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46.000 años de historia aborigen sepultan al presidente de Rio Tinto
- Simon Thompson ha anunciado que no se presentará a la reelección
- El origen de la firma se remonta a 1873, en las orillas del río Tinto (Huelva)
Xavier Martínez-Galiana
"En Rio Tinto, sabemos que nuestro futuro es aún más brillante que nuestro pasado", se puede leer en la descripción que la empresa -uno de los grandes nombres de la minería mundial- hace de sí misma en Internet.
Unas palabras que cobran otro sentido después de que Rio Tinto destruyese el año pasado un conjunto de cuevas habitadas hace 46.000 años por aborígenes en la región de Pilbara (Australia Occidental), de un alto valor arqueológico y con un gran significado para la comunidad indígena de los Puutu Kunti Kurrama y Pinikura (PKKP). Una irresponsabilidad que le ha costado el cargo a su presidente, el británico Simon Thompson.
Todo empezó en 2013, cuando la compañía minera consiguió los permisos legales para dinamitar parte de un desfiladero cercano a las cuevas, adyacente a la mina de hierro Brockman 4 de Rio Tinto, que la empresa australiana quería ampliar.
La compañía era consciente de la importancia del lugar y durante diez años llevó a cabo catas arqueológicas en la zona, requisito previo para obtener el consentimiento de las autoridades a sus planes de ampliación de la mina.
"En estrecha colaboración con el PKKP, su trabajo se centró en recuperar más de 7.000 objetos y almacenarlos para garantizar su conservación", según publicó The Sydney Morning Herald en junio de 2020. Unos hallazgos entre los que se encontraron piedras de afilar y morteros de piedra, un hueso de marsupial de hace 28.000 años que había sido afilado y convertido en una herramienta puntiaguda, o un trozo de un cinturón de pelo trenzado de hace 4.000 años que se relaciona por medio del ADN con los actuales Puutu y Pinikura.
¿Fueron conscientes?
He aquí el quid de la cuestión: ¿eran conscientes en Rio Tinto de las peticiones de los aborígenes por preservar este sitio histórico y aun así decidieron arrasarlo? ¿O fue un malentendido?
Asombra que una empresa como Rio Tinto, que hace gala en público de su diálogo continuo con los pueblos indígenas, pudiera cometer tal imprudencia, pero la empresa no señaló culpables en un primer momento y en los tiempos de la inversión sostenible los inversores pedían cabezas (o al menos establecer las líneas rojas para que no se volviese a repetir).
Por ahora, el primero que dejará el cargo por este asunto será el consejero delegado, Jean-Sebastien Jacques, que será reemplazado de su puesto el 31 de marzo. Pero, para calmar las aguas, el patrón de Rio Tinto, Simon Thompson, ha anunciado que no se presentará a la reelección en la junta de gobierno de 2022, aunque sí lo hará en la próxima, que tendrá lugar en el mes de mayo.
Ahora que prepara su salida de Rio Tinto, Simon Thompson tendrá más tiempo para dedicarse a una de sus grandes pasiones: la montaña
Dimisión, dimisión, tampoco ha sido, aunque el bochorno no se lo quita nadie. "Los trágicos acontecimientos son una fuente de tristeza personal y de profundo pesar", expresó Thompson a la prensa.
Y es que estamos ante un minero ilustrado, graduado en geología por la Universidad de Oxford en 1985 y doctorado en Historia por el King's College de la Universidad de Londres años más tarde. Nació en la región del Gran Mánchester y empezó su carrera laboral en el sector de la banca, en firmas de inversión como Lloyds Bank, N. M. Rothschild & Sons y S. G. Warburg & Co.
Fue en 1995 cuando se incorporó a la industria de la minería con el cargo de director financiero en Minorco, compañía que acabó siendo adquirida por Anglo American en 1999. Tras la fusión, Thompson ocupó puestos de dirección en la multinacional, como el de consejero delegado de la división de metales básicos, y una vez fuera de Anglo American fue presidente no ejecutivo de Tullow Oil y director no ejecutivo de AngloGold Ashanti, Newmont Mining Corporation, Sandvik y Amec Foster Wheeler. Desde marzo de 2018 es presidente de Rio Tinto.
El origen de la empresa que preside Thompson se remonta a 1873, en las orillas del río Tinto (Huelva), y hoy es un conglomerado que produce mineral de hierro para el acero, aluminio para coches y teléfonos inteligentes o cobre para turbinas eólicas y vehículos eléctricos.
Su valor en bolsa se aproxima a los 85.000 millones de euros y en 2020 ganó 8.569 millones, un 20% más que en el año anterior. Para 2021, el consenso de analistas que recoge FactSet prevé que el beneficio neto supere los 13.000 millones de euros. De este modo, el beneficio de 2021 cotiza en bolsa en las 8,1 veces a precios actuales, un múltiplo atractivo para el inversor.
Ahora que prepara su salida de Rio Tinto, Simon Thompson tendrá más tiempo para dedicarse a una de sus grandes pasiones: la montaña. No en vano es autor de Unjustifiable Risk?: The story of British climbing, un viaje por la historia del alpinismo británico, que el autor descubrió a la edad de dieciséis años y que le ha acompañado durante toda su vida, seguramente incluso cuando las cumbres que escalaba no estaban hechas de roca.
Las Islas Británicas no son conocidas por sus grandes montañas, pero sus habitantes fueron pioneros en eso de escalar cimas, del mismo modo que popularizaron el Grand Tour por Italia. A Thompson, el alpinismo y la geología le sirvieron de escuela de la vida, pero la destrucción de las cuevas aborígenes en Australia podría acercarle a la jubilación.