Bolsa, mercados y cotizaciones
Estas son las tendencias en la inversión sostenible con criterios ASG, según Goldman Sachs
- Los expertos del banco estadounidense ponen énfasis en la gestión de los datos
- Un concepto clave es el riesgo de transición climática de las empresas
Xavier Martínez-Galiana
"Sería difícil no darse cuenta de la importancia creciente del ASG y la sostenibilidad en los mercados y la economía", reconocía John Goldstein, director del Sustainability Financing Group de Goldman Sachs en el último encuentro virtual del banco estadounidense sobre inversión responsable.
Una de las cifras que aportaba Goldstein reflejaba muy bien la pujanza de este tipo de inversión. El año pasado, los fondos de renta variable activos, entre los cuáles estaban los fondos ASG [principios ambientales, sociales y de gobernanza], acumulaban 177.000 millones de dólares en entradas netas, mientras que los otros fondos no-ESG acumulaban 29.000 millones de dólares.
¿Es esto un simple reflejo de las preferencias del mercado?, se pregunta el experto a sí mismo durante su intervención. "Las preferencias de los mercados van y vienen", arranca Goldstein. "Hemos hecho mucha investigación en este frente y hemos llegado a la conclusión de que estas cosas reflejan lo que vemos como motores económicos subyacentes", prosigue.
"No es solo la preferencia de los inversores, es la preferencia de los consumidores; quieren comprar productos y servicios de diferentes tipos de empresas. Es por los empleados, que quieren trabajar para empresas que son extremadamente fuertes en estos asuntos", añade Goldstein.
Uno de sus consejos es observar la inversión sostenible sin ideas preconcebidas: "Esto no es sobre predicción, sino sobre ejecución. Y como tal, el primer paso es deshacerse de ideas preconcebidas y tratar esto como cualquier otra cuestión de inversión... ¿cuál es tu estrategia central? ¿cuál es tu propósito? ¿cómo te ayuda a navegar un mundo cambiante?".
En esta línea se pronunció también Hugh Lawson, codirector del Asset Management Sustaibility Council de Goldman Sachs. "La primera tendencia", dice, "es que no hay en el mundo ningún cliente con el que estemos trabajando que no esté hablando sobre la inversión con criterios ASG". Para el experto, la tendencia clave ahora mismo es que todo gestor de activos debe tener un punto de vista sobre "cómo afecta la ASG a la cartera".
Uno de los mayores desafíos en la actualidad es la gestión de los datos, sostiene Lawson: "No hay normas de divulgación o métricas ESG redondas, como las normas de contabilidad. Sin embargo, creo que, como cuestión normativa, se espera que los operadores sean más comunicativos con la información, por lo que puede que no esté estandarizada, pero al menos está ahí. Y yo diría que el ritmo al que los emisores están revelando las métricas ESG está aumentando y los grandes propietarios de sus valores están pidiendo cada vez más que la divulgación sea correcta".
Uno de los conceptos clave para Goldman Sachs es el climate transition risk o riesgo de transición climática, tema sobre el que han estado investigando en los últimos años. "Hay muchas maneras de incorporar los riesgos de la transición climática en las carteras", asegura Osman Ali, codirector de Equity Alpha, estrategias de inversión cuantitativa, del banco estadounidense.
"Empezamos con muchos datos y los analizamos para entender exactamente cuál es el verdadero perfil de emisiones de carbono de una empresa, tanto sobre una base histórica como lo que puede hacer en el futuro. Y luego hacemos algo muy importante. Intentamos comprender la flexibilidad que podría tener esa empresa en los próximos 5 o 10 años en esta transición hacia una economía baja en carbono", relata el experto.
Ali pone como ejemplos de empresas en transición a las compañías energéticas, como las petroleras; las utilities, como las eléctricas, o las grandes firmas tecnológicas, que son grandes consumidores de electricidad.
"Se puede decir que cada una de estas empresas tendrá un futuro muy diferente dependiendo de cómo decidan pivotar y adaptarse, cambiar y empezar a utilizar las energías renovables...", explica el experto. "Tenemos que identificar las empresas que están realmente en riesgo y tratar de evitar la exposición a ellas y tratar de encontrar las empresas que pueden ser más flexibles y ser capaces de pivotar más en 5 o 10 años y aumentar su exposición a ellos en la cartera".
En el fondo, no importa si la empresa está en el sector de la energia o no, sino si la compañía esta pivotando hacia una economía con bajas emisiones de carbono. "Las que se adaptan y evolucionan son buenas inversiones", concluye Ali.