar sus ingresos. Ieiri supo sacar partido de esta crisis mundial con unos ingresos de 180 millones de dólares, el triple que en 2019. Ahora, en 2021, su empresa apunta a cotizar en bolsa con una valoración de hasta 1.800 millones de dólares.
Tras sus primeros años como fundador de Campfire, Ieiri anunció en 2014 su candidatura a gobernador de Tokio de la forma más curiosa. Afirmó que se presentaría si su tweet obtendría 1.000 retweets, algo que logró en tan solo 30 minutos. Pero hay más, ya que recaudó 66.000 dólares para presentarse a las elecciones, y además creó otra plataforma online para recopilar ideas políticas en lugar de proponer las suyas. Con todo esto, solo obtuvo el 1,8% de los votos.