Bolsa, mercados y cotizaciones
Las pérdidas de crédito inducidas por la pandemia podrían alcanzar el billón de dólares, según el BIS
José Luis de Haro
Nueva York,
En su último informe trimestral, el Banco Internacional de Pagos (BIS, por sus siglas en inglés), avisa que las olas de quiebras provocadas por la pandemia de coronavirus eliminarán hasta un billón de dólares del valor de los mercados mundiales de deuda corporativa.
Como ya han advertido múltiples economistas, el BIS espera que las insolvencias de empresas "aumenten a medida que el apoyo al crédito se reduzca y los nuevos hábitos de consumo así como las prácticas empresariales impacten determinados sectores", según manifiesta el documento publicado el lunes. "El inminente aumento de las quiebras empresariales generará pérdidas crediticias que deberán ser absorbidas, bien por el sistema financiero o bien por los contribuyentes", añade.
De esta forma, los economistas del BIS, Benoît Mojon, Daniel Rees y Christian Schmieder han elaborado un modelo que permite proyectar los distintos escenarios macroeconómicos y las pérdidas de crédito empresarial entre los distintos sectores e industrias.
Al aplicarlo al Grupo de los 7 (G7), China y Australia descubren que "las pérdidas de crédito corporativo durante 2020-22 podrían triplicar el nivel medio anterior a la crisis en todo el G7, China y Australia. Estas potenciales pérdidas crediticias adicionales derivadas de la crisis durante un periodo de tres años alcanzarían algo más del 2% del PIB anual o un billón de dólares.
Por sectores, se prevé que las pérdidas en el sector del ocio y entretenimiento, que se paralizó a raíz de los distintos confinamientos aumenten más de 8 puntos porcentuales en comparación con el periodo 2018-19, según el informe. El comercio, el transporte y los servicios experimentarán un incremento de entre 1,5 y 3 puntos porcentuales en sus pérdidas de crédito. El impacto geográfico también será desigual, ya que Reino Unido se enfrentará al mayor aumento de las pérdidas crediticias, seguido de Francia e Italia, según el informe.
Pero aunque la pandemia está siendo especialmente dolorosa para los sectores más sensibles a los confinamientos y el distanciamiento social, desde el BIS consideran que las pérdidas de crédito agregadas aumentarán menos que durante la crisis financiera mundial de 2008.
"Los sectores más afectados por la pandemia representan una parte relativamente pequeña del total de los préstamos de las empresas" justifican los autores del análisis al mismo tiempo que recuerdan que las ayudas y mecanismos públicos servirán de colchón.
Este organismo, que actúa como banco para los bancos centrales, hace referencia al repunte experimentado por los activos de riesgo. Una exuberancia que se produce en un contexto de fuerte y continua acomodación monetaria, de crecientes expectativas de estímulo fiscal y de un optimismo cauteloso pero fluctuante sobre la recuperación de la pandemia.
De esta forma, el elevado apetito por el riesgo se refleja en la fuerte emisión de deuda corporativa, especialmente por parte de las empresas de menor calificación. También en los máximos históricos logrados el pasado mes por los múltiples indicadores de renta variable que, a su vez, ha reavivado las comparaciones con el boom tecnológico de finales de los 90.