Bolsa, mercados y cotizaciones

Infraestructuras y renovables son las que más invierten en la recuperación

    Infraestructuras y renovables lideran la inversión en capex

    Daniel Yebra, Laura de la Quintana
    Madrid,

    Hace apenas unos días, coincidieron en la XII edición del ciclo Empresas que crean valor para el accionista, organizado por elEconomista, Gabriel Escarrer, consejero delegado de Meliá, y Eloi Planes, presidente ejecutivo de Fluidra. Cuando el mallorquín, que dirige la mayor hotelera vacacional del mundo, adelantó que entre las previsiones de su grupo está que la inversión en capital recupere en 2022 niveles pre-Covid y se eleve hasta los 110 millones, el catalán, que está al frente de la empresa líder en el sector de las piscinas a escala global, no pudo contener su interés. "¿Tendremos que hablar entonces?", bromeó. Pero tras el tono distendido había una cuestión crucial.

    El gasto en capital es una de las primeras palancas que las empresas tocan ante una crisis, como la sufrida por la pandemia, junto al ahorro de todo tipo de costes y el consumo de caja, normalmente soportado por un mayor endeudamiento. La inversión de Meliá (capex, en la jerga financiera) se contrajo a apenas 50 millones de euros en 2020, y que exista la expectativa de que se recupere en los próximos años es una buena noticia para la empresa y también para la economía en general, y, por tanto, para la bolsa, como dejó claro el presidente de Fluidra, que vio inmediatamente la oportunidad de instalar nuevas piscinas en los hoteles de Meliá.

    Según las estimaciones de los analistas que siguen a las cotizadas españolas, las empresas del Ibex 35 (sin incluir a bancos y aseguradoras) superarán ya en 2021 la inversión previa a la crisis, en conjunto. El gasto en capital de las grandes compañías no financieras se hundió en 2020 cerca de un 23%, de los 37.424 millones de euros que se alcanzaron en 2019, a 28.893 millones, como consecuencia irremediable del impacto del Covid en la actividad económica y en prácticamente todos los negocios.

    La previsión del consenso de analistas que reúne FactSet apunta a que la inversión en conjunto se recuperará por completo este mismo año, incluso se incrementará casi un 4%, al elevarse hasta los 38.828 millones. Y según estas mismas estimaciones, alrededor de un 40% de las empresas del índice de referencia en España aumentará el capex en 2021 frente a 2019, con las compañías más enfocadas a las energías renovables y de infraestructuras (Solaria, Ferrovial, Iberdrola, Siemens Gamesa) –en sintonía con los fondos de reconstrucción europeos– y con ejemplos de crecimiento como Cellnex, Pharma Mar o Grifols liderando los aumentos.

    "La disminución del capex de las empresas del Ibex durante 2020 ha sido una medida defensiva para limitar el consumo de cash [liquidez] en el marco de la crisis; a largo plazo, una disminución permanente iría asociada a una descapitalización de las compañías y limitación del crecimiento", aclara Nicolás López, responsable de análisis de renta variable de Singular Bank.

    "Los incrementos de inversiones de las compañías en escenarios de recuperación como el que estamos viviendo son [...] positivas por las consecuencias que estas inversiones tienen en forma de empleo, producción, productividad y consecuentemente PIB", argumenta Albert Garrido, responsable de gestión discrecional de carteras de MoraBanc, quien coincide en que los niveles de capex en mínimos de 2020 son "habituales en episodios de crisis donde las empresas priman la generación de caja y la supervivencia", pero, según admite, "no son sostenibles en el tiempo dada la naturaleza finita o agotable de muchos activos tangibles".

    "A ello se le suma una paulatina recuperación de la demanda agregada y unas cadenas de suministros que se están mostrando muy tensionadas en segmentos muy diversos (semiconductores, fletes, materiales básicos o energía como ejemplos)", continúa Albert Garrido.

    Las que más aumentan la inversión

    En torno a la energía, precisamente, y concretamente en torno a la energía renovable, se esperan los mayores incrementos de la inversión en capital entre las grandes empresas españolas, incluso ya se vieron en 2020. El caso más llamativo es el de Solaria, que debutó recientemente en el Ibex 35 y que acumula una subida del 200% desde mínimos del crash de marzo de 2020, y que elevará su gasto en capital cerca de un 400% en 2021, respecto a 2019, hasta superar los 500 millones de euros, que representan alrededor de una quinta parte de la capitalización de la compañía.

    Un esfuerzo inversor en plena crisis que en este caso se apoya en elevados endeudamientos y fuertes crecimientos que coincide con otras compañías del sector que están fuera del principal índice de la bolsa española, como Grenergy, Soltec, Solarpack o Audax, y, por otro lado, con los números de gasto en capital que se estima para gigantes como Iberdrola, Endesa o Acciona, las cuales están totalmente enfocadas en la energía verde, mientras van dejando lado otros negocios con menos futuro.

    El sector turístico mantendrá sus gastos de capital muy contenidos por el momento

    Iberdrola invertirá cerca de un 15% de su capitalización, algo más de 10.000 millones, este 2021, según las previsiones en base a los planes a medio plazo anunciados por la propia compañía, y otros 10.000 en 2022. Se trata de la cifra más elevada de todo el Ibex 35, que el mercado viene recompensando: las acciones del grupo repuntan un 40% desde el suelo de 2020.

    Por su parte, Cellnex representa un caso totalmente excepcional. Este mismo jueves arrancó el periodo de suscripción preferente de una macro ampliación de capital de 7.000 millones de euros para continuar con su agresiva estrategia de crecimiento vía adquisiciones, para la que tiene en proyecto una cartera de inversiones de 18.000 millones euros, de los cuales tendría todavía pendientes de objetivos unos 11.000 millones. Y así lo reflejan las previsiones para este año y el próximo.

    Grandes inversoras que sufren

    "Hay un gran problema con el capex en la actualidad y es la incertidumbre que rodea a muchos modelos de negocios, con cambios estructurales muy importantes que distorsionan totalmente la evolución de las inversiones", reflexiona Gonzalo Lardiés, gestor de Andbank.

    "Estas disrupciones tecnológicas, digitales, medioambientales, de movilidad etc. hacen que el gasto en capital y su evolución esté totalmente distorsionado y la comparativa es muy compleja: compañías como Repsol, por ejemplo, que puede incrementar el capex pero parece poco probable que destine recursos a exploración y producción, y, sin embargo, los incremente de forma exponencial en la transformación de la compañía hacia el sector de las energías renovables", apunta el gestor de Andbank.

    Repsol es una gran inversora que, pese a que su gasto en capital estimado representa un 15% de su capitalización actual, se quedará este 2021 lejos del esfuerzo de 2019. ArcelorMittal se encuentra en un situación similar.

    "Sectores como el energético o de materiales han sufrido los últimos años unos precios muy bajos que las ha llevado a recortes importantes en las inversiones que bien podrían recuperarse a medida que los nuevos entornos de precios que estamos viviendo se consolidan o incluso siguen repuntando", incide el experto de Morabanc. "Claros ejemplos serían Repsol o Acerinox que, al igual que muchos de sus comparables, prevén incrementar su capex en 2021 pero aún se situará por debajo de sus niveles de 2019, que por otro lado aún estaban lejos de etapas anteriores en ambos casos", incide.

    "Por lo tanto, el que mejoren los niveles de inversión significa un proceso de normalización, pero el cómo se materialicen o a dónde dirigen las inversiones las compañías seguramente son muy distintos en 2021 y principalmente influenciados por los profundos cambios en los modelos de negocio por los que atraviesan muchas compañías y sectores", concluye Gonzalo Lardiés.

    Telefónica es una antítesis de Cellnex en un sector primo hermano. Su esfuerzo se centra en las desinversiones para ir rebajar la deuda, pero su negocio, con una elevada competencia, exige un importante gasto en capital que en estos dos próximos años se quedará lejos de los niveles previos a la pandemia para la gran teleco española.

    La recuperación del turismo

    Otra industria que atisba problemas en la recuperación de la inversión son las empresas relacionadas con los viajes –las más dañadas por las restricciones a la movilidad para contener los contagios por coronavirus–. En 2020, redujeron entre un 30% (Amadeus) y un 50% (Meliá, IAG y Aena) sus inversiones, y las previsiones apuntan a que, con la excepción de la hotelera, el resto mantendrá sus gastos en capital muy contenidos, al haberse visto obligadas a consumir caja a un ritmo sin precedentes, con los aviones en tierra, los pasajeros confinados durante meses y las reservas de vacaciones aplazadas, una y otra vez, desde febrero del año pasado.

    La caída de la inversión de IAG –el grupo que reúne a Iberia, British Arways o Vueling– y del resto de aerolíneas afecta directamente al fabricante de aeronaves Airbus, y pone de relieve la importancia del capex.

    El hundimiento de las socimis

    Los analistas prevén que la inversión de las dos grandes socimis cotizadas se desplome aún más este año, hasta un 80% de media sobre lo gastado en 2019. En su caso no es solo la pandemia, sino que la crisis económica, un mayor desempleo y el teletrabajo están repercutiendo ya en una caída de las valoraciones de sus inmuebles (mayoritariamente oficinas, y también centros comerciales y almacenes en el caso de Merlin Properties) y podría generar una caída mayor de las rentas -básicamente, a menor demanda, menores precios-. Para protegerse, la socimi que capitanea Ismael Clemente recortará su inversión hasta los 115 millones de euros, según los analistas.

    El año pasado gastó 255 millones, un tercio aproximado sobre la cuantía de 2019, básicamente porque optó por "centrarse en la ejecución de activos cuyas obras ya se habían iniciado o estaban ya pre-alquilados", confesaba la firma. Esto implica que las adquisiciones de nuevos inmuebles pasaron de 450 millones (con Castellana Norte y oficinas en Lisboa) en 2019 a 15,4 millones el año pasado, mientras mantuvo el coste de sus desarrollos y del mantenimiento de sus inmuebles.

    Sorprende que el recorte en inversiones sea muy similar también en Colonial. Hay que tener en cuenta que sus rentas netas (de 312 millones de euros en 2020) solo cayeron un 1%, frente al 13,8% de Merlin, impactado por el cierre de los centros comerciales (suponen una quinta parte del total). Colonial realizó desinversiones por 617 millones en 2020 en activos maduros o no estratégicos, casi un tercio del total de 2.000 millones desde 2015 (es ahí de donde procede la caída de 9 millones de las rentas). Y no realizó ninguna compra el año pasado por primera vez desde su conversión a socimi.