Bolsa, mercados y cotizaciones

EEUU recomienda a las bolsas de todo el mundo que copien las restricciones del Nasdaq a las compañías chinas


    José Luis de Haro
    Nueva York,

    A medida que las fricciones entre Estados Unidos y China continúan a flor de piel, la nueva regulación del Nasdaq, una de las principales plazas bursátiles a este lado del Atlántico, dificultará que la compañías chinas orquesten sus salidas a bolsa en los mercados de capital estadounidenses.

    Según los documentos presentados por el Nasdaq ante la Comisión de Mercados y Valores (SEC, por sus siglas en inglés) de EEUU, las nuevas condiciones incluyen umbrales mínimos de recaudación de fondos y requisitos más estrictos para los auditores.

    De esta forma se exigirá a las compañías de ciertos países que recauden al menos 25 millones de dólares en sus operaciones públicas de venta (OPV), o alternativamente, una cantidad que equivalga a al menos una cuarta parte de su capitalización una vez comiencen a cotizar en bolsa. De las 29 compañías chinas que se hicieron públicas en el Nasdaq el año pasado, 10 recaudaron menos de 25 millones de dólares, según datos recopilados por Bloomberg.

    El Nasdaq estima que muchas de las empresas que quedan por debajo de este umbral cuentan con un mínimo volumen de negociación dado que sus acciones suelen estar en manos de un grupo reducido de inversores. De esta forma, el requisito de contar con un tamaño mínimo de recaudación proporciona un mayor soporte a los precios.

    Desde el Departamento de Estado de EEUU consideran que el anuncio del Nasdaq es particularmente importante debido al patrón de prácticas contables fraudulentas de las empresas con sede en China.

    "Los inversores estadounidenses no deben estar sujetos a riesgos ocultos e indebidos asociados con empresas que no cumplan con las mismas reglas que las empresas estadounidenses. Las medidas del Nasdaq debería servir como modelo para otras bolsas tanto en EEUU como en el resto del mundo", señalaron desde dicho Departamento en un comunicado.

    El Nasdaq, la New York Stock Exchange (NYSE) y NYSE American, las tres plazas bursátiles más grandes a este lado del Atlántico, acogen más de 156 compañías chinas, con una capitalización total aproximada de 1,2 billones de dólares. 

    En los últimos dos años, al menos 65 compañías chinas han salido a bolsa en EEUU, donde han recaudado hasta 10.400 millones de dólares. Solo en lo que llevamos de año se han estrenado 11 empresas, captando 1.200 millones de dólares.

    No obstante, algunos de los estrenos más sonados del año pasado, como el de Luckin Coffee, el "Starbucks chino", han generado polémica después de que la auditora Ernst & Young descubriera cómo la compañía hinchó sus ventas en 2019. 

    A finales del mes pasado, el Senado aprobó con un voto unánime un proyecto de ley que requeriría que las empresas que recauden capital en los mercados de EEUU certifiquen que "no son propiedad ni están controladas por un gobierno extranjero". Aunque la ley podría aplicarse a cualquier empresa extranjera que cumpla con estas condiciones, los legisladores buscan con esta decisión atar en corto a las compañías chinas.

    Además, se les exigiría que se sometan a una auditoría que pueda ser revisada por la Junta de Supervisión Contable de las Empresas Públicas (PCAOB, por sus siglas en inglés) el organismo sin ánimo de lucro que supervisa las auditorías de todas las empresas estadounidenses que buscan recaudar capital en los mercados públicos de EEUU.

    Si por cualquier circunstancia la PCAOB no tuviera acceso a las auditorias de una compañía extranjera durante tres años consecutivos, las acciones de ésta no podrán cotizar en una plaza bursátil de EEUU. 

    Hasta la fecha, China se ha negado a permitir que sus compañías cumplan con la regulación estadounidense argumentando que la ley nacional del gigante asiático prohíbe que el trabajo de los auditores sea transferido fuera del país.

    Por otro lado, en una decisión tomada para proteger a los inversores estadounidenses y la seguridad nacional del país, Trump decidió detener la inversión de los fondos de jubilación de empleados públicos en empresas chinas. El mandatario también ha pedido a su Grupo de Trabajo sobre Mercados Financieros que estudie las diferentes prácticas contables de las compañías chinas que cotizan en los mercados financieros de EEUU.