Bolsa, mercados y cotizaciones

Ardura (Gesconsult): "Hemos incrementado el porcentaje de bonos corporativos con duraciones cortas"

    David Ardura, director de Gestión de Gesconsult

    Cristina Cándido

    David Ardura, director de gestión de Gesconsult, cree que tras el impacto de la pandemia en el mercado de renta fija y la actuación de los bancos centrales se han abierto buenas oportunidades de entrada en segmentos de deuda donde antes de la corrección era muy difícil obtener rentabilidades positivas.

    ¿Cómo ve a los mercados de renta fija en el corto plazo?

    Los mercados de renta fija han sufrido un fuerte impacto por la crisis del Covid-19. En algunos segmentos como el high yield este castigo ha sido proporcionalmente mayor que el que han sufrido las bolsas. Es cierto que, con la intervención de los bancos centrales, el mercado de renta fija se ha estabilizado y, como siempre que se dan ventas indiscriminadas, aparecen buenas oportunidades para incluir en las carteras.

    ¿Cómo se están comportando sus fondos de renta fija en el contexto actual?

    Nuestro posicionamiento era ya defensivo antes del comienzo de la crisis. En renta fija privada, nos parecía que los diferenciales de crédito no reflejaban de manera adecuada ni los fundamentales de las compañías ni el empeoramiento del entorno económico. Esto nos llevaba a tener posiciones de liquidez elevadas, coberturas sobre el crédito high yield y duraciones cortas. De esta manera, nuestras carteras de renta fija y de fondos mixtos se han encontrado con caídas por debajo de la media de sus comparables.

    ¿Han hecho algún cambio significativo en las carteras recientemente?

    Hay un punto de inflexión en el mercado de renta fija en las últimas semanas que no es otro que la intervención de los bancos centrales. Los programas de compra de activos y la predisposición de las autoridades para dotar de liquidez a los mercados suponen una red de seguridad para los activos de renta fija que, si bien no van a eliminar la volatilidad por completo, sí que son un soporte muy importante para el mercado. En un entorno así, hemos tomado beneficios en las coberturas que manteníamos antes de la crisis, hemos eliminado posiciones en empresas de energía, al tiempo que hemos incrementado el porcentaje de bonos corporativos con duraciones cortas, que es un segmento donde antes era muy difícil encontrar rentabilidades positivas y ahora, gracias al pánico y a la iliquidez, si que hemos encontrado oportunidades atractivas.

    "Nuestras carteras de renta fija y de fondos mixtos se han encontrado con caídas por debajo de la media de sus comparables"

    ¿Qué impacto están teniendo y van a tener las medidas de los bancos centrales para frenar el impacto del Covid-19 en la deuda gubernamental y corporativa?

    El primer efecto es el de la estabilización de los mercados. La cuantía de los programas y la rapidez con la que han intervenido en los mercados ha sido clave para la reducción de la volatilidad y para normalizar el funcionamiento de los mercados. A medio plazo, suponen el mantenimiento del escenario de tipos negativos durante un período prolongado de tiempo. En el caso de la deuda corporativa, el esfuerzo es igualmente importante, dada la ampliación de colaterales aceptados y la compra de deuda de peor calidad, todo ello debería derivar en una comprensión de los diferenciales de crédito tanto en los activos comprados por los bancos centrales como en el resto del mercado. Las ventas de pánico y la iliquidez que sufrió el mercado en febrero y marzo han dejado esos diferenciales de crédito con importantes ampliaciones (y de una manera generalizada), algo que debería ir corrigiéndose en los próximos meses con la intervención de los Bancos Centrales.

    "Las ventas de pánico y la iliquidez que sufrió el mercado han dejado esos diferenciales de crédito con importantes ampliaciones, algo que debería ir corrigiéndose en los próximos meses"

    ¿Qué perspectivas tiene para la deuda periférica europea de cara a los próximos meses?

    La deuda periférica va a sufrir dos efectos contrapuestos. Por un lado, la presión compradora del BCE iría encaminada a mantener bajos sus tipos de interés. Por otro, uno de los efectos de esta crisis va a ser la necesidad de aplicar medidas extraordinarias para reconstruir la economía, lo que llevará a más deuda y más déficit. Aquí es donde aflorarán las asimetrías fiscales entre países como Italia y España frente a países como Alemania, por lo que parece difícil pensar que vayamos a ver un estrechamiento de las primas de riesgo periféricas en los próximos meses, incluso con el BCE comprando de fondo.